El proceso de desamortización de bienes de manos muertas fue una de las reformas liberales que se dieron durante el siglo XIX por parte de los gobiernos radicales, la cual fue inspirada en el proceso de desamortización de 1789 durante la revolución francesa #HECUtadeo20 
Es importante precisar que los bienes vinculados a las manos muertas, según la legislación canónica quedaban espiritualizados y, por lo tanto, no se podían comprar ni vender y estaban exentos de impuestos
La primera desamortización de bienes de manos muertas fue adelantada por el General José Hilario López con la posibilidad de redimir censos eclesiásticos y laicos que gravaban bienes raíces rurales y urbanos del país (1849-1880)
De acuerdo con la Memoria del Tesoro de 1873, hasta 1861 se habían redimido censos por $1.758.164, pero sólo se habían recibido efectivamente $432.041. Hacia 1861, la situación fiscal del gobierno era difícil por el alto costo del servicio de la deuda
Motivado tanto por las dificultades fiscales del gobierno, como por razones ideológicas se dictó el decreto del 9 de septiembre de 1861 gracias al “Presidente Provisorio de los Estados Unidos de Colombia”, general Tomás Cipriano de Mosquera. Este decreto decía
La desamortización consistió en la expropiación de todos los bienes raíces, semovientes y censos pertenecientes a la iglesia católica para ser subastados entre el público. Los pagos eran en instrumentos de deuda pública, pero 10% de los censos era en efectivo.
Para el 31 de diciembre de 1864 se habían vendido bienes raíces, muebles y semovientes y se habían redimido censos por un valor de $2.335.785 En los cuatro años siguientes se obtuvieron ingresos por más de $7.000.000. Es decir, ese fue el período de mayor movimiento relativo.
Aunque hubo oposición a la desamortización para fines de 1872 se habían redimido censos por valor nominal de $6.802.433 y había ingresado por esto una suma de $2.449.748. Aunque esta cifra sería mayor si no fuera por el testaferrato con el que se ocultaban bienes eclesiásticos.
Las autoridades trataron de eliminar esa práctica ofreciendo recompensas a quien denunciara la existencia de estos. En 1864 se calculó que los bienes ocultos tenían un valor cercano a $1.900.000. Para 1881 se había obtenido como ingreso de bienes ocultos $491.936.33
Al hablar sobre la desamortización es importante mencionar el papel de los censos. Su eliminación fue un estímulo esencial para que surgieran a partir de la década de 1870 los bancos en Colombia, siendo el primero el Banco de Bogotá en 1870
Para la desamortización el estado tuvo que pagar una indemnización a la iglesia de dos pagos anuales a perpetuidad, uno por $100.000 y otro del 4,5% de lo rematado o redimido. Que en total fueron $800.000.
Al comparar el valor que como mínimo recibió la nación por la desamortización, que se calculó de alrededor de $10,7 millones de pesos, con el valor de la compensación a la iglesia, $1,4 millones, se concluye que fue un buen negocio a parte de los siguientes efectos positivos
Se creó una mayor seguridad jurídica para la propiedad raíz urbana y rural, ayudó a dar mayor movilidad a la tierra y se eliminó el principal obstáculo que existía para el desarrollo de los bancos comerciales, el sistema de crédito basado en los censos católicos.
información tomada de
MÁS ALLÁ DE LA RETÓRICA DE LA REACCIÓN, ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA DESAMORTIZACIÓN EN COLOMBIA, 1861-1888
Por Roberto Luis Jaramillo Adolfo Meisel Roca
MÁS ALLÁ DE LA RETÓRICA DE LA REACCIÓN, ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA DESAMORTIZACIÓN EN COLOMBIA, 1861-1888
Por Roberto Luis Jaramillo Adolfo Meisel Roca
@threadreaderapp
unroll
unroll
