HACE UNA SEMANA el Presidente propuso “devolver” a las empresas de radio y TV los llamados TIEMPOS FISCALES y prometió sacar un decreto que seguimos esperando. Mientras reflexionan en su equipo la nueva ocurrencia, les platico el análisis legal que apunta a que TODO es una FARSA. 
DESDE LA PALESTRA MAÑANERA refirió que la industria está pasando por un mal momento, por lo que quiere echarles la mano y que, en lugar de poner publicidad del Gobierno, tengan oportunidad de comercializar esos espacios. Dijo estar preocupado por los trabajadores. AJÁ.
VA un breve análisis de las implicaciones legales y financieras que tiene este nuevo despropósito y pueda usted juzgar por sí mismo si en realidad existe preocupación en el Presidente o representa una INGENIOSA ESTRATEGIA para deshacerse de medios que ve como ADVERSARIOS.
Hay que distinguir los Tiempos Fiscales (TF) de los Tiempos del Estado (TE), ambos se consideran Tiempos Oficiales. Los TE son transmisiones gratuitas diarias en cada estación y por cada canal de hasta 30 min para difundir temas de interés social que determine el Gob Federal.
Los TF consisten en el pago en especie de un impuesto aplicable a concesionarios de radio y televisión promulgado por Díaz Ordaz en 1968. Estos últimos son los que AMLO pretende “regresarle” a la industria.
Pero, ¿de qué manera pueden “devolverse” esos TF si únicamente representan el pago en especie de un impuesto más? La idea del AMLO es muy sencilla: la industria recupera estos espacios en sus programas y podrán venderlos a empresas que quieran publicitarse.
¿Hay algún problema? Sí, pues en el país donde el Jefe de Estado repite ad nauseam la frase “al margen de la Ley, nada; por encima de la Ley, nadie” resulta que tenemos una prohibición expresa en la Ley de Telecom y Radiodifusión de rebasar los tiempos de mensajes comerciales.
Estos tienen un límite que, naturalmente, tendría que ser agotado por toda radiodifusora y, en los casos en que no sea así, el problema será aún más grave. El art. 237 de la Ley limita el tiempo destinado a publicidad comercial a 18% por programa en TV y a 40% en radio.
¿Qué hay si se pasan? Se impondrán multas hasta del doble de los ingresos obtenidos por rebasar los topes de transmisión de publicidad (art. 311). Es decir, estos TF que supuestamente se “devuelven” a radio y TV no podrán ser utilizados para contratar publicidad adicional.
Pero NO SOLO ESO, sino que implicará más trabajo a las empresas, pues deberán generar MÁS CONTENIDOS, lo cual representará MÁS GASTOS y repercutirá en los trabajadores que supuestamente le PREOCUPAN a la 4T.
Por si lo anterior fuera poco, ahí va la cereza del pastel. ¿Recuerda que los TF son el pago en especie de un impuesto de Díaz Ordaz? De “devolverse” dichos espacios en las programaciones a los concesionarios, ¿cómo deberán responderle ahora al fisco? Obviaremos la respuesta.
El impuesto se encuentra previsto en una Ley del 1/dic/68. Sin embargo, por Decreto del 1/jul/69 se autorizó a la SHCP a recibir el pago a través de los famosos TF. La 4T no dejará sin efectos el IMPUESTO previsto en la Ley del 68’, sino el BENEFICIO FISCAL establecido en el 69.
La pregunta es, entonces, ¿resulta ser una medida favorable para los medios de comunicación que tanto ama el Presidente o, por el contrario, los pretenden sacar de la jugada? Saque sus propias conclusiones.
