Emilio Tejera (emilio-tejera.blogspot.com) Profile picture
Escritor por amor a primera vista, siempre con una historia en marcha. Científico apasionado por la divulgación. Hallaréis textos míos en https://t.co/xJS3Y5topL

Oct 7, 2023, 30 tweets

Cuando uno hace un hilo, promete llevarte a lugares hermosos. Yo no.
Hoy hablaré de un sitio donde algunos creían que se hallaba la entrada a otro mundo. El problema es que, para entrar, debías morir.
Bienvenidos a LA PUERTA DEL INFIERNO.
Abandonad, al pasar al 🧵, toda esperanza

Para empezar, definamos lo de “puerta del infierno”. Mucha gente creería que es la entrada a una delegación de Hacienda, pero otros, por “Puertas del Infierno”, entienden éstas que elaboró el escultor Rodin, de las cuales distintas copias se exponen en diversos museos del mundo.

Otros consideran que la entrada al infierno es esa abertura en Turkmenistán, creada en 1970 por los soviéticos por error, y que no paraba de liberar gas natural. Sus creadores pensaron que la mejor manera de detener la salida de gas sería prenderle fuego... y aún sigue quemándose

Pero no. Hoy nos referiremos a un lugar que se encuentra en la turca Pamukkale. Hubo un tiempo en que Turquía era una parte más del mundo griego, y sus historias iban asociadas a epopeyas míticas, y guerreros de larga melena… Bueno, en eso la fama de Turquía no ha cambiado mucho

Pamukkale, entonces llamada Hierápolis, fue conocida desde el principio por su paisaje kárstico, el cual, en combinación con el manantial de aguas termales que contribuye a generarlo, le hizo adoptar fama como lugar de baños medicinales.

De hecho, hoy en día, los turistas siguen acudiendo a disfrutar de las piscinas naturales, o de otras artificiales como la conocida como “piscina de Cleopatra” (aunque probablemente la reina nunca se bañó allí, los mármoles de construcciones hundidas le dan un atractivo especial)

En torno a esos baños fue creciendo una ciudad que contó con un importante teatro y otros edificios públicos. Pero entre todos, hay uno que llama especialmente la atención. Tanto que, hasta hace muy poco, estaba prohibido completamente su acceso, ya que era territorio de Plutón.

Nadie sabe cómo surgió la leyenda. Probablemente, los habitantes de la zona observaron que, cerca de un lugar determinado, los pájaros que se acercaban, a los pocos segundos, fallecían de manera fulminante.

Entonces pensaron en el dios Plutón (Hades para los griegos, planeta enano para los astrónomos sin corazón), ése que gobernaba en el inframundo donde se juzgaba a los muertos.

Ante este fenómeno natural, la interpretación religiosa conllevaba que había que erigir un templo dedicado al dios de los infiernos (que se ha denominado Plutonium porque la ciudad, griega en origen, acabó asimilada por la cultura romana).

Por lo visto, llegó a haber dos. El Plutonium antiguo consistía en un agujero donde unas escaleras llevaban a una caverna subterránea de la cual, desde unas aguas a alta temperatura, emanaba un gas caliente hacia la superficie.

Se cree que esta zona se abre a un depósito de CO₂ que se liberaba al exterior. El gas se dispersaba luego la atmósfera, pero en las cercanías de la cueva era tan denso que asfixiaba a los pájaros que se acercaban, atraídos por el calor del aire. He ahí la explicación científica

Desde muy pronto, el lugar se asoció no sólo a Hades, sino también a Cibeles. El origen del culto a esta diosa empezo en esta región, y siempre tuvo una gran conexión no sólo con la tierra fértil, sino con la muerte, como comentamos en este otro hilo:

Se cree que los sacerdotes de Cibeles, de hecho, administraban el Plutonium de una forma bastante teatral. Por un lado, vendían pájaros a los visitantes (peregrinos procedentes de tierras remotas) para que estos comprobaran cómo las aves morían en las cercanías del agujero.

