Ayer se aprobó la ley de urbanización de villas y hoy se anunció un ambicioso plan de aumento de las exportaciones. Una reflexión al respecto👇 ... aclarando desde ya que haré uso de adjetivos poco precisos, pero creo que la idea es clara #UrbanizaciónDeVillas #ArgentinaExporta
En el debate público es común encontrarse con opiniones muy a favor de cualquier medida “redistributiva”, “social”, “progresista” o como quieran llamarla. Y a su vez muy en contra de políticas “macroprudenciales”, “productivas”, o “a favor del sector privado”.
Siempre me llamó la atención la falta de conexión que hay en el debate público entre la esfera “económica” y la “social”.
Te encontras con gente que piensa que se puede tener una sociedad rica, igualitaria, progresista con una economía cerrada comercialmente, aislada financieramente, con empresas ahogadas por impuestos y regulaciones y que deben afrontar costos laborales, logísticos, etc. altísimos.
Se cree comúnmente que se puede distribuir riqueza antes de (o incluso sin) generarla, quizás por ese pensamiento histórico que nos quedó grabado de que somos un país rico, con abundancia de todo.
Lo cierto es que hace años que Argentina se viene empobreciendo relativamente a cualquier grupo de países con el que se quiera compararlo: los históricamente desarrollados, los asiáticos que se desarrollaron desde los 70, los latinoamericanos…
No existe redistribución sin generación, o puede existir por un corto plazo hasta que la economía no aguante más y viene “el ajuste”. Y, aunque pueda sonar antipático, creo que Argentina ha avanzado mucho más en redistribuir que en generar riqueza en las últimas décadas.
De hecho, hay casos clarísimos de destrucción plena de riqueza. Y en parte ese es un problema profundo que no le permite avanzar.
Hay que comprender de una vez por todas que para redistribuir hay que generar, y que ambos procesos son procesos graduales, difíciles y no automáticos.
No se crece, no se avanza socialmente, no se desarrolla ningún país por arte de magia, en un par de años. Son décadas de trabajo, de mejora constante de la eficiencia, de procesos innovativos que se van acumulando, de progresos regulatorios, del intercambio con el resto del mundo
Por primera vez en mucho tiempo creo que un gobierno está entendiendo esto y está actuando en consecuencia, con todas las dificultades propias del desorden macroeconómico heredado.
Que entiende que no hay nada peor en términos redistributivos que una crisis de deuda por exceso de déficit público, o una de balanza de pagos por salarios en dólares insostenibles.
En resumen, que no cree que haya incompatibilidad entre generación de riqueza y redistribución sino todo lo contrario.
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