Thread by @veganibalecter

he visto un vídeo de una abuela gallega a la que el nieto le recrimina que lave sus dientes postizos con agua ardiente y no con pasta de dientes. La señora dice que el agua ardiente desinfecta porque tiene alcohol y que si, además es aguardiente de hierbas, pues lleva hierbas y

eso es muy beneficioso. No se discute con las abuelas. Y si son gallegas menos.
Mi abuela "hizo el camino de Santiago" y yo le decía "a ver, abuela, tú cogiste el Castromil a Santiago, te bajaste en la estación de bus, cogiste un taxi y te dejó en el obradoiro"
"Pero cheguei"

Y ya podías argumentar lo que quisieras que ella hizo el camino de Santiago y PUNTO EN BOCA.
Mi abuela molaba mucho. Creo que no he querido tanto a nadie. De pequeña intentó hacernos creyentes pero dimitió. Y nos llevó a una misa, para pedirle a la Virgen do Corpiño

que lo curara. Y mi hermano, que era pequeño vio a Jesucristo y decía "Abuela, ese señor es el que me va a curar". Y mi abuela "sí, pero tienes que estar callado, q estamos en la casa del señor". Pero a mi hermano esa explicación no le valía. "Abuela, y el señor (por Jesucristo)

si sabe que vamos a su casa ¿por qué no se viste? Está en calzoncillos!! Mi padre en casa también anda en calzoncillos, pero por la noche". Mi abuela ya veía que aquello no iba bien. Y salió una virgen, con un manto con mogollón de billetes. Y yo "Abuelaaaa mira qué de dinero!!!

De 5000 pesetas, y de 10.000. Y mi abuela me daba con el codo, para que callara la boca. Y no nos volvió a llevar a misa. En verano yo la acompañaba a la entrada de misa y la esperaba en la taberna jugando al futbolín. Pero un día entré hasta la Iglesia y metí la mano en el coso

ese del agua bendita y me refresqué la cara. Y mi abuela se enfadó. Creo q fue la única vez que me riñó. Nunca me reñía. Bueno cuando mi primo y yo fabricamos un kart con un carrichoche y una caja de fruta y lanzamos a mi hermano y mi otro primito por una cuesta un poco se enfadó

Pero era mi aliada. Cuando me caí de cabeza de un árbol y me quede inconsciente me guardó el secreto para que mi padre no me riñera. Y cuando tuve mononucleosis un verano me cuidó. Y un día me levanté porque no estaba y tenía una advertencia del médico que era no moverme porque

si me daba un golpe me podía reventar el bazo. Y yo estaba quieta. Pero me meaba. Y me levanté y me dí un golpe en el lado izquierdo. Y me quedé llorando en el pasillo, esperando la muerte. Hasta que llega mi abuela, me ve llorando y me dice ¿Qué tés? y Yo "abuela me di un golpe

y ahora me voy a morir. Y mi abuela me levantó y me dijo "el bazo está del lado derecho, tonta".
Mi abuela y yo estábamos todo el día pegadas, desde que era bebé. Era de esas personas que con sólo tener cerca ya te sentías mejor.
Y cuando crecimos y nos hicimos adolescentes

nos daba consejos. El más importante fue CUIDADO AL SALIR QUE TE PUEDEN ECHAR UN PORRO DEFECTUOSO EN LA BEBIDA. Decía que así se quedó Ricardito, uno del pueblo. Pero luego se hizo más moderna. Los años pasaron y no le importó que no nos hubiésemos casado "así es más práctico"

La casa donde yo vivo era el piso de mi abu. Y ese piso era el centro de operaciones de sus nietos. En ese piso ha follado más gente que en la casa de Gran Hermano. Mi abuela lo sabía "hacéis botellones y traéis ligues". Y le parecía bien. Cuanto más mayor se hacía más moderna

se volvía. Y yo le contaba en estos últimos años mi patoaventuras amorosas y le explicaba cosas muy prácticas como qué son los follaamigos y su utilidad. Le pareció un invento cojonudo. En su época no había de eso. Te casabas y ya está. La conversación de los follaamigos fue de

las últimas que tuvimos. Iba en coche a verla y me la encuentro por un camino sola, caminando, iba a hacerse de noche y paro el coche y le digo "Abuelaa, pero que haces, que puede venir alguien y te viola" Y mi abuela me dijo "Quen me dera". Y se subió al coche y después hablamos

mucho. De chicos, y de follamigos. Y me dijo una cosa "primero ten un trabajo y gana tu propio dinero y el hombre de tu vida...si viene...pues bien, y si no viene...no vino. Pero nunca dejes que un hombre te diga lo que tienes que hacer ni que te haga desgraciada ni te trate mal"

Y más cosas hablamos hasta que se hizo de noche. Y luego la vi en Navidad. Y luego, un día de febrero, se tumbó un ratito y no despertó. Y bueno, hace ya más de cuatro años pero creo que ahí murió una parte de mi. Y no sé muy bien porque estoy escribiendo esto, pero pienso en

ella todos los días. Y ya casi no lloro. Sólo recuerdo pequeñas anécdotas como estas y me río. Pocas cosas hay mejores en la vida que los abuelos. Si los tenéis ...disfrutadlos.
Hoy estoy melancólica. Otro día que tenga más flow os cuento algo divertido