Estudió AdE y su tío le pudo colocar en un puesto importante de la empresa. Él lo valía.
El gran Antonio, hombre hecho a sí mismo, había acumulado un patrimonio bastante decente, típico de una clase media como decían que era, todo gracias a la burbuja que infló los precios
1 pisazo: 600.000 €
1 apartamento de playa: 200.000 €
1 plaza de garage: 40.000 €
1 piso de los padres: 400.000 €
1 casa del pueblo: 150.000 €
Ahorros y otras inversiones: 160.000 €
Total: 1.700.000 €
— Tiene 1.700.000, los primeros 400.000 de su vivienda habitual quedan exentos, así que como si tuviera 1.300.000. Y solo se tributa por encima del millón, así que tendrá que pagar el 2% de 300.000 €, es decir 6.000 €
— Bueno, señor Antonio, puede llamar usted a Hacienda a preguntar..
— Sí, eso haré, porque tengo que saber cuánto me va a costar para irme del país
Y, en medio de la pandemia, sin poder ir a la playa, su cacerola era la que más fuerte sonaba.