100 empresas son responsables del 70% del cambio climático de origen antropogénico, pero los medios del capital responsabilizarán a "los consumidores" para introducir nuevos impuestos que acabará pagando la clase trabajadora. El capitalismo verde en acción.
El cambio climático se ha convertido en el mayor chantaje a la clase trabajadora: es la clásica doctrina del shock del capitalismo del desastre aplicada a la clase desposeída y explotada.
El ecologismo que no aplica con rigurosidad el análisis de clases sociales al cambio climático y a otras cuestiones globales también es el caballo de Troya del capitalismo verde y su doctrina del shock.
Hay gente que no se cansa de hacer el ridículo.
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1/ Las recientes declaraciones del magnate inmobiliario Tim Gurner pidiendo aumentar el desempleo y causar dolor en la economía muestran varias cosas, pero la gente se ha quedado con la mitad. Empecemos repasando sus declaraciones.
2/ "Necesitamos que aumente el desempleo. En mi opinión, el desempleo tiene que aumentar un 40 o 50 por ciento. Necesitamos ver dolor en la economía. Necesitamos recordar a la gente que trabajan para el empleador, no al revés".
3/ "Ha habido un cambio sistemático en el que los empleados sienten que el empleador es extremadamente afortunado de tenerlos, y no al revés. Tenemos que acabar con esa actitud y eso se hace infligiendo daño a la economía".
No lo recordarán, pero hace menos de 10 meses había politólogos de esos que llenan las tertulias que aseguraban que Sanna Marin, antes de ser derrotada, era una auténtica reina, que bailaba muy bien y que eso la reforzaba políticamente.
Si se sigue pensando en términos de esvásticas nada más, no se termina de entender cómo funcionan el imperialismo, el belicismo y la democracia liberal. Necesitan tanto al Batallón Azov y a Zelenski como a Sanna Marin.
Sanna Marin ha sido de los mejores agentes delegados del atlantismo y del peor belicismo, una AOC europea, una pieza indispensable, cuyo papel no podía ser ejercido por la (extrema) derecha más rancia y rapada.
El posmopopulismo se caracteriza por fragmentar al pueblo y generar identidades sin límite que se contraponen entre sí, mientras el capital se reproduce. Sumar, Yolanda Díaz, otra iniciativa del capital.
Qué bien lo están haciendo el PSOE y sus medios de producción de información. Son los amos del cortijo en el Régimen del 78.
España tiene una tasa de paro juvenil de 29,3%, la más alta tras Grecia en la eurozona, pero la vicepresidenta de España, Yolanda Díaz, es capaz de atreverse a promocionar la división generacional y aparentar que le preocupa la clase trabajadora joven.
Yolanda Díaz y Sumar presumen del apoyo de Tsipras, un político oportunista y desacreditado, quien hizo un referéndum en Grecia en 2015 y cuyos resultados se saltó para acabar claudicando ante la Troika y colaborar con el gran capital europeo.
Todas estas historias y estos engaños ya los hemos vivido y visto, como cuando el Podemos de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón apoyaba a Tsipras y este a Podemos.
Esa vía está fallida y muerta. El 15M es solo un fósil para nostálgicos. Lo de "Syriza, Podemos, venceremos" no se lo traga ni Zizek harto de cazalla. Un proyecto Manuela Carmena 2.0 sin base, ni ideas, ni historia, solo puede ser una farsa al servicio del PSOE. No hay más.
1/ Estados Unidos ya preparó la guerra contra Crimea y Dombás en 1957, al comienzo de la Guerra Fría, tal y como atestigua este documento desclasificado de la CIA de ese año, que dividía Ucrania por regiones o distritos.
2/ Las regiones I y II corresponden a Crimea y a Dombás (parcialmente) y ahí los analistas reconocen que son regiones leales y que no se posicionarían a favor de las operaciones militares estadounidenses.
3/ En la región III, llamada “Distrito Nordeste”, los habitantes locales mostrarían “mucha hostilidad” a las intervenciones de las operaciones militares estadounidenses y en la IV, Odesa, ocurriría otro tanto.
Zelenski dice que los Estados Unidos tendrán que enviar a sus hijos a la guerra en Ucrania. Alguien se opone. Y un europarlamentario de Vox se enoja, porque ve su modo de vida amenazado en Europa frente a Rusia y China.
Nadie se traga que la (extrema) derecha esté con Rusia.
Está siendo un espectáculo ver a los antiglobalistas de (extrema) derecha, desde Hermann Tertsch hasta Giorgia Meloni, agachar la cabeza y votar con la izquierda europea realmente existente y apoyar todo lo que propongan la OTAN y Washington.
Los del toro verde de Osborne ya pueden intentar hacer ruido con Tamames, que ni Hughes, ni Jinx les va a sacar del agujero en el que se meten. Están peor que Panameña Olona.