Aquí empieza nuestra historia...
Son los años 60. Ya van dos décadas de ocupación soviética durante las cuales el país ha sido devastado... y como es de esperar, los estonios están casi totalmente aislados del resto del mundo.
(Eso sí, todo unidireccional, y a los pobres estonios seguían sin dejarles salir)
Y claro, al abrirse la línea de ferry, el hotel petadísimo, tal que así:
Pero... ¿QUÉ HACÍAN AHÍ?
Yo right now:
50% cemento
50% micros
Una señora le dice a su marido que le encanta el jarrón de la habitación, pero que estaría bien que tuviese flores.
5 minutos más tarde aparece un empleado a poner flores.
5 minutos más tarde aparece un empleado con papel del váter.
¿Se rompe un vaso? No problem, en 5 minutos te han traído uno nuevo sin que lo pidas.
Si querías ir a alguna parte, tenía que ser con un conductor que te vigilaba en todo momento.
Kim ahora mismo:
Ellos no tenían permitido entrar solos al hotel, PERO si iban con un amigo finlandés tenían que dejarles entrar para no levantar sospechas
Por ejemplo: Si se encontraban una cartera, tenían prohibido abrirla bajo ningún concepto. Pues la KGB tiraba por ahí carteras-trampa con bombas de pintura dentro para pillarlos.
Se fueron tan rápido que no les dio tiempo a desmontar el tinglado, y lo dejaron todo tal cual. Y entonces fue cuando por fin se descubrió lo que realmente había en la plata 23 del Hotel Viru...
En 2011, lo abrieron como un pequeño museo, y ahora se puede visitar y verlo tal cual era (menos los uniformes, que los han puesto después)
También tengo un vídeo de la experiencia, por si queréis ver más imágenes:
Aparte de todo eso, hoy en día es un hotel normal y corriente...
...
Besis a todos, y no olvidéis abrir el grifo...