Este tiempo raro de confinamiento nos invita a renovar esa intención de creer en la esperanza: algo puede cambiar si yo te miro diferente y vos me mirás distinto.
Ojalá, cuando hoy nos digamos “Felices Pascuas!” estemos reconociéndonos como dadores de esa capacidad de iluminar, de transformar nuestros recovecos oscuros, de darnos vida.