“A río revuelto, ganancia de pescador”. Esta sería mi propuesta de título para el cruce de moralidad que está sufriendo el universo político mexicano.
“Cualquiera puede hablar de política”.
Lo que quiere decir que: No cualquiera puede convertirse en un gran político, pero aprendiendo a engañar, un político puede venir de cualquier parte.
(𝙻𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚞𝚗𝚒𝚌𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚊𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚗𝚞𝚍𝚘)