Los sacerdotes eran aún más provocadores. Se introducían en el hueco que “conducía” al inframundo: allí aguantaban la respiración, y aprovechaban ciertos resquicios donde el gas (que se concentra en las zonas más bajas) no se acumulaba, demostrando que eran capaces de sobrevivir

Con el tiempo, se erigió un nuevo Plutonium a 200m del original, que fue cerrado. Este nuevo templo era más espectacular: la abertura al inframundo se abría a una piscina, mientras que en la parte superior se erigía una estatua de Hades y de su perro Cerbero, hoy día restauradas.

En este nuevo emplazamiento, el principio físico del "milagro" era el mismo: el CO₂ salía al exterior desde las profundidades y, por una mayor densidad, tendía a acumularse en las zonas bajas (la neblina podía incluso vislumbrarse, de acuerdo al testimonio del cronista Estrabón)

La temperatura también jugaba un factor, de tal manera que, por el día, el gas se dispersaba con más rapidez en el aire, pero durante la noche y el amanecer permanecía cerca del suelo, liquidando a los animales que se acercaban por allí.

Por supuesto, la teatralidad volvía a estar garantizada: los sacerdotes se introducían en la psicina con un animal para el sacrificio, normalmente un toro atado por una cuerda. Entonces, los dos se acercaban a la puerta del infierno, adonde los presentes no podían parar de mirar

Como el CO₂ se situaba en la zona inferior, el animal moría, mientras el sacerdote, con la cabeza más alta, sobrevivía, exhibiendo su control sobre fuerzas sobrenaturales. Los asistentes estaban encantados de ver cómo el sacrificio por el que habían pagado era aceptado por Hades

Tan espectacular era el truco que incluso el cronista Estrabón -que ya sabía que el aire y el hecho de respirarlo jugaban un papel- no tenía claro si los sacerdotes de Cibeles (¿quizá por tratarse de eunucos?) tenían poderes especiales que les permitían salir de esa trampa mortal

Múltiples escritores latinos como Estrabón, Dión Casio y Plinio el Viejo, hablaron de este lugar. Después, la ciudad sufrió una serie de terremotos: la misma actividad geológica que había generado las aguas termales y el Plutonium la condenó a la decadencia y un largo olvido.

Empero, incluso cuando Hierápolis volvió a la luz, gracias la arqueología y el turismo, el lugar donde se hallaba el Plutonium se mantenía protegido por rejas, tratando de evitar a los despistados un infausto final, ya que los gases tóxicos siguen liberándose en sus inmediaciones

Pero al fin, años después, y después de un trabajo arqueológico muy intenso por parte de la Universidad de Salento, por lo visto ya reúne las condiciones de seguridad para ser visitado por el público. Así que, si vais a Turquía -por lo que sea, ejem- y pasáis por allí, avisadme

Aunque hay otros sitios que presumen de ser la entrada al infierno, basándose en el mismo principio, éste ocupa un lugar especial en el imaginario común. De hecho, no descarto escribir un libro donde este lugar juegue un papel. Si este hilo triunfa estaré más cerca de conseguirlo

Y con eso finalizamos el hilo de hoy. La autoría de las fotos se nombra en la descripción (salvo una que se me ha olvidado y cuelgo aquí), son de libre acceso o están firmadas por el proyecto Maidan, cuya página web ofrece abundante información sobre el Plutonium de Hierápolis

Así que ya sabéis, si el hilo os ha gustado (y queréis contribuir a que escriba más sobre el tema), llenadlo de corazoncitos, retuits, seguidme o iros al infierno… siempre que, como dice Asimov, sea un lugar donde esté toda la gente guay y os lo paséis de lujo.

Y si os ha gustado este hilo, en esta cuenta tenemos unos cuantos sobre historias que os pueden gustar. Por ejemplo, y muy a juego con este asunto, cómo un edificio de Argentina consiste en un enorme homenaje a Dante y a su comedia de temática infernal:

Hale, feliz sábado, y no olvidéis de cerrar el gas. Nos leemos

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