En #BiosdelHOF toca el turno a Willie Howard Mays (1931- ).
Electo al Salón de la Fama en 1979, la 41ra elección, apareciendo en 409 de las 432 boletas, para 94.7% de apoyo en su primer año de elegibilidad.
Nacido el 6 de mayo de 1931, en Alabama, Willie era hijo y nieto de peloteros, pero siempre aclaró que su padre nunca lo forzó a jugar béisbol. Sus padres se divorciaron cuando era muy joven, y desde los 10 años se mudó con su padre a Birmingham.
Desde joven destacó en los deportes, siendo una estrella en basquet y football en su escuela, que no tenía equipo de béisbol, por lo que jugó con su padre en la novena de la empresa, y con un equipo semi profesional llamado los Gray Sox.
A los 16 años consiguió un contrato con los Black Barons, un equipo profesional, pero solo jugaba los fines de semana, para poder terminar la secundaria y graduarse. Era el jugador más joven del equipo, que había quedado campeón el año anterior.
Ese año se enfrentaría por primera vez a Satchel Paige (HoF ’71), a quien le conectó un doble en el primer turno. Paige se le acercó en la segunda y le dijo “eso es suficiente, niño”. En los próximos tres turnos lo poncharía.
Jugaría con los Barons hasta 1950, destacándose en la liga por batear por encima de .300 con algo de poder, pero, sobre todo, por su fildeo. Con el equipo llegaría a la Serie Mundial de las Ligas Negras, destacándose con un par de jugadas al campo.
Con la apertura de las Grandes Ligas a contratar a jugadores de color, Mays se convirtió en un prospecto interesante. Tras un juego de “barnstorming”, Roy Campanella casi que le imploró a los Dodgers que lo contrataran, pero el equipo cometió un error…
…revisaron notas que se tenían de él desde 1948, cuando aún tenía 17 años. En ese momento no podía batear las curvas, por lo que su promedio de bateo había decaído. Asumiendo que la situación seguía igual, lo dejaron pasar y prefirieron no firmarlo.
En 1950 firmaría su primer contrato profesional, por $250 mensuales y un bono de $4.000, con los Giants de New York, quienes lo enviarían a un equipo Clase B, justificando que, en su equipo principal, en Sioux City, había problemas raciales en ese momento.
Mays pensó que su nuevo equipo no podía ser gran cosa, porque él venía de jugar con lo mejor que tenían las Ligas Negras, y “ningún equipo que tenga a Satchel Paige o a Josh Gibson puede ser considerado de Clase B”. La liga no fue un reto para él.
En su primer año bateó para .353 con 55 remolcadas en 81 juegos. Al año siguiente ya estaría entrenando con el equipo grande. Pero el dueño del equipo no quiso usarlo como titular, sospechando que en cualquier momento sería enlistado por la guerra.
Pero el mal desempeño al arranque de temporada, aunado con la actuación de Mays en Minneapolis (bateaba para .477 con .799 de slugging) hicieron inevitable la decisión de alinearlo en Grandes Ligas. Con apenas unos días de haber cumplido 20 años, debutaría en las Mayores.
En sus primer tres juegos, Mays se fue de 12-0. Su mánager, el legendario Leo Durocher, no se preocupó, y lo alineó de 3ro en su próximo encuentro, contra Warren Spahn. En su primer turno, le conectó un jonrón por el left field para su primer hit como grandeliga.
Posteriormente, Mays se fue de 13-0, para comenzar su carrera bateando solo para .038 (1 hit en 26 turnos). Tras conversar con su mánager, batearía de 14 hits en sus próximos 33 turnos. Al terminar su primera campaña, sería nombrado Novato del Año.
Pero, la temporada de 1952 no le duraría mucho: tras jugar apenas 34 juegos, finalmente fue enlistado en el Ejército para pelear en la guerra de Corea. Perdería el resto del año y toda la campaña de 1953 antes de poder regresar.
Esa espera no pareciera haber afectado mucho a Mays, quien se colocó de nuevo su uniforme para batear para .345/.411/.667, con 41 jonrones, 13 triples, 119 anotadas y 110 remolcadas. Ganó el título de bateo y fue nombrado el Más Valioso de la liga.
La carrera de Mays entró en hipervelocidad: durante los años entre 1954 y 1966 batearía para .315/.390/.601, promediando 117 anotadas, 109 remolcadas, 40 jonrones y 21 bases robadas. Pasaría de 40 jonrones 6 veces, 2 de ellas con más de 50.
