Thread by @aleaiactaestdc

1) Cualquiera tiene vecinos que a las primeras de cambio sacan el equipo de sonido y se ponen a vociferar su miseria existencial a ritmo de reguetón, narcocorridos o degradaciones chafísimas de la cumbia sonidera. No es que peque de persignado, buena parte de mis 60 años me la

2) he pasado en el reventón y hasta podría decirse que todo lo que hago y pretendo tiene cierto aroma a cuba libre y cerveza helada, aunque a veces me gana el azote. No se preocupen no es uno de esos días. Pero una cosa es que traiga la fiesta por dentro y otra muy distinta que

3) pretenda que el festival que llevo en la cabeza sea la norma común y corriente para ponerle banda sonora a tus días y a tus noches y a los días y las noches de todo el vecindario.
Lo digo porque hasta acá se escuchan las ¿melodías? que hablan de las relaciones entre parejas,

4) familias o compañeros de juerga o de trabajo como si fueran episodios de los pasquines de nota roja o de los canales porno caseros en bajísima definición.
La fiesta empezó el jueves, el domingo mal cocinó al lunes y la hecatombe auditiva a todo pulmón, a pesar de la pandemia.

5) Si pasaste junto a la improvisada carpa y uno de los convidados andaba por ahí tirando el agua entre los carros, ni modo, tuviste que aguantar el chistorete: adiós mi máscara sagrada, te dijo, por el tapabocas ¿A poco no sabes que son puros cuentos del gobierno? Pa’cobrar más

6) impuestos. Y tú, tratando de mantenerte digno, aprietas los puños, subes al transporte público y cuando ves que la mitad de los pasajeros llevan el tapabocas de barbiquejo recuerdas que la semana pasada, a orillas de la carpa de la carpa amanecieron dos morritos. Se quejaban.

7) Una señora empezó a gritarnos al mismo tiempo que se las ingeniaba para tratar de incorporarlos ¿Qué les pasó? Les quitaron los celulares, el dinero; la golpiza fue de pilón.
Ya tiene más de 20 años que la muerte nos acompaña con más fidelidad que nuestro ángel de la guarda;

8) cuando no te asaltan, chocas o nomás te mueres de tantas enfermedades que te cargas. Se me antojó un Marlboro, con sus respectivo chesco y papitas.
Ya para llegar al para, mi radar empezó a enloquecer. Claramente escuchaba la misma tonadilla sangrienta que me despertó una y

9) otra vez durante el fin de semana ¿Y si se me inoculó el virus grupero? Hay de desgracias a desgracias.
Era una camioneta último modelo, esquivando el tráfico como en videojuegos. Aventaron 3 o 4 latas de cerveza por las ventanas, sus carcajadas sonaban a insulto. Recordé los

10) montones de basura junto a la carpa. El camión recolector se las llevaba en la mañana y por la tarde los montones resurgían como si nada. Una vez alcancé a escuchar entre el estallido de una botella en el pavimento: “¿Qué chou con los basureros? ¿Ya se mocharon con la renta

11) o les damos un susto?” Me largué en un santiamén ¿No que muy valiente?
Pues bien, si esto llega a ser tedioso y desesperante en mi colonia, un suburbio pretencioso de los 70s, que ahora es uno más de los saldos colaterales de las políticas económicas que en México nos impuso

12) ese matrimonio contra natura del PRI-PAN durante casi toda la etapa postrevolucionaria, qué puedes decir cuando esa atmósfera de degradación y miseria parece ser el único venero que nutre el discurso y la conducta con el que la oposición derechista pretende recuperar su papel

13) privilegiado en el desmantelamiento de la nación.
En otros tiempos, por su grandeza o por la influencia de los medios masivos de comunicación, si jugabas futbol querías ser Pelé, Maradona o Messi; si tu onda era musical y leías un poco, pues a Lenon y McCartney, Sindo Garay,

14) Violeta, Chico Buarque ¿Dónde oí esto? si la ciencia ya te había alejado de la palomilla pues querías ser como Einstein, Watson o Crick, Madame Curie, Hawking o si acaso como alguno de los personajes de The Big Bang Theory.
No conocí, por suerte, a alguien con la aspiración

