Pues na, tercera parte: "Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros. Y de casito". Lincoln era un muchachico de pueblo, muy noble y sin maldaz. No era especialmente hábil en nada, pero tenía coco. Y una visión de la estrategia política más que destacable.
Un compañero suyo en la abogacía, oficio que desempeñó durante no mucho más tiempo que Pablo Casado, dijo de él que era "la más grande personalidad desde Jesucristo". Alguien ha dicho eso de vosotros alguna vez, putos vagos?
El mismo tipo que dijo eso, William Herndon, también dijo de él que "su ambición era un pequeño motor que no conocía descanso". Y no erraba en ninguna de las dos afirmaciones.
Que era el mayor personaje desde Yisuscraist era cierto porque el "Lincoln público" fue más una construcción ideológica que otra cosa. Que el tío era un arribista con una extraordinaria habilidad para saber qué sol calentaba más, pues un poco también.
A ver, en términos estrictos estamos hablando de un tipo que daba bastante cosica. Llamaba "madre" a su esposa.
También se ha chafardeado mucho con la orientación sexual de Lincoln. Tenía un amigo de su juventud, Joshua F. Speed, con el que se intercambiaba cartas MOE cariñosas--sin ser subidas de tono. Esas habladurías son comprensibles, aunque tampoco hay muchas más pruebas de nada.
Otro detalle curioso es que es el único presidente yanqui con una patente a su nombre, la Nº 6.469. Era un mecanismo para barcos fluviales que no había por dónde cogerlo y no llegó a fabricarse, pero ahí tenéis a Abe, EMPRESARIANDO, CREANDO, INVENTANDO EN SU GARAJE.
Se dice de Lincoln también que en su adolescencia, en lugar de pajearse como cualquier adolescente, se ponía a ensayar discursos frente al espejo, cosa que le daba bastante coraje a su viejo, porque el chaval en lo que es trabajo físico era un negado.
¿Otro detalle curioso más? LA ESCLAVITUD LE IMPORTABA UNA PUTA MIERDA. No se metió en la Guerra Civil por eso. La abolición de la esclavitud fue un efecto colateral (uno muy beneficioso, sin duda), pero no era esa la principal preocupación de Lincoln.
Dijo en 1836 que estaba dispuesto a permitir el sufragio a todos los blancos que pagaran impuestos y portaran armas, sin excluir a las mujeres en ningún caso. Algo bastante atrevido, PERO.
Esto lo dijo en Sangamon, Illinois. La constitución de Illinois ya permitía entonces el sufragio a todo varón blanco mayor de edad SIN MÁS REQUISITOS. Lincoln en realidad estaba limitando (más) el sufragio con el tema de los impuestos.
Bueno, pues así TODO. Progresista en apariencia, pero poco más. A ver, en las cartas que se mandaba con su mencionado colegón sí muestra rechazo al sistema esclavista. Pero ese rechazo lo mostraba en privado y en política no hacía gran cosa que materializase tal rechazo.
De hecho nunca perdía la ocasión de condenar cualquier acción "extralegal" (por así decirlo) de los abolicionistas. Podía no gustarle la esclavitud, pero no tenía prisa ninguna en abolirla.
Esto ya lo tuiteé en una ocasión. Son dos fragmentos (traducidos, disculpas de hantevraso por el formato) de dos discursos de Lincoln pronunciados EL MISMO AÑO (1858, creo) Y EN EL MISMO ESTADO (Illinois). Veletismo at its finest.
Lincoln no veía blancos ni negros, esclavos ni hombres libres, explotadores ni explotados, ricos ni pobres. Sólo veía españESTADOUNIDENSES.
El tema es que, a pesar de todo ello, a pesar de las inhumanidades del sistema esclavista, al año siguiente, 1859, tuvo los HUEVAZOS de decir que en América no existía una "clase permanente de trabajadores asalariados".
En aquella época precisamente se empezó a hacer EL LOCURÓN de comparar los salarios del llamado "trabajo libre" con el coste de la vida, véanse los informes del Massachusetts Bureau of Statistics of Labor o el futuro Aldrich Report de 1893.
Ya entonces hasta los antepasados de Ben Affleck sabían (a la luz de estadísticas y datos demostrables) que los salarios eran demasiado bajos como para que hubiera una posibilidad real de ahorrar y, por lo tanto, ascender de empleado a empleador.
El funcionamiento de la "escalera social" yanqui ya era regulero para con los trabajadores asalariados, imagínense cómo funcionaría con:
a) Esclavos liberados
b) Esclavos fugados
c) Mujeres trabajadoras
e) Esclavas liberadas/fugadas.
Entretanto, había un señor del norte llamado Edward Atkinson. El señor Atkinson era un empresario grosso de la manufactura de algodón con una influencia política que haría que Florentino Pérez pareciese Lagarder Activista en comparación.
En 1861 Atkinson escribió un libro llamado "Cheap Cotton and Free Labor" en el que abogaba por el fin de la esclavitud porque los costes del cultivo de algodón eran más bajos bajo un régimen de trabajo asalariado que con mano de obra esclava.
