(Hilo) Al momento de la toma del poder de Hitler en 1933, la economía se convirtió en un elemento crucial para la consolidación del régimen nazi. Arbitró créditos a las regiones que acometiesen obras públicas y crearan empleo, incentivó el abandono del trabajo
femenino en beneficio del masculino, impuso un período de trabajo sin remuneración a los jóvenes con edad comprendida entre los 18 y 25 años. Finalmente, reintrodujo el servicio militar obligatorio, lo cual alivió la presión del desempleo en aquellos que lo cumplían.
La economía alemana bajo el nazismo estuvo condicionada por los intereses del Estado. Pero,a diferencia de la URSS,se mantuvo el sistema capitalista y con él la propiedad privada. Al igual que en el régimen fascista italiano las grandes empresas ni la banca fueron nacionalizadas.
La tierra permaneció en manos de los grandes terratenientes y las condiciones de trabajo de los campesinos no mejoraron sensiblemente. Hitler hizo hincapié en el desarrollo de la industria pesada y química, en manos de grandes grupos industriales (Krupp, Vögler, Boch, Siemens,
etc), preparados para hacer frente al programa de rearme del ejército alemán, fundamental para garantizar una política internacional agresiva y expansionista. El primer objetivo de Hitler era rearmar Alemania, pero necesitaba grandes cantidades de dinero para eso. Por aquel
entonces, el dinero era lo que más escaseaba en Alemania. Pero para hacer la guerra también era necesario acero, hierro, carbón, petróleo, caucho, productos químicos, ingenieros… Alemania disponía de muchos de esos recursos, pero era necesario pagarlos. Necesitaban una fuerte
inversión inicial y no podía subir los impuestos, tampoco se podía realizar un aumento de la oferta monetaria porque produciría inflación. Los nacionalsocialistas no tenían dinero, pero vieron una solución sencilla: inventárselo. El artífice fue Hjalmar Schacht, político y
financiero alemán, ministro de economía del Tercer Reich entre 1934 y 1937. Schacht inventó lo que se denominó letras Mefo. La Mefo era una sociedad pantalla con un capital de un millón de marcos imperiales que habían aportado las grandes empresas metalúrgicas. Mefo no producía
nada, no contrataba a nadie, no tenía ninguna fábrica. El Estado, a priori, no se endeudaba, pero la convertibilidad del dinero quedaba garantizada a posteriori por el banco central. A las empresas que estaban contribuyendo al rearme se les pagaba a través de pagarés producidos
por Mefo. Lo único que generaba Mefo era deuda, pero una deuda invisible para el resto de los países de Europa. Los pagarés inspiraban confianza a las grandes empresas, la deuda de Mefo se convirtió en una moneda paralela reservada al sector armamentístico.
Schacht, que era director del Reichsbank, prometía cambiar las deudas por efectivo con unas tasas de interés muy bajas, por lo que prácticamente estaba emitiendo efectivo, fue un método que sirvió para introducir liquidez en la industria armamentística. En 1934, de los 4.000
millones de reichsmark introducidos en el rearme alemán, menos de la mitad aparecían en los PRESUPUESTOS. Aunque muchos de los grandes industriales se aliaron con el Estado alemán para conseguir privilegios, muchos otros también se mostraban reacios a las políticas de Hitler, ya
que veían que podían poner en peligro su relación con los países aliados y, por lo tanto, el intercambio comercial entre ellos. Se eliminaron todos los sindicatos y se encuadró a las estructuras de trabajo en un sindicato único, el Frente Alemán del Trabajo. La economía, por
tanto, estaba supeditada a los intereses políticos de Hitler. En 1936 el paro había descendido a 800.000 personas, y entre 1933 y 1938 el PIB alemán aumentó un 50%,lo cierto es que son cifras espectaculares. Los salarios se congelaron, el alemán medio tenía más dinero para gastar
pero lo cierto es que no había nada en que gastarlo, el Estado obligaba forzosamente a ahorrar a sus ciudadanos, dándoles la esperanza de que podrían conducir un Volkswagen en poco tiempo, pero lo cierto es que hasta la década de los 50, muy pocos podrían hacerlo.