15) de conducir Siempre en Domingo o 24 horas. Pues bien, esa aspiración resultaría digna de la realeza hoy en día cuando todo un grupo social, bastante minoritario, pero con recursos económicos ilimitados, ha erigido a rango de santón ideológico y modelo a seguir por su lucidez

16) y comportamiento achispado a ese filósofo de las multitudes neocristeras, conocido en tabernas, antros y congales como el tomandane borolas.
¿Exagero?
No hay en toda la diatriba cotidiana de la falange derechista un segmento que no parezca sacado de los alegatos y ocurrencias

17) ditirámbicas de una borrachera perpetua. De lo que se trata es de acallar al otro, de hacer invisibles sus logros, como si el encierro de la cantina negara la luz exterior. Mienten como si les fuera en ello ver quien paga la cuenta. Acusan, gimotean, gritan y se despeinan al

18) estilo esquizoide del Lozano ¿A poco nunca oíste al clásico hocicón que al talonearte un trago a chillido limpio alardea que él solito hace correr a veinte y se ha acostado con 40 o 41 y ha tenido más dinero que toda la lista de Forbes juntos?
Y es que el taloneo y lo hocicón

19) lo llevan tatuado en su ser como letra escarlata: desde el chalán más servicial hasta las muchachas sin uniforme, pasando por garroteros, guaruras, meseros, gerentes y los infaltables gorrones. El patrón ve el territorio nacional como si se tratara de un establecimiento más

20) de sus giros negros y los chalanes se entregan en cuerpo y alma en hacer posible tal visión.
Conocí a un dueño de picaderos en la Zona Rosa, todos los que trabajaban para él pagaban por hacerlo, desde el mozo del estacionamiento hasta la diosa del tubo, desde el que atraía a

21) la clientela <Esos, no quieren una morra, síganme> hasta el gerente <bienvenidos caballeros a esta su mansión del arte nudista> Al finalizar la jornada, más bien en un intermedio, se reunía el equipo a echar cuentas: tú trabajaste tantas horas, debes tanto, tú dos horas menos

22) ¡Échale ganas, compa! Te voy a cobrar la jornada completa ¡ponte las pilas! Aparte tenían que reponer las botellas que se consumieron durante su turno, la comisión por alternar, así le llamaban, con la clientela; cooperar para reponer lo roto, vasos, ceniceros, mesas, sillas

23) y para reponer la alfombra que después de una noche parecía chapoteadero de tanta champaña y coñac que tiraban las muchachas. La casa siempre ganaba. A fin de cuentas era un negocio particular y siempre hubo un alto funcionario que se hacía de la vista gorda cuando la cosa se

24) ruda.
¿Pero por qué un país como el nuestro tiene que tratarse como un bule particular? ¿Por qué todos los habitantes tenemos que pagar con nuestro esfuerzo diario, y el de nuestros herederos, por el destrozo constante al que lo han sometido durante décadas de gobiernos que

25) la única encomienda que cumplían a cabalidad era la de ser el chichifo de cabecera del saqueador en turno? Porque para tu información, aunque ni tú ni tus padres hayan consumido ni siquiera las sobras de la botana que estos administradores despilfarraron, la cuenta acumulada

26) la tienen que pagar tú y los tuyos, y nosotros, durante generaciones. Y ni se te ocurra preguntarles ¿yo por qué? Te van a acusar de revoltoso y, Dios no lo quiera, ¡COMUNISTA!
El otro día llegó una patrulla a la carpa que les platicaba; los tiras se bajaron, entraron,tomaron

27) y partieron. Esa es la imagen exacta de lo que la derecha quiere que sea el país y sus instituciones, una especie de guarura y lavadero, de socio fiador y no esa madre populista que pretende incluir a todos en los beneficios de la nación.
¿Y todo este rollo?
Se supone que en

28) la 4T estamos por un México incluyente ¿Dónde caben los que si vuelven al poder, si no aceptas tu papel de convidado de palo o te niegas a pagar los platos rotos tienes que enfrentar a la triada que pensabas desaparecida, destierro, encierro o entierro?
Se aceptan sugerencias

29) Por un error exclusivo a mi falta de atención, incluí una imagen donde aparece AMLO al lado de iconografía que podría sugerir cierta afinidad con los masones. No hay tal. Ofrezco disculpas y la promesa de ejercitar mis capacidades, si alguna queda, para no ser tan descuidado.