Matan a la reina de la coca en Medellín, Colombia
Abro hilo 🧵 con la historia y los detalles del brutal asesinato de la capa del narcotráfico la semana pasada en Medellín. María del Pilar Zea, mejor conocida como la Reina de la Coca, fue asesinada como en una película de la mafia siciliana: cita dentro de un vehículo, ahogamiento y disparos con silenciador. Este crimen conmocionó al mundo de la mafia.
¿Quién era la Reina de la Coca?
Se trataba de una mujer de 44 años que se inició como amiga de alias Chupeta hace más o menos 20 años; incluso, en 2006, lo visitó en Brasil antes de su captura en 2007 y una fuente en Cali me asegura que ella tuvo que ver en esa delación. Después, regresó a Cali, donde conoció a más gente y, poco a poco, se fue metiendo en el negocio. Es a partir de 2015 cuando comienza a traficar cocaína en grandes cantidades hacia países de Centroamérica, México y con destino final a EE. UU. Llegó a convertirse en una capa invisible por su sagacidad; manejaba muy bien las relaciones públicas de alto nivel y aprovechaba su belleza para ganarse la confianza de los capos. Eso le pasó con alias Otoniel, capturado en octubre de 2021, quien le suministraba la droga que ella negociaba con cárteles mexicanos para llevarla hasta Centroamérica.
En Colombia, María del Pilar Zea enfrentaba investigaciones por constreñimiento ilegal y amenazas. En marzo pasado, se gastó alrededor de 200,000 dólares en la fiesta del matrimonio de su hija María Paula Trujillo con el cantante Pipe Calderón, que fue cubierto por el programa La Red de Caracol Televisión, como vemos en este video, donde cantaron grandes artistas y hubo derroche de dinero y comida en una gala donde asistieron muchos miembros del cartel que ella lideraba.
En esta casa del poblado estableció su centro de operaciones después de que le tocó salir de Cali por el tema de deudas y amenazas. Según las autoridades, estaba siendo investigada por la justicia de Estados Unidos debido a su presunta participación en una red de tráfico de estupefacientes que operaba desde el Pacífico y el golfo de Uraba en el Atlantico, con rutas hacia Centroamérica y Estados Unidos. Se trataba de una mujer jovial que le encantaba la buena vida y gastar dinero en grandes propiedades, autos de lujo y viajes por todo el mundo, pero tenía un enfoque especial: los relojes Cartier. Tenía una colección de 12 piezas. Sin embargo, en el bajo mundo era implacable para los negocios y para ajustar cuentas con quienes querían aprovecharse de ella; también era conocida como la viuda negra. El seguimiento de las autoridades estadounidenses comenzó desde 2018, pero fue en 2022 cuando encontraron pruebas certeras con el decomiso de 1,2 toneladas de cocaína en Puerto Limón, Costa Rica, cargamento relacionado con María del Pilar Zea. Los expedientes en su contra se encontraban en cortes federales de Florida y Texas, donde otros narcotraficantes la señalaron como una exportadora clave de cocaína.
Asesinato de película
En los últimos 6 meses, se le habían caído 3 embarques de droga, más de 5 toneladas en total, en el Golfo de Urabá, de donde sacaba lanchas rápidas hacia Centroamérica. Por estas pérdidas, había adquirido deudas por más de 10 millones de dólares, producto de los altos decomisos del gobierno de Petro, lo que le ocasionó problemas con el Clan del Golfo, que es un monstruo de mil cabezas que no perdona las faltas. Le dieron varios meses, pero no pudo cumplir. El jueves, en el día, recibió una llamada donde la citaban en el centro comercial Mall del Este, muy cerca de su mansión del Poblado. La cita era a las 7 de la noche. Ese día estuvo ansiosa, no sabía si asistir, pero resolvió enfrentar el problema y llegó en su camioneta Toyota TX Land Cruiser blindada con su pareja, Jhon Fredy Toro Hincapié, conocido como DJ Toro, un caballista y disc jockey. Esperaron por un momento hasta que apareció Andrés, alias El Chino Arias, que, muy al estilo de la mafia siciliana, abordó la camioneta y se sentó en la parte trasera. DJ Toro no podía estar presente en la conversación y se bajó a buscar bebidas.
Mientras ellos arreglaban la deuda, tuvieron una fuerte discusión dentro del vehículo, y el Chino la ahogó con una bolsa plástica. Este tipo de prácticas se les hace siempre a los sapos que filtran información a la DEA. Luego, le propinó dos disparos en la cabeza con una pistola con silenciador que no alertó a nadie dentro del parqueadero. El Chino Arias se bajó normalmente, sin dejar ni una sola gota de sangre en el piso, y abordó su vehículo, un Chevrolet Emotion gris, y se marchó. Trabajo limpio, como dicen en la mafia. Las cámaras de seguridad del centro comercial captaron al agresor descendiendo del vehículo con la bolsa que ahogó en la mano. Cuando su pareja el DJ Toro regresó y de nuevo abordo la camioneta la encontró agonizando y sangrando, la llevó a una clinica del sector, pero llegó signos vitales. La reina de la Coca acababa de fallecer, algo parecido le ocurrió a la otra reina de la coca de los 80 Griselda Blanco, también asesinada de dos balazos por un sicario en Medellín por temas de delaciones.
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