¡Atención, chicas! Tened mucho cuidado con esta planta. Si la véis, ni se os ocurra pisarla o un ser vivo crecerá y habitará en vuestro interior. Abro hilo ⬇️. 
Quizás la flor no la conozcáis, pero os aseguro que está más cerca de lo que creéis, porque se trata de… ¡la borraja! 🌱
Ahora es el momento en el que os preguntaréis: “¿y qué le pasa a la borraja? Ayer comí y no he notado nada extraño”. Pues veréis…
Resulta que, durante la Edad Media, existía la creencia (muy extendida, por cierto) de que la borraja tenía la maravillosa propiedad de dejar embarazada a cualquier mujer que la pisara.
Son numerosos los textos medievales referidos a este mágico suceso. Por las calles se podían escuchar fácilmente estas palabras: Hay una yerba en el campo / que se llama la borraja. / Toda mujer que la pisa / luego se siente preñada.
Pues sí, amigas. Quedarse embarazada en la Edad Media era tan fácil como salir a buscar borraja y pisarla. No hacía falta nada más: si supieran las mujeres /qué hierba es la borraja, / no harían falta los hombres, / que ellas solas se empreñaban.
¡Pobre Doña Urgelia! Pisó la borraja y notó cómo le empezaba a cambiar el cuerpo al instante…
¡Pobre Doña Enxendra! También pisó la borraja… ¡Qué mala pata!
¡Pobre doña Eugenia! Nadie le dijo lo qué ocurría con las borrajas…
Como os digo, tened mucho cuidado con esta planta, por favor. No queremos que lo que les pasó a estas mujeres vuelva a suceder 😉.
La verdad es que no se sabe muy bien el origen de esta creencia, pero podríamos considerar que Gonzalo de Berceo fue el primero que escribió sobre ella en su obra Milagros de Nuestra Señora (siglo XIII). #literaturamedieval
Os suena Gonzalo de Berceo, ¿verdad? Fue un monje nacido a finales del siglo XII que vivía en San Millán de la Cogolla (La Rioja).
Berceo también escribía y llegó a ser uno de los representantes más importantes del #MesterdeClerecía, nombre con el que agrupamos los textos escritos en cuaderna vía entre los siglos XIII y XIV por autores cultos.
¿Y qué es la cuaderna vía? Pues un tipo de estrofa formada por cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) con rima consonante y continua, del tipo AAAA. Cada verso se divide en dos mitades llamadas "hemistiquios".
Esta estrofa es la que utiliza Berceo en los Milagros de Nuestra Señora, que es una colección de 25 milagros. Cada milagro es independiente y tiene una introducción, un nudo (un pecado o tentación del diablo) y un desenlace, que es el milagro o el perdón de la virgen.
El milagro XXI es el que nos interesa. Se titula "De cómo una abadesa fue prennada et por su convento fue acusada et después por la Virgen librada". Es decir, una abadesa se queda embarazada, en el convento la quieren condenar por pecadora, pero la virgen la salva.
Resulta que la abadesa era muy buena y simpática, pero un día “pisó por su ventura / yerba fuert enconada, / quando bien se catido / fallóse embargada”. Es decir, que pisó una hierba hinchada (enconada) y, para cuando se quiso dar cuenta, ya estaba embarazada.
Bueno, aquí Berceo no menciona ninguna borraja, pero la idea es la misma.
Llegados a este punto, os preguntaréis qué le pasó a la pobre abadesa. Pues bien, resulta que las monjas la querían condenar y llamaron al obispo para que viera el percal. Cuando llegó el obispo, el embarazo se notaba mucho y la abadesa no lo podía ocultar de ninguna manera.
Sin embargo, la noche anterior al juicio, la abadesa rezó y suplicó a la virgen María que la ayudara. ¿Y qué hizo la virgen? Pues “desembarazarla”. Y de un momento a otro, ni rastro del bebé.
La abadesa se tocó el cuerpo, incrédula, y se encontró el vientre plano y la cintura muy delgada. ¡Una abdominoplastia le hizo la virgen! Es que igual nos pensamos que la virgen no tenía tiempo con tantos milagros, pero quizás estudió cirugía en sus ratos muertos.
Total, que al final el obispo no pudo hacer nada contra la abadesa, aunque las monjas intentaron que la castigaran. Pero como no había evidencias de un embarazo, pues se quedó todo “en agua de borrajas”.
Qué maja la virgen María, ayudando a todas las mujeres que se encuentran en la misma situación que ella: embarazadas por obra y gracia del espíritu santo.
Así que ya sabéis, si no queréis que os pase como a todas las mujeres que he mencionado aquí, y muchas otras de las que no se ha escrito nada, tened mucho cuidado con lo qué hacéis y usad siempre protección (unas botas de seguridad, por ejemplo). Cierro hilo 🌸.
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