Los experimentos psicológicos más perturbadores de la historia
Parte.1
Abro hilo 🧵
1. El Pequeño Albert (1920)
Año 1920. Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Estados Unidos. John B. Watson, psicólogo estadounidense con enormes contribuciones en la teoría científica del conductismo, planteó un experimento que, a día de hoy, no podría realizarse de ningún modo.
¿La razón? Experimentó fobias en un bebé. Para el experimento, conocido como “El Pequeño Albert”, seleccionaron a un bebé sano de 9 meses que no tenía miedo a los animales, pero sí que mostraba rechazo y temor a los sonidos fuertes.
Para probar el condicionamiento clásico, se puso en contacto al pequeño Albert con una rata blanca, con la que se encariñó. Posteriormente, Watson empezó a inducir sonidos fuertes de un martillo chocando contra el metal cada vez que Albert estaba con la rata.
¿Qué pasó, con el tiempo? Que Albert desarrolló fobia a la rata incluso cuando ya no había sonidos. El experimento demostró que un estímulo externo puede crear una respuesta de miedo hacia un objeto que antes era neutral.
Y no solo eso, sino que, a medida que se hizo mayor, Albert tuvo miedo a todos los animales peludos. Aun así, no pudo verse si arrastró las fobias a la edad adulta, pues murió a los 6 años de una meningitis no relacionada con el experimento.
2. El experimento de la Cárcel de Stanford (1971)
Uno de los experimentos psicológicos más célebres de todos los tiempos. Año 1971.
Philip Zimbardo, psicólogo estadounidense de la Universidad de Stanford, California, Estados Unidos, planteó su, por desgracia, célebre experimento, que tenía el objetivo de estudiar el comportamiento de un grupo de personas en función de sus roles.
Seleccionó a un grupo de 24 estudiantes universitarios sanos tanto en lo psicológico como en lo físico que firmaron para participar en un experimento sobre la vida en las prisiones y cobrar, a cambio, 15 dólares por día.
Posteriormente y al azar, el grupo se dividió en dos subgrupos: 12 prisioneros y 12 guardias. La prisión fue recreada en los sótanos del departamento de Psicología y absolutamente todo, desde la estética hasta el vestuario, era muy realista.
Los prisioneros, desde el primer día, fueron tratados como tal, cosa que incluyó ser desparasitados y que se les entregaran uniformes embarazosos.
Los guardias, por su parte, recibieron instrucciones de hacer lo que fuera necesario para mantener el control sin, evidentemente, agredir a los prisioneros.
El primer día pasó sin incidentes, pero en el segundo día, todo cambió. Habían entrado tanto en sus roles que los prisioneros se rebelaron contra los guardias y estos, en sus papel como tal, se aprovecharon de su posición y abusaron psicológicamente de ellos.
Los guardias inflingieron castigos (como flexiones), enviaron a los más problemáticos al confinamiento solitario y realizaron humillaciones públicas. En apenas unos días, todo se convirtió en un infierno.
Los prisioneros mostraron signos de depresión y de ansiedad y los guardias cada vez eran más sádicos en sus métodos. El experimento tuvo que ser detenido a los 5 días. Una muestra de cómo, sin límites, la crueldad humana impera por encima de todo.
3. El experimento Monstruo (1939)
Año 1931. Wendell Johnson, psicólogo, actor y autor estadounidense, y su equipo se propusieron descubrir las causas detrás de la tartamudez. Puede parecer un propósito inofensivo, pero las prácticas fueron horribles.
Y es que el estudio se basó en intentar que unos huérfanos se hicieran tartamudos. Buscó a niños de entre 5 y 15 años de un orfanato en Iowa. Para el experimento, trabajaron con 22 huérfanos, 12 de los cuales no eran tartamudos.
La mitad de ellos estuvieron con un profesor que fomentó el aprendizaje positivo, pero la otra mitad estuvo con profesores que, continuamente, les decían a todos que eran tartamudos. Se pensaba que los que no eran tartamudos terminarían por serlo.
Finalmente, los que recibieron un aprendizaje negativo desarrollaron problemas en el habla por el nerviosismo y estrés que las clases les generaban y de autoestima que arrastraron toda su vida.
