Hoy desapareció el Fonca que no era una Dirección General: tenía recursos propios, autonomía, y un objeto muy claro, no era discrecional ni corrupto. Esto significa que los recursos, como hace 30 años, estarán sujetos al capricho de funcionarios y a la corrupción de la SC.
Toda su normatividad ha sido tirada a la basura: podrán usar el dinero para hacer propaganda, como lo hace ya la SC, podrán ungir a funcionarios como jurados, imponer criterios ideológicos, castigar a críticos, y acabar con la libertad artística.
Esto significa la mayor degradación y el más desleal ataque que la cultura mexicana ha sufrido en décadas. Desde el principio eso buscaban. Los responsables son esos funcionarios traidores por los que votamos. Lagalmente pueden ya desaparecer el concepto de excelencia artística:
El Fonca no era un sistema clientelar y no comportaba la sumisión de artistas a funcionarios que lo dirigían, tampoco postergaba pagos ni se jineteaba el dinero como lo hace la SC, era realmente una excepción virtuosa. Estamos frente a una atrocidad.
Todo el entramado institucional que se hizo para proteger los recursos destinados a las artes ha sido demolido, quedará la “benevolencia” del político, del cacique gordo de Cempoala, no del Estado. La lucha de artistas contra la corrupción priista fue vencida, ha sido restaurada.
Alejandra Frausto, Marina Bespalova, y todo el equipo que conspiró desde el principio por mandato de su jefe, para convertir al Fonca en una sucursal de la demagogia, ha sido exitoso. El tirano aprovechó que los mexicanos están muriendo para hacerlo.
Las instituciones del Estado no son del presidente López Obrador, sino de los mexicanos. Él no otorga los recursos, sino todos los mexicanos. Nadie que recibe dinero del presupuesto público le debe lealtad ni obediencia a un político. La censura se impondrá como antes.
Si quieren saber qué ocurrirá, solo vean Cultura Comunitaria, sus lineamientos, sus jurados, la definición de artista, los pagos... esto 
Lo único que cabe esperar es que la comunidad se organice y defienda el estado democrático, de libertad y autonomía artística, que López Obrador ha destruido y no se pliegue a la noción de clientela útil que tratarán de imponer.
La defensa de la libertad.
La defensa de la libertad.