Anotaría más de 100 carreras por doce años consecutivos, y el año que no lo pudo lograr, anotó 99 veces. Fue líder jonronero cinco veces, y cuatro veces en bases robadas.
Entre 1955 y 1960 promedió 36 jonrones y 31 bases robadas.
En 1956 se convirtió en el 2do jugador en la historia en batear para 30-30, y el 1ro en la Liga Nacional. Al año siguiente se convertiría en el 1ro en hacerlo dos veces. En 1957 también se convirtió en el 4to jugador en conectar 20 dobles, triples y jonrones en un mismo año.
Mays ganó 12 guantes de oro de forma consecutiva – porque el premio se comenzó a otorgar después de que tuviera ya cinco años jugando. Pudo haber ganado más de 15 con facilidad. En 1965 volvió a ser el ganador del premio al Más Valioso en la Nacional.
Una noche de 1961, tras comer junto a Willie McCovey, unas costillas en el hotel que le cayeron mal, Mays estuvo a punto de permanecer en la banca, pero terminó alineando y usando un bate más liviano que el suyo: ese día conectaría cuatro jonrones.
En 1965, año en el que conectó 52 cuadrangulares, Mays se convirtió en el quinto bateador – y el primero de color – en llegar a 500 jonrones, entrando a un selecto grupo que incluía a Babe Ruth, Jimmie Foxx, Mel Ott y Ted Williams.
Para junio de 1966 pasaría los 521 jonrones de Williams, y en agosto de ese mismo año haría lo propio con los 534 de Foxx, colocándose en el 2do lugar de todos los tiempos. Para ese momento, solamente Babe Ruth había conectado más vuelacercas que él.
En 1969 llegaría a 600 cuadrangulares, una cifra que solo Babe Ruth había alcanzado. Ese año también llegaría a 300 bases robadas. Al año siguiente conectaría su hit 3.000, pero sus días de romper récords estaban llegando a su fin.
Para 1972 comenzó a tener problemas con la directiva de San Francisco, esperando por un contrato a largo plazo que lo mantuviera con el equipo, incluso después de su retiro. Pero los Giants no tenían esa intención en ninguno de sus proyectos.
Ese mismo año sería cambiado, a mitad de temporada, a los Mets de New York. Mays regresaba a casa, aunque con un equipo diferente al que había tenido por toda su carrera. Con ellos jugaría hasta 1973, año en el que dio fin a sus días como pelotero activo.
Al retirarse tendría acumulador de 2.922 juegos, 3.283 hits, 2.062 anotadas, 660 jonrones (1.323 extrabases), 1.903 remolcadas, 338 bases robadas, y una línea de .302/.384/.557 con OPS de .941 y OPS+ de 156. Era 3ro en jonrones y anotadas para ese momento.
En 1979, su primer año de elegibilidad, obtuvo 409 votos, para un 94.7% de apoyo. Aparte de Mays, ese año solo hubo un nuevo candidato en la boleta en obtener al menos 5% de apoyo, Luis Aparicio.
Mays aceptó un trabajo con un Casino de Atlantic City, según el cual, saludaría a los huéspedes y jugaría golf – pero no podía apostar dentro del casino o a 100 millas de distancia de ahí.
Sin embargo, el comisionado Bowie Kuhn lo suspendió del juego.
Mickey Mantle estaba en una situación similar, ante la hipócrita decisión (varios dueños de equipos tenían negocios con carreras de caballos, y en Atlantic City estaba prohibido apostar sobre béisbol). No fue hasta 1985 que se levantó a penalización.
En la actualidad, Mays tiene un contrato vitalicio con los Giants para trabajar con el equipo en distintas funciones promocionales, y visitando a los peloteros.
La carrera de Willie Mays es una de las más grandes de la historia, por su bateo, su poder, su velocidad y su guante. Pero también por su personalidad; Mays es universalmente adorado. Tiene más de 70 años asociado con el béisbol organizado.
Es impresionante pensar que, de no haber ido a la guerra, tendría 700+ jonrones, 3.500+ hits. 600+ dobles, 150+ triples, 2.200+ anotadas y 2.050+ remolcadas. Sus ya increíbles números tomarían una dimensión, incluso más extraordinaria.
Hoy tocó ver A NIGHTMARE ON ELM STREET (PESADILLA EN LA CALLE DEL INFIERNO), una peli referente del cine de terror norteamericano, que generó una larga serie de secuelas, remakes, spinoffs (muchos de inferior calidad), sobre Freddy Krueger, el asesino que mata en los sueños.