Alemania tenía pocas materias primas en su territorio por lo que necesitaba divisas para comprarlas en el exterior. Schacht comenzó a inquietarse porque debía devolver los bonos Mefo y era imposible continuar con ese ritmo de producción. Decidió, por lo tanto, frenar el rearme y
pagar las deudas. Schacht entró en disputa con Hermann Göring, uno de los pesos pesados de la cúpula de poder nazi. Göring quería continuar con el rearme masivo, en cambio, Schacht creía que esa política llevaría a Alemania a una guerra, que, en efecto, es lo que sucedería.
Hitler destituyó a Schacht y dejó la economía en manos de Göring,fue nombrado jefe del segundo plan cuatrienal, y responsable del comercio, el control de precios, el intercambio de divisas y las inversiones; en definitiva, le dio el poder total de la economía alemana. Es entonces
cuando se lanzó un plan para alcanzar la autosuficiencia, comenzará a llevar a cabo políticas autárquicas y a crear empresas con su propio nombre. Para el nazismo el gran enemigo no era el industrial o el trabajador, sino el financiero y el banquero, ligado evidentemente al
antisemitismo. Por lo tanto, la economía nazi era una economía hostil al comercio y a las finanzas, para los nacionalsocialistas estos elementos no estaban anclados a la nación alemana, sino que pertenecían a una raza hostil como era la judía. Cuando comenzó la guerra se nombró a
Fritz Todt como ministro de Armamento y Municiones del Reich y los bonos Mefo comenzaron a ser reembolsados gracias a la imprenta de billetes y los expolios de los países ocupados. Los alemanes nunca pasaron hambre durante la guerra debido al pillaje:vivían a expensas del expolio
de los territorios ocupados. Durante la guerra los salarios se mantuvieron estables, pero gran parte de los productos de consumo se dejaron de producir, por lo que el ciudadano alemán no podía tampoco gastar el dinero. Para pagar a los trabajadores se emitía dinero, pero al no
gastarlo la inflación no se desbocaba. Aunque si bien es cierto, los ahorros de los alemanes y el pillaje no fue suficiente para financiar el enorme esfuerzo bélico. A mitad de la guerra, Todt es sustituido por Albert Speer, que será nombrado ministro de Armamento y Producción.
La industria alemana era tremendamente ineficaz debido a la intervención del ejército y Speer creo una agencia central de planificación para distribuir materias primas. Se redujo y simplificó los modelos, aumentando la producción. A partir de 1942 el mercado desapareció y los
precios se fijaron, la producción de armamento ascendió debido a la explotación de los trabajadores, entre 1940 y 1945 cerca de 13 millones de personas fueron obligadas a hacer trabajos forzados, Fritz Sauckel fue el encargado de esta cacería de trabajadores, los eslavos eran los
más maltratados. A partir de 1943 la producción ya no aumentaría, el régimen nazi juzgaba a los dirigentes de las fábricas que no cumplían con sus objetivos. Muchas empresas empezaron a enviar su propiedad intelectual a sus sedes en otros países, poniendo las bases para su
posible recuperación tras la derrota en la guerra. Tras finalizar la guerra,los ahorros que habían conseguido los alemanes fueron sacados de los bancos y se introdujeron en el mercado, comenzando así una enorme inflación, los alemanes sabían que era mejor arruinarse en el mercado
negro para comer ese día que no guardar unos billetes que al día siguiente no valdrían nada. En 1945 el cigarrillo se convirtió en la verdadera moneda alemana. El régimen de Hitler supo inventar una economía, un sistema productivo y financiero organizado en torno a la depredación
, el robo y la muerte. Fuente: juandemariana.org/ijm-actualidad…
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