Sobre las protestas contra AMLO del día de hoy en las principales ciudades del país, quisiera hacer un breve comentario. Abro hilo:
1. Los incondicionales del presidente están descalificando las protestas porque los ciudadanos que se manifestaron lo hicieron en sus automóviles. No es una razón válida de descalificación.
2. Los incondicionales de AMLO desdeñan las protestas porque, a sus entendimientos, la gente que participó tiene dinero. Esa tampoco es una razón válida de descalificación.
3. La protesta revela que no todos están con el presidente ni conformes con su gestión. Sería un acto poco inteligente si AMLO cierra sus oídos y sigue viviendo en el idilio.
4. Lo del idilio no es exageración. La entrevista que le hizo #EpigmenioIbarra en Palacio Nacional apenas el jueves, es una muestra inmensa de auto-elogio, auto-complacencia y auto-apoteosis. Epigmenio es el nuevo #LordMolécula, pero elevado al infinito y con mucho poder.
5. Si el presidente se cree la mitad de las cosas que dijo en la entrevista, sería suficiente para pensar que está fuera de la realidad. Y estando fuera de la realidad, desdeñará cualquier protesta contra él y su gobierno.
6. Creerse el nuevo Juárez, o más que Juárez (como dice John Ackerman, es caer en el ridículo y convertirse en un Napoleón orwelliano.
7. En una democracia todos pueden protestar, sin importar si se es rico o pobre, sin importar si se es de izquierda, centro o derecha. Es tan insulso descalificar y menospreciar una protesta de pobres como descalificar una protesta de ricos, o una protesta de la clase media.
8. Sobre las protestas de hoy en todo el país, hago especial énfasis en la defensa del derecho a disentir y en el derecho a criticar.
9. Los incondicionales de AMLO dirán siempre, como retahíla: “¿por qué no se criticó a Calderón o a Peña?” Esa es otra gran mentira que sólo ellos se creen. No hubo un sólo día en los gobiernos de este siglo que los medios no hubieran criticado duramente al gobierno en turno.
10. La crítica fue tal que acabó tronando a esos gobiernos y terminó encumbrando al actual. No verlo así es no entender nuestros tiempos.
10. Basta de asunciones sin sustento. Estas protestas, en al menos 50 ciudades del país, deben llamar la atención del presidente.
11. Y si bien a mi entender es exagerado decir que México va al comunismo –como piensan algunos de los que participaron en las protestas–, para mí es claro que México se dirige al caos político y económico, y a un incremento sin precedentes de la pobreza.
Viva la libertad de expresión. Viva el derecho a protestar.