Krueger mata a un grupo de chicos, amigos de high school. La verdad, es un terror que no asusta, sino que impresiona. Uno no tiene miedo, es más el impacto de las muertes, los saltos que uno pega, que el miedo que genera.
Sigue siendo entretenido verla, lo que habla muy bien del concepto, aunque no se puede negar que los valores de producción no envejecieron muy bien. Pero vale la pena: divierte.
Hoy toca el turno en las #BiosdelHof a Luis Ernesto Aparicio (1934- ).
Electo al Salón de la Fama en 1984, la 46ta elección, con 341 de los 403 votos posibles, para un 84.6% de apoyo, en su sexta aparición en la boleta, tras subir en cada una de las oportunidades anteriores.
Nació en Maracaibo, Venezuela, el 29 de abril de 1934. Hijo de Luis Aparicio Ortega, una superestrella del campocorto local de los años 30s y 40s. Su tío, Ernesto, también es reconocido como un importante gestor deportivo, coach, mánager y dueño de equipo.
Impulsado por sus familiares, comenzó a jugar béisbol desde pequeño y, aprovechando que su tío Ernesto era dueño de un equipo, Gavilanes, empezó siendo batboy. Esto le permitió, no solo estar en un campo de juego, sino conocer a grandes estrellas locales y extranjeras.
Hoy se cumplen DIEZ AÑOS del estreno en cines de USA de THE SOCIAL NETWORK (RED SOCIAL), la película que narra la supuesta historia de cómo Mark Zuckerberg creó Facebook, y todos los problemas y demandas que recibió por su forma de ser y de hacer las cosas.
En 2003, Mark Zuckerberg, estudiante de Harvard crea una página que terminará convirtiéndose en Facebook, pero en el camino hace varias cosas que le generan muchos enemigos; copiarse la idea de otros estudiantes, meter en problemas a su socio principal…
…y aliarse con Sean Parker, el fundador de Napster. Aunque Facebook crece exponencialmente, su vida personal se enreda cuando los Winklevoss y Divya Narendra, los supuestos creadores de la página que copió, y Eduardo Saverin, su socio, lo demandan.
Hoy se cumplen VEINTE AÑOS del estreno en cines del UK de BILLY ELLIOT, una película sobre la necesidad de ser como se quiere ser, la autoestima, afrontar dificultades y superarlas, narra un proceso de autoafirmación personal y de hacer frente a las resistencias sociales.
El chico Billy Elliot, de 11 años, es un desadaptado. No le gusta el boxeo, el deporte que su padre quiere que aprenda, y lo molestan los otros chicos. Un día ve una clase de ballet y se enamora de la danza, deseando aprender a bailar como las niñas en ese grupo.
Pero en su pequeño pueblo minero, nadie entiende que un niño quiera bailar ballet, y menos de todos, su propio padre, un representante sindical de las minas, actualmente en huelga. Su vida se complica más cuando lo obligan a cuidar a su abuelita con Alzheimer.
Hoy se cumplen VIENTE AÑOS del estreno en Hong Kong de IN THE MOOD FOR LOVE (花樣年華, CON ÁNIMO DE AMAR, DESEANDO AMAR), discutiblemente, la obra maestra del gran Wong Kar-Wai, una hermosa historia de amor no correspondido.
Un editor y una secretaria coinciden al mudarse al mismo edificio y comienzan a tener encuentros casi diarios. Pasan mucho tiempo solos, porque sus parejas trabajan mucho y no estan por casa. Hasta que descubren que ellos están teniendo un affair entre sí.
Con conocimiento de lo que ocurre, ambos deciden hacerse compañía, pero deciden no llegar a más nada, para no caer en el mismo mal de sus esposos. Sin embargo, la cercanía, la compañía y la mutua decepción, hacen que empiecen a aflorar sentimientos entre los dos.
En #BiosdelHOF toca el turno a Walter Emmons Alston (1911-1984).
Electo al Salón de la Fama en 1983, la 45ta elección, por la vía del Comité de Veteranos, como el décimo primer mánager en ser seleccionado.
Nació en un pequeño poblado en Ohio, viviendo en la granja familiar. Estaba tan alejado de todos lados, que nunca tuvo con quien jugar béisbol, excepto su padre, hasta que se mudaron de ciudad y pudo entrar en una escuela con un equipo.
Siguió jugando en la universidad, incluso llegando a ser el capitán el equipo. Pero dejó los estudios tras casarse, y necesitar una forma de mantener a su nueva familia. Luego pudo retomar los estudios, y, al graduarse, consiguió trabajo como profesor y coach de béisbol.