No es ninguna locura. Los grandes complejos empresariales eran prácticamente ciudades autónomas. Si los alojamientos de los empleados en régimen de alquiler, las tiendas de comestibles y demás eran propiedad del empresario, las cuentas cuadran perfectamente.
El chiste está en que Atkinson tenía línea directa con Lincoln. Hasta le recomendó a un colega suyo (E. Wells) para los trabajos de investigación sobre estadísticas, impuestos... Wells acabó siendo los ojos de Atkinson en Washington D.C.
Llegó un momento en el que Atkinson sabía las medidas del gobierno, leyes o aranceles ANTES de que se hicieran públicas.
De este modo, la abolición de la esclavitud en la Guerra de Secesión yanqui fue un muy positivo efecto colateral del conflicto, no su causa. Y no fue una revolución en pos de la abolición, fue una medida cuyo impacto estaba previsto y muy controlado.
La Guerra de Secesión puede considerarse en parte la abdicación simbólica de una aristocracia económica (los grandes terratenientes sureños) en favor de otra (los gigantes industriales del norte).
La abolición de la esclavitud, como la historia ha demostrado, fue cualquier cosa menos una emancipación real de la población afroamericana. Y, desde luego, el Sueño Americano entonces y ahora, no es más que eso, un sueño, para la clase trabajadora, independientemente del color.
ENOUGH TURRA FOR TODAY. En el próximo capítulo igual ya me meto en los "felices" años 20, en la era del jazz, el bebercio de contrabando Y EL FORNICIO.
EL PUEBLO quiere un capítulo cuatro?
Al final se me ha pasado contaros cómo Lincoln compaginó la presidencia con la caza de vampiros. Bueno, en otro momento.
Buenas tardes.
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Una población que se sienta segura y feliz es una bomba de relojería: no va a hacer concesiones, no va a retroceder ni un centímetro ni va a renunciar pacíficamente a aquello que le pertenece.
Enséñales el frío, el hambre y la miseria. Llévala a su barrio. Échales de su casa. Ahógales en deudas. No les dejes ahorrar ni un céntimo. Te darán setenta horas de su vida a la semana si es necesario.
Os habéis parado a pensar alguna vez que nadie en su sano juicio quiere tener dos o tres trabajos? En serio. Nadie. Es más, me atrevería a llevarlo más lejos: la mayoría ni siquiera trabajaría si no tuviera que hacerlo para poder comer.
Lo digo a hilo de lo de la semana laboral de 32 horas, y de paso respecto al repartidor muerto ayer mientras intentaba entregar una hamburguesa y al psicópata de Glovo diciendo que su plataforma es lo bastante flexible como para permitir a los riders tener dos o tres trabajos.
En la década de 1930 Keynes, en vista de la llegada de los primeros electrodomésticos, "predijo" que para finales del siglo XX apenas haría falta trabajar más de 15 (QUINCE) horas a la semana. Casi un siglo después, se habla de currar 32 horas y se te tiran al cuello.
Poco hay más pastoreable—y pastoreado—que “disidencia” conspiranoica y “terceraposicionista”. La clave, al hilo de lo que apunta @NuncaDespedia, es el antimaterialismo.
La negación sistemática en base a la hipótesis “alternativa” de los designios oscuros y prácticamente incognoscibles (salvo para los profetas, claro). Una especie de teoría del todo donde el único requisito es la contradicción.
Basar la conclusión en la evidencia negativa: nada es demostrable de una manera clara porque, de serlo, se vendría abajo y arruinaría el plan oculto y la mano negra que lo dirige.
No falla. Los que braman por “premiar la medriocridad” con las becas nunca se incluyen entre los mediocres.
Hay mil cosas que afectan a la nota media, la renta entre ellas. Mi más sentido reconocimiento a los de “pues yo pedía en el metro pa comer y mi nota media era de 9,9”, pero sabéis perfectamente que el desahogo económico influye positivamente en el rendimiento académico.
Que si os molesta menos un mediocre con pasta para seguir en la universidad que un/a buen estudiante que no acaba la carrera porque no puede pagar el pastizal de la matrícula, lo de ustedes tiene un nombre.
Con cosas como esta se le ven muy bien las costuras al cuento de la meritocracia. Rómpete el culo haciendo una carrera, un máster y un doctorado, Pero la peñita guapa va a empezar desde el sitio al que tú quieres llegar antes de haber acabado la carrera. Aunque sea ilegal.
Te sacas la carrera como trámite para justificar el puesto que tienes apalabrado. Enmarcas el título universitario porque enmarcar la partida de nacimiento quedaría raro.
Como decíamos el otro día, más allá del poso ultrarreligioso, que siempre ha estado ahí, el principal reclamo que tenían las colonias inglesas en América era el económico. Y ese reclamo funcionaba especialmente bien con las clases más bajas.
Sin embargo, y a pesar de aquellas maravillas propagandísticas que se hablaban sobre las colonias, la realidad era que seguía faltando mano de obra. El viaje era una verdadera pasta, si podías pagarla; y si no, lo de la servidumbre por contrato no puede decirse que RENTASE MAZO.