Su argumento para "rebelarse" a las indicaciones de las autoridades de salud es que no contienen información "fidedigna", entendiendo como fidedigno "datos totales y absolutos". Imagino que tienen conocidos así.
Hilo.
Pero no debería ser usado como descalificación.
Me resulta de poca utilidad, practicidad e inteligencia condicionar la autenticidad de las acciones y medidas tomadas por autoridades sanitarias a que éstas presenten algo que es imposible presentar.
Tomen en cuenta que la información fluye desde miles de fuentes hacia una o varias concentradoras que al final, procesan la información
Porque no faltará quien se equivocó, quien sin querer o queriendo realizó mal el reporte, porque no faltan los intereses creados que distorsionan la información. Y al final de qué nos sirve saber si tenemos un margen de error en la información?
Y no, no es lo mismo ser la autoridad sanitaria que tiene en sus manos la vida de millones de pesonas que un comentócrata que sin responsabilidad ni consecuencia decide despotricar.
Entender que lo más inteligente no se trata de "si creemos o no" los números.
Sino de que tenemos una responsabilidad como ciudadanos, de cuidarnos y cuidar a nuestros amigos y seres queridos acatando las instrucciones giradas.
Es un problema de salud pública. Al hacer que otros duden y desconfíen estamos poniendo en peligro también nuestras vidas. No todos vamos a salir de esto, pero hay que ser más responsables. En esto estamos todos. No hay hacia donde escapar.