Porque “qué me importa cuánto dure la cuarentena” y hay que cuidarse si no esto seguirá así, sale hilo del hombre que más hace por predicar con el ejemplo: #AlbertoSinBarbijo. 
Aquí podemos verlo en Tucumán, mostrándole al personal de cocina que hay que cuidarnos entre todos.
Aquí podemos verlo con su perrito y Dylan.
Si sos hincha del Bicho nada mejor que arriesgarse al bicho.
Ya nos cuidamos, but first let me take a selfie.
Hay que tener mucho cuidado con las superficies, señorita. Nunca se sabe cuando le cae uno a dejar sus cosas.
Nada mejor que una sonrisa bien masculina para espantar todo virus.
De esta forma evitarás que el mentón se enferme.
Acá sacrificó su barbijo y se lo prestó a un hombre en edad de riesgo.
Inflando los números de Chile.
No hay forma de contagiarse si estás al lado de Manzur.
En Santiago del Estero zafás a la tardecita porque el Covid duerme la siesta.
Si a Cristina no le pudo hacer nada la Justicia, menos le va a hacer algo un bichito invisible.
Gracias, Sensodyne.
Por el Malbran lo vi jugando al Covid.
Si usamos barbijo al Gobernador no le entiendo una goma.
Viendo que la curva se fue al carajo y preguntándose qué habrá pasado que la gente no toma conciencia.
¡Saludos!
Actualizamos: No vamos a privarnos de mostrar un moustache masculino espantavirus.
Distanciamiento social y feudalismo.
Y en las pocas ganas de hacer lo que nos exigen a nosotros.
La Angostura de ese distanciamiento social sin barbijo.
Para expropiar no hace falta distanciamiento ni barbijo.
Podía fallar.
El distanciamiento social evita el embarazo.
El problema son los asados con parientes y amigos. Pero como Moyano no es ni pariente ni amigo...
