Abro hilo para tratar de explicar por qué los dictadores de género se obstinan en hacernos creer que los crímenes contra la mujer no son culpa de las personas que los comenten, sino de la sociedad, del patriarcado y del machismo.
Si la culpa fuera individual, del varón ( las más de las veces, aunque no siempre) o de la mujer, bastaría con que el Estado reaccionara con una respuesta individual en forma de sanción penal, más o menos contundente, según distintas concepciones.
Pero si la culpa fuera individual, la intervención del Estado se reduciría a eso. A determinar la culpa, y a aplicar la sanción. Incluso, a establecer medidas de reinserción que cualquier conocedor del sistema penitenciario sabe papel mojado, pero bueno, queda bien.
En cambio, si la culpa no es del individuo sino de la sociedad, el Estado tiene un filón ante sí para intervenir vidas y haciendas. Para imponer pensamientos y administrar dineros. Una tentación insuperable para quienes aspiran a ejercer el poder por el poder.
A estas alturas y con estas premisas, ya sabemos que la culpa tiene que ser, nolens volens, de la sociedad. No cabe la culpa individual. La culpa es colectiva. Pero no se preocupen. Ahí está el Estado para exprimir en beneficio propio esa inculpación colectiva.
¿Y cómo exprime el Estado en beneficio propio esa inculpación colectiva? En 1er lugar, no admite q se cuestione el carácter colectivo de la culpa. Quien ose hacerlo, será un machista. Sencillamente para q no se le venga abajo todo el andamiaje sociológico que sostiene el engaño.
En segundo lugar, la enorme magnitud de la culpa social, necesita de una respuesta de igual magnitud. Una respuesta que tiene dos caras. Una sociológica ( controlar el pensamiento) y otra económica ( controlar el dinero que se destina a luchar contra esa culpa colectiva.
La respuesta sociológica, resumida/, consiste en convencer a la población de que es necesario que el Estado está ahí para DICTAR lo que la gente ha de asumir sin pestañear. Y a fuerza de repetir este esquema, a fuerza de la connivencia de los medios, lo consigue.
La sociedad ya está preparada para que una ministra de justicia que bromea sobre puticlubs e informaciones vaginales, pueda pontificar sobre protección de la mujer, porque para eso es feminista. Y la gente se lo traga como lo más natural. El Estado, que lo ve, continúa…
Deformado el pensamiento de la población hasta este nivel, la población sumisa e irreflexiva, ya está lista para admitir que ese mismo Estado cree de la nada, cuantos chiringuitos en los que colocar a los afines tenga por conveniente, siempre que sean “ por el feminismo”.
Y aquí entramos en la parte de los dineros. Ministerios, Consejerías, Departamentos de Diputaciones, Concejalías, Universidades, Cátedras, incluso titulaciones, observatorios, … y asesores/AS de todo tipo, hacedores/As de informes…. ¿Qué?, ¿es o no es un negocio?
De manera que si usted, amantísimo esposo DE MUJER, abnegado padre DE HIJAS, ferviente hijo DE MADRE…osa poner en duda todo este andamiaje, usted estará poniendo en la picota mucho más de lo que cree poner. Y el Estado, no se lo va a consentir.
Por todo ello, muchas personas de buena voluntad, se tragan la bola. España es un país de buena gente. De buenos hombres, y de buenas mujeres. Uno de los países con menos criminalidad del mundo.
Y el Estado, léase los políticos, abusan de esa bondad.
Fin.
Y el Estado, léase los políticos, abusan de esa bondad.
Fin.
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