En México, mucha de la atención sobre la reforma energética y la industria petrolera nacional se enfoca en la denominada soberanía energética y el costo que pagan los mexicanos por la gasolina. Como no se puede hablar de gasolinas sin hablar del sistema de refinación, abro hilo:
La capacidad instalada de refinación en México, sumando las 6 refinerías, es de 1.64 millones de barriles por día. Sin embargo, después de décadas de poca inversión y mantenimiento, el estado actual de las refinerías no permite llegar a este número ni de cerca. 
Durante la actual administración, a pesar de la explicita atención al sector, el promedio del procesamiento es de alrededor 580 mil barriles por día o 35% de la capacidad del país.
En otras palabras, casi dos terceras partes de la capacidad de refinacion esta sin utilizar.
En otras palabras, casi dos terceras partes de la capacidad de refinacion esta sin utilizar.
Gran parte de la atención (y recursos) se le ha dado a la construcción de Dos Bocas. Con un diseño de 340 mil barriles por día, Dos Bocas será la refinería más grande de México. Sin embargo, creo pertinente enfocarse no solo en lo que Dos Bocas da sino en lo que quita.
La inversión para Dos Bocas está programada en 12 mil millones de dólares para anadir 340 mil barriles por día de procesamiento. Un 58% del procesamiento real actual. Considerable. Sin embargo, ¿no hubiera sido mejor una rehabilitacion profunda de las refinerías existentes?
Calculos de servilleta: Se está invirtiendo 12 mil millones de dólares para añadir 340 mil barriles. Si se utilizara ese dinero en rehabilitar las otras seis refinerías para que suban su utilización del 35% al 80%, se añadirían 738 mil barriles por día, casi el doble de Dos Bocas
Visto de otro modo, En Dos Bocas se está invirtiendo 35 mil dólares por cada barril de procesamiento añadido mientras que la rehabilitacion de las 6 refinerías al 80% de su capacidad, el costo de cada barril de procesamiento añadido seria de 16 mil dólares, menos de la mitad.
Hipoteticamente, la rehabilitación de refinerías existentes al 80% equivaldría a la construcción de 2 Refinerías de Dos Bocas. Al 100% (algo muy difícil) serian el equivalente de tres refinerías en dos Bocas. Esto también tendría el beneficio de un suministro más diversificado.
Obviamente estos son cálculos relativamente sencillos y en un negocio tan complicado como la refinación, hay muchas variables como la presencia de plantas coquizadoras, acceso al crudo y gas, costo de insumos, logística, etc.
Sin embargo, es claro que había un camino más eficiente y barato para añadir capacidad de refinación al sistema. En la política, sin embargo, las obras nuevas venden más que las rehabilitaciones y es por eso por lo que se está sacrificando capacidad por el olor a pintura nueva.
