Nunca hablo por acá. Uso esta cuenta para subir análisis técnico de gráficos y algún fundamental. Empecé a usarla para compartir un poco parte de mi tiempo haciendo lo que me gusta, generar contactos, oportunidades. Pero la situación es grave, y a veces exige expresarse.
La realidad es delicadísima. Una caída de este nivel en una bolsa, como habrán visto, tiene casi nulos antecedentes en la historia contemporánea. Se hicieron muchas cosas mal. No se logró reducir el stock de leliqs de manera significativa ni bajar la tasa de forma regular
la inflación tenía períodos de baja temporales que retomaban su camino alcista en el corto plazo, se dilapidaron reservas de un modo insólito hasta encontrar el camino correcto para evitar la volatilidad, se subestimó la situación de los equities y los bonos
se festejaban correcciones de los Credit Default Swaps dentro de canales alcistas gigantescos, el gobierno no supo ver el impacto que generaría una suba de tarifas como la que implementó,
se creyó ingenuamente que por el hecho de que fondos de gran magnitud tuviesen posiciones fuertes en ADRs argentinos se garantizaba un escenario positivo para el mercado a mediano plazo,
no se supieron plasmar los logros en materia energética para transmitir tranquilidad no sólo a los mercados sino a la población, que es la que vota, se subestimaron las consecuencias que podía generar una salida masiva de leliqs en un contexto electoral adverso
o en un contexto electoral positivo sin reformas profundas de la gestión gobernante
No se discutieron las reformas económicas que necesitaba la Argentina y exigía el mercado para retomar la confianza, no se hizo una reforma laboral ni tributaria, y la reforma provisional quedó en la nada.
En ese contexto, el escenario actual era una cuestión de tiempo, y ese tiempo se acortó con una victoria de la oposición más fascista y peligrosa que ha tenido la historia democrática argentina.
Una coalición política formada por delincuentes, antisemitas, criminales de todo tipo aliados a regímenes totalitarios de amplio espectro, completamente ignorantes en materia económica, extorsionadores, pero que gozaron de un período internacional favorable
y que no sólo dejaron pasar una chance histórica para hacer crecer a la república, sino que decidieron vaciar la misma, robando en todas las capas existentes en el estado, dejando un país sin reservas, sin plata para pagar jubilaciones ni salarios, sin estadísticas
con miles de millones de dólares en deudas, sin relaciones internacionales. Sin nada. Dejaron un país fantasma, sin futuro, abandonado, como si no hubiera un mañana.
La situación actual, por lógica, es gravísima, no sólo por el porcentaje con el que esa fuerza política ganó las primarias, sino por la falta de ideas, de medidas, de propuestas que expresa la actual fuerza gobernante. No hay nada.
No se hacen remociones necesarias en el gabinete, no se anuncian medidas de alivio a la clase media que votó en contra por rechazo a las políticas tributarias, no se llama a líderes internacionales para que vengan a la Argentina a mostrar apoyo.
La conferencia de prensa presidencial no mostró fortaleza sino debilidad, buscando cargarle las culpas a otro cuando lo que debe hacerse en este contexto y de cara a los mercados es mostrar robustez, vitalidad y ánimo para cambiar la situación.
Mientras el presidente hablaba los bonos se derretían y los equities con GGAL a la cabeza hacían lo mismo a pesar de que la principal caída ya había sido hecha en la primer media hora del día.
Pero tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar esto. La elección, en mi opinión, no está definida. No lo está, porque esto es Argentina, y vivimos en un país volatil. El voto bronca, la gente que no fue a votar,el voto en blanco que vio lo que puede generar la oposición
y muchas otros votos que no fueron a la actual gestión tendrán un rol importante si la situación económica de acá a octubre no empeora lo suficiente como para llegar a las elecciones con posibilidades de llegar, al menos, a un 38-40% de los votos.
Se tienen que hacer alianzas con la oposición no fascista. Se trata de tener una república o ceder a la barbarie. Argentina en 2015 decidió desterrar la barbarie. No puede, 4 años después, volver al infierno que decidió abandonar.
Independientemente de las ineptitudes económicas y políticas del partido gobernante, se define el futuro de la Argentina en octubre. Quedan dos meses para cambiar esta realidad.
Con enojo por las reformas no hechas y por la ineptitud actual, pero con la certeza de que la república sólo puede mantenerse como tal si evitamos la vuelta del regimen fascista que supimos desterrar hace cuatro años.
Tengo 25 años, ganas de tener un futuro y de que mis amigos, mi familia y la futura familia que forme vivan en un país libre de todo tipo de totalitarismo. Por esa razón voy a hacer todo lo posible para que Macri, con quien no coincido en muchas cosas,llegue a octubre con chances
Es acá, es ahora. No nos queda más que unirnos todos para sacar el país adelante. Nada más.
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