Va una hebra sobre por qué las bibliotecas públicas son ideales para habilitar clubes de reparación así como para integrar colecciones de herramientas para préstamo a domicilio.
#NiCensuraNiCandados
#NiCensuraNiCandados
Estoy consciente de los retos que enfrentan las bibliotecas mexicanas. Sin embargo, es ahora que se tiene la oportunidad de repensarlas y configurar relaciones más estrechas con sus comunidades. Volverse necesarias, prácticamente.
En Dinamarca, #RepairCafe (2013) es una asociación que apuesta por el desarrollo sostenible. Es una iniciativa para ayudar a ciudadanos en la reparación de artículos.
Es posible activar un café en bibliotecas públicas. Aquí, la biblioteca de Blågården en CPH.
Es posible activar un café en bibliotecas públicas. Aquí, la biblioteca de Blågården en CPH.
Al tratarse de una actividad voluntaria sin fines de lucro, la biblioteca puede ser sede de esta iniciativa para compartir saberes y herramientas. El único requisito es que cada quien consiga sus materiales. Los voluntarios orientan a las personas para que lo hagan por su cuenta.
En la ciudad de Gotemburgo, 🇸🇪, crecen cada vez más las FIXOTEK, un espacio donde se prestan herramientas y se ofertan talleres de reparación. El interés de la comunidad ha propiciado que también se den talleres para la creación con la filosofía DIY, el reciclaje y ‘upcycle’.
La iniciativa de las FIXOTEK (2017) obedece a una lógica en la que los ciudadanos de Gotemburgo deben hacerse cargo de sus deshechos y residuos. Hacerlo incorrectamente trae multas y problemas con la ley. El movimiento de reparación busca animarlos a ser más considerados.
En CDMX, la experiencia más conocida es la de La Prestaduría en la colonia Santa María de la Ribera. Comparte la lógica comunitaria así que el prestamo es estrictamente para residentes de la zona demarcada por la iniciativa.
Las bibliotecas públicas son (o deben ser) espacios de congregación e intercambio de saberes. Quizá inicialmente no puedan albergar una colección de herramientas pero es posible comenzar talleres breves de reparación con herramientas simples o inversión mínima de los asitentes.
Durante mi gestión en los servicios educativos de la BV, pude habilitar espacios para reparar cosas. Una de ellas fue la mecánica básica para bicicleta. En 2014 se había tenido un intercambio similar pero no encuentro evidencia :(
Tania era estudiante de diseño de modas. Le encargué un taller de reciclaje o reparación de prendas. Esto causó que se crearan talleres de patronaje básico y otras aproximaciones a la costura.
Muchas bibliotecas están incorporando makerspaces a sus sedes. Esto permite contar con maquinaria especializada para producción o reparación de artículos. Cuento más sobre ello aquí
Aunque tengo predilección por las bibliotecas, otros espacios como @hackrancho también activan espacios para el reciclaje y la experimentación. Esto fue en 2018.
Si eres bibliotecario/a y quieres activar este tipo de espacios en tu biblioteca, refiérete a los ODS de la Agenda 2030. Es tu mejor argumento para anclarte a tu comunidad.