Uno de los experimentos más polémicos de toda la historia que tiene el nombre de “Experimento Monstruo” por toda la controversia que Wendell Johnson, el monstruo, generó.
4. El experimento de la indefensión aprendida (1965)
Año 1965. Martin Saligman, psicólogo y escritor estadounidense, realizó un experimento muy cuestionado debido, de nuevo, al maltrato animal de fondo.
Para comprender la naturaleza de la indefensión aprendida (la condición de un humano o animal que ha “aprendido” a comportarse pasivamente), realizó un estudio con perros.
El experimento consistió en poner a un perro en un lado de un recuadro dividido en dos mitades separadas por un barrera muy baja.Entonces, administraron una descarga eléctrica al perro que podía evitarse si saltaba la barrera.
Los perros aprendieron rápido a evitar ser electrocutados. Después,a estos mismos perros que habían aprendido a evitar las descargas, se les dieron descargas eléctricas que no podían evitar de ninguna manera. Al día siguiente, volvieron a ser puestas en el recuadro con la barrera
Ahora, pese a poder escapar de las descargas eléctricas saltando, no hicieron ningún intento para escapar de ellas. Simplemente se quedaron en el sitio, llorando mientras eran electrocutados. Un horrible experimento que demostró el concepto de la indefensión aprendida.
5. El experimento de los primates de Harlow (1950)
Año 1950. Harry Harlow, psicólogo de la Universidad de Wisconsin, quería comprender la naturaleza de la dependencia materna.
Por ello, ideó un experimento que, evidentemente, sería impensable a día de hoy, consistió en separar a un mono Rhesus bebé de su madre. Tras ello, pusieron en contacto al mono con dos “madres” falsas.
Una hecha de tela y otra de alambre, imitando a una hembra de su misma especie. La madre de tela no aportaba nada al bebé más allá de confort, pero la madre de alambre era la que tenía integrado un sistema para alimentarlo.
Vieron cómo el mono pasaba la mayor parte del día con la madre de tela y solo se acercaba a la de alambre una hora al día, a pesar de la clara asociación de esta con la comida.
Esto,junto a las técnicas para asustar a los bebés y obligarlos a correr hacia una de las dos madres y a experimentos de aislamiento d los monos para ver cómo los que se habían criado aislados del grupo tenían problemas para aparearse,hizo q,en 1985,sus experimentos se detuvieran
6. El experimento del efecto Halo (1977)
Año 1977. Los psicólogos Richard Nisbett y Timothy Wilson se proponen continuar un estudio iniciado 50 años antes acerca de un concepto conocido como “El efecto Halo”, un fenómeno descrito en los años 20 por el psicólogo Edward Thorndike
que consiste en cómo las personas solemos prejuzgar a los demás, otorgándoles o limitándoles oportunidades sin contar con suficientes datos sobre ellas.
Para profundizar en este concepto psicológico, Nisbett y Wilson desarrollaron el conocido como “Experimento del efecto Halo”.
Usaron a 118 estudiantes universitarios (56 chicas y 62 chicos) y los dividieron en dos grupos, pidiéndoles que evaluaran a un profesor belga que tenía un acento inglés muy marcado.
Pero aquí venía el truco. Se grabaron dos vídeos del profesor belga. En uno de ellos, se veía cómo interactuaba amigablemente con los alumnos de la cinta. Y en el otro, se veía cómo se comportaba de forma hostil. A los estudiantes del experimento se les mostró una u otra.
Después de ver una de las dos cintas, se les pidió que calificaran la apariencia física y acento en una escala del 0 al 8.
Los resultados indicaron que, a pesar de que los conceptos a analizar no dependían del comportamiento, el 70% de los participantes que vieron la cinta “buena” dieron un 8 al profesor; mientras que el 80% de los que vieron la cinta “mala” dieron notas cercanas al 0.
Por acá les dejo el hilo de hilos por si quieren seguir con más contenido🧵
muchas gracias a @Polbertraan por su artículo. Por acá dejo su canal de YouTube que es muy bueno
youtube.com/c/polbertran
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