En 1985, las madres contra la droga gallegas crearon la Fundación Érguete. En su presentación entregaron una lista de bares donde se traficaba con la droga que mataba a sus hijos. No tardaron en descubrir que la complicidad llegaba a personas que pedían el voto para el PP.
En los años 80, la política y la policía miraban hacia otro lado con el narcotráfico. Los grandes capos gallegos se sentían impunes e incluso protegidos. Se habían convertido en los "reyes" de Galicia y podían comprarlo todo: votos, voluntades, políticos, etc.
El narcotráfico fue un contrapoder en Galicia durante la Transición. Era un campo abonado para el tráfico ilegal de todo tipo.
Si la política y el narcotráfico se asociaban todos salían ganando:
Unos sacaban mayorías absolutas y otros hacían negocios muy rentables.
Así surgieron personajes como Celso Lorenzo, Vicente Otero "Terito", amigo de Fraga, condecorado con la medalla de oro y brillantes del PP, o José Ramón "Nené" Barral, alcalde de Ribadumia, o Manuel Díaz González, alias Ligero.
Todos los narcos pedían el voto para el PP.
Era una red tan tupida que era difícil distinguir quién era el alcalde y quién el narcotraficante. Ese entramado aprobado socialmente se heredaba de padres a hijos y proporcionaba muchos votos a sus socios cuya misión era mirar a otro lado desde la política.
El periodista Perfecto Conde narraba una escena en el parador de Cambados en la que el debate entre la nueva y vieja guardia sobre cuánto dinero debían aportar a la campaña de los populares. Pero no bastaba con financiar al PP con dinero del narcotráfico.
Esto no os lo vais a creer, pero quien quiera puede comprobarlo:
La sede del PP en Cambados es propiedad de uno de los narcos.
El local fue designado hace más de tres décadas como sede de Alianza Popular y actualmente es el lugar de encuentro del Partido Popular cambadés.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.