[HILO] La detención de Pinochet en Londres. Segunda parte. 
Primera parte:
Pinochet, luego de explicársele su situación en Londres, seguía convencido de que había salido de Chile protegido por su pasaporte diplomático. Sin embargo fueron sus propios asesores los que no acreditaron a UK que viajaba en misión especial para mayor confidencialidad.
El agregado militar de la embajada en Londres, general Oscar Izurieta fue el encargado de comunicarle la situación a Pinochet. Su primera pregunta fue: ¿Tenemos abogados?. Izurieta contestó "estamos trabajando en eso. Usted concéntrese en recuperarse, porque otros se encargarán".
El Presidente Eduardo Frei aprovechaba una reunión de la Democracia Cristiana para reunirse con el presidente español Jose María Aznar. En la cita, éste le transmitió su indignación y le pidió acciones pero Aznar tomó distancia y se limitó a indicar que era un caso judicial.
Por lo tanto la situación de Pinochet requería urgente de representación legal. Luego de algunas recomendaciones de la Fundación Pinochet y de empresarios como Ricardo Claro, finalmente se decidió por el inglés Michael Caplan, parte de la firma Kingsley Napley, para su defensa.
En Chile, las reacciones de personeros de derecha no se hicieron esperar. Pablo Longueira, en ese entonces Presidente de la UDI y quien fue cercano a Pinochet como dirigente juvenil, interpelaba enérgicamente a UK por lo que él consideraba un "acto de cobardía y deslealtad".
A su vez, desde Renovación Nacional, el Senador y precandidato presidencial Sebastián Piñera calificaba la detención como "un atentado contra la soberanía de Chile". Lo acompañaba Alberto Espina quien apuntó sus dardos contra España: "Nos tratan como una colonia".
Desde la Concertación (PS-PPD) habían emociones y reacciones enrarecidas. Si bien había satisfacción en general por la detención del exdictador, la responsabilidad de Estado que asumió el gobierno de su coalición los obligaba a medir muy bien sus palabras.
Más aún en circunstancias que Ricardo Lagos, líder del sector, finalmente se proyectaba como candidato presidencial. "No me parece adecuado que como fruto de estas dificultades del general Pinochet se involucre al país y quedemos afectados internacionalmente", declaró Lagos.
Al ver por televisión que opositores a Pinochet ya estaban instalados afuera del The Clinic, gritándole "asesino" al exdictador, la UDI y RN decidieron el 18 de octubre enviar una comitiva con el objetivo de hacer contrapeso a la mala prensa que estaba siendo objeto Pinochet.
Por el lado de la UDI se designó a: Pablo Longueria, Jovino Novoa y Juan Antonio Coloma. En representación de Renovación Nacional: Alberto Espina, Julio Lagos, Mario Ríos, María Angélica Cristi y el abogado Pedro Daza.
Ya en Londres y siguiendo lo planificado, tras un encuentro con Lucía Hiriart, el timonel de la UDI declaró a la prensa que esta detención era fruto de una "orquestación del socialismo internacional originado por los chilenos, ayudado por los españoles y los ingleses".
El Primer Ministro Tony Blair, recogió el guante a través de la prensa escrita: "En Gran Bretaña existen las reglas y éstas se aplican sea quien sea (...) Me gustaría saber qué piensa Aznar cuando se le acusa de ser parte de una conspiración del socialismo internacional".
Mientras tanto, Caplan y su equipo legal sabían que debían actuar rápido. Abrió los fuegos apelando la inmunidad con la que supuestamente el Senador había entrado al país, pero la respuesta del gobierno inglés fue tajante: el pasaporte diplomático no le confería inmunidad alguna.
Antes de recurrir a los tribunales, Caplan le envió una carta al ministro del interior, Jack Straw invitándolo a anular la orden de detención y amenazándolo con acciones legales por no haber detenido una detención que ellos consideraban ilegal.
En el intertanto, El juez Baltasar Garzón ya había enviado desde España una segunda orden de detención ampliando a tres el número de delitos que se le imputaban a Pinochet: genocidio, terrorismo y ahora tortura.
En Chile se vivían momentos intensos, el alcalde de Las Condes y precandidato presidencial Joaquín Lavín convocaba a un "acto por la dignidad" frente al Apumanque. En un enérgico discurso exigía la vuelta de Pinochet a Chile: "¡Entrégennos al Senador!".
El actual Presidente de la República también se sumaba al acto emplazando al juez Baltasar Garzón: "Chile siempre ha sido, es y será un país libre y soberano (...) por lo que no le permitirían juzgar hechos de quien fuera un ex presidente de la República”.
La defensa de Pinochet ingresó solicitudes de revisión judicial en contra de la decisión del ministro británico y del juez que había autorizado la orden de detención además de un "habeas corpus" (recurso de amparo) para pelear su caso ante la Hight Court.
Comenzaba así la histórica batalla legal que definiría el futuro de Augusto Pinochet Ugarte, en la que se reconocería su inmunidad como Jefe de Estado o sería extraditado a España para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad.
Gracias por leer! Pronto la tercera parte. Fuentes: 1.- memoriachilena.gob.cl/602/w3-article… 2.- eldesconcierto.cl/2018/10/16/en-… 3.- theguardian.com/world/2000/mar… 4.- radio.uchile.cl/2017/09/05/cua…
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