Gracias al dictamen del Congreso de la CDMX para incorporar a la LFT la licencia menstrual se ha desatado mucha polémica, desinformación y mansplicaciones tremendas (coff coff al man del noticiero)
Va un 🧵 sobre #GestiónMenstrual🩸
La falta de información y educación GENERAL sobre gestión menstrual llevan a que las mujeres, hombres trans y personas NB vivan su ciclo menstrual como una tortura, un lastre o algo vergonzoso.
También la ausencia de acceso al agua y saneamiento, espacios privados, servicios adecuados de salud sexual y reproductiva impactan en cómo se vive la menstruación.
La menstruación no debe ser una razón para la desigualdad. Los mitos y tabúes que culturalmente siguen acompañándola estigmatizan a las mujeres y personas menstruantes, y limitan su acceso a derechos y a la convivencia. 👈🏽 POR ESO indignan tanto comentarios como el del noticiero.
La injusticia menstrual que se vive es la manifestación de la opresión basada en el señalamiento cultural e histórico de que los cuerpos que menstrúan son impuros, vergonzosos, incompetentes, enfermos.
Por esto la licencia debe acompañarse de otras medidas para eliminar prejuicios pues hoy día se sigue percibiendo a las mujeres embarazadas como inútiles, lo mismo puede suceder con el tema menstrual.
Porque hay compañeros y jefes como los hombres que han comentado que qué ridículas, que nos explican cómo vivimos la menstruación.
Bien, compañerx no menstruante, siga leyendo 👇🏽
Existen diversos tipos de injusticias asociadas a este evento corporal, que tienen que ver con los estigmas relacionados con la menstruación, así como las condiciones y contextos de vulnerabilidad en que muchas se encuentran, abriendo más las brechas de desigualdad.
La menstruación es parte de la desigualdad de género, pues la subordinación de las mujeres se asocia a sus cuerpos y a los procesos que suceden en estos.
Cuando hablamos de justicia menstrual, necesitamos comprender cómo los diversos sistemas de subordinación operan en los cuerpos que, en el tema de la menstruación, son además campos de batalla ideológicos y políticos.
En este entendido, los cuerpos menstruantes son controlados y limitados a través de política pública, prácticas institucionales, representaciones culturales, normas sociales e inclusive jurídicas.
SORPRESA: La menstruación es un proceso biológico que viven las mujeres y otras personas menstruantes durante cerca de 40 años de sus vidas.🩸
La menstruación vista como un tema de higiene y privado la aleja de ser entendida como un problema público que atañe a todas las personas. Su invisibilización impacta en el acceso al trabajo y la educación de millones de niñas y mujeres.
Pensar que es un tema femenino es discriminatorio desde varias perspectivas: a) no todas las mujeres menstrúan, b) hay cuerpos menstruantes que no se identifican como mujeres y c) es un problema público porque su estigmatización obstaculiza el acceso a derechos.
Por eso es importante hablar del acceso a educación sexual y reproductiva de niños y niñas, ¡juntos y no separadas! Dejar de ver la menstruación como un tabú hará que se quite su estigma y sea motivo de burla o degradación social.
El acceso a servicios de salud sexual y reproductiva es fundamental porque esta muchas veces viene acompañada de otros síntomas que imposibilitan a las mujeres en varios aspectos.
Existen condiciones inhabilitantes, como puede ser la endometriosis. Pero también pueden tenerse periodos muy dolorosos, con cólicos y sangrado muy abundante que puede llegar a incapacitar para el estudio o empleo.
La menstruación es natural y así debemos verla y no como un estigma que genera discriminación. Y hombres y personas no menstruantes: callen y escuchen. #MenstruaciónAsuntoPúblico🩸
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