LA CURIOSA HISTORIA DEL EMBLEMA ATÓMICO
Siempre he pensado que el logotipo del Organismo Internacional de la Energía Atómica @iaeaorg tiene todos los ingredientes para cumplir su misión: belleza, elegancia, sencillez y mensaje. Su historia en un HILO.
De hecho, me gusta tanto el logo del OIEA con ese átomo con órbitas asimétricas, que lo utilicé para diseñar mi primer logotipo cuando comencé a divulgar de forma anónima en 2016.
Recientemente encontré una publicación de Alex @wellerstein, historiador de la ciencia especializado en armas nucleares y secretos nucleares, que realizó una investigación para tratar de descubrir el autor y la historia del famoso logotipo.
Wellerstein inicialmente pensó que podría ser obra del diseñador suizo Erik Nitsche, que diseñó muchos carteles atómicos para General Dynamics, como el de la imagen, de 1955, aunque en este caso se tratara de órbitas planetarias.
Sin embargo, Wellerstein no encontró ninguna evidencia de que Nitsche fuera el autor del logo del OIEA. Sin embargo, todos los indicios apuntaban hacia un miembro anónimo del Departamento de Estado de los Estados Unidos, pero la historia es mucho más curiosa…
Eisenhower, el 34º presidente de EEUU, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU el 8 de diciembre de 1953 titulado «Átomos para la paz», alertó sobre las consecuencias de una posible guerra nuclear y propuso la creación del Organismo Internacional de la Energía Atómica.
A nadie se le escapó que el discurso de Eisenhower tenía más de una lectura, entre las que se encontraba la posibilidad de que países que no estaban entre las potencias nucleares (como España) pudieran acceder a las exportaciones nucleares civiles estadounidenses.
El @iaeaorg se fundó el 29 de julio de 1957 y W. Sterling Cole fue su primer Director General, un ex congresista estadounidense que había sido miembro del Comité Conjunto de Energía Atómica. Desde el principio, el OIEA comenzó a usar un pequeño logotipo atómico en su membrete.
Una historia interna del OIEA atribuye la creación del logotipo a alguien dentro del Departamento de Estado o la Comisión de Energía Atómica de EEUU. Wellerstein da poca credibilidad a esto porque la propia comisión diseñó un logotipo de «Átomos para la Paz» muy diferente.
Sin duda la estética es muy diferente, el átomo de la Comisión es muy simétrico y el resto del logotipo incluye demasiados detalles para reproducirse en un tamaño pequeño.
De lo que no cabe duda es que el primer logo del OIEA era algo informal, sin puntos para indicar los electrones y con una cierta asimetría en las órbitas. Este logo se utilizó hasta 1958 sin adoptarlo formalmente.
En algún momento de 1958 alguien cayó en la cuenta de que el átomo del logotipo tenía tres electrones, así que representaba al litio, que en energía nuclear se asocia con las bombas de hidrógeno. Cuando un núcleo de litio absorbe un neutrón, se convierte en tritio y helio.
El tritio y el deuterio se fusionan y son la base de la bomba de termonuclear, así que no parecía una buena idea que una agencia de «Átomos para la Paz» tuviera el litio en su logotipo. Alguien propuso añadir otro electrón, formando berilio (también usado en armas nucleares).
En la Segunda Conferencia General Anual del OIEA, en 1958, se mostró quizás por primera vez el orbital adicional toscamente añadido al emblema original sobre el telón de fondo, añadiendo pequeños puntos para indicar los electrones.
Una vez iniciado el proceso de alteración del logotipo, se hicieron nuevas sugerencias y se desarrolló un diseño en el que el círculo central contenía un globo terráqueo y dentro de los bucles formados por las órbitas se dibujaron varios símbolos.
Una paloma de la paz con una rama de olivo; una fábrica con chimeneas humeantes y tres ruedas dentadas, un microscopio, dos espigas y un caduceo, simbolizando respectivamente los usos pacíficos, industriales, de investigación, agrícolas y medicinales de la energía atómica.
Eric Reber, especialista en seguridad radiológica del OIEA encontró el logo anterior en sus oficinas e incluso uno alternativo, más simplificado. Ambos fueron diseñados por un tal Manfred Sollinger.
Según Wellerstein, ambos logos son impresionantemente feos en comparación con el emblema final del OIEA. El primero muy desordenado y poco útil para mostrar en pequeña escala, y el segundo con evidentes «connotaciones testiculares».
W. Sterling Cole, el primer Director General del OIEA, parecía enamorado del nuevo logo así que lo mandó imprimir en color oro en una bandera azul, y lo colocó sobre la bandera de las Naciones Unidas en la Tercera Conferencia General del OIEA en 1959.
Por lo visto, en el mundo diplomático ONU esto no sentó muy bien. Un representante del Secretario General de la ONU, Dag Hammarskjöld, lo vio y lo retiró de inmediato, desapareciendo hasta la fecha.
Después de tantos vaivenes, se decidió que el logotipo del OIEA debería tener un procedimiento formal, así que se eliminaron los añadidos, excepto el orbital adicional y se agregaron unas ramas de olivo para mostrar su vínculo con Naciones Unidas.
El 1 de abril de 1960, el emblema finalizado fue adoptado por la Junta de Gobernadores del @iaeaorg, insertado en una bandera azul para mostrar su vínculo con Naciones Unidas.
El emblema del @iaeaorg ha permanecido inalterado desde entonces, añadiendo simplemente las siglas y el nombre de la organización, junto con su eslogan en representaciones gráficas.
REFERENCIAS
📖 @wellerstein (2013). The story behind the IAEA’s atomic logo. blog.nuclearsecrecy.com/2013/01/11/the…
📖 @iaeaorg (2022) Guidelines for Third Party Use of the IAEA Logo. iaea.org/sites/default/…
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