Despierto con la luz del sol y el aire salado del Adriático. No vivo cerca del mar, pero mi inteligencia artificial, que también es mi asesor de salud, me recetó aire, aroma e intensidad solar para controlar mis niveles de energía y programó mi habitación para imitar este clima.
Reemplazo la etiqueta inteligente que monitorea mi sangre, mi sistema linfático y la función de mis órganos en tiempo real. Es difícil imaginar los costos y el sufrimiento que las personas debieron haber soportado antes de que la medicina personalizada se volviera común.
Admito que suena asqueroso, pero es bueno que el municipio recoja nuestras heces en el alcantarillado. Analizarán datos sobre diversidad nutricional, bacterias intestinales y uso de antibióticos, para ayudar con la salud pública y combatir infecciones bacterianas resistentes.
La próxima descarga de mi fregadero inteligente me permitirá elegir una mezcla biótica personalizada para mi agua potable clorada.
Mi microbiota se desglosa hoy en la parte delantera de mi refrigerador cuando entro en la cocina. Está siguiendo un cambio constante a medida que me acerco a la mediana edad: hoy sugiere sopa de miso porque mi microbiota necesita más diversidad como resultado del estrés reciente
Las sábanas frescas cultivadas en mi edificio a partir de hongos son mejores de lo que imaginaba; me siento descansado y listo para el día. Necesito revisar algunas cosas antes de levantarme...
...Envío un mensaje cerebral para abrir la App que controla mis niveles de insulina y aseguro que mi páncreas esté apoyado. No puedo imaginar inyectarme agujas como lo hizo mi madre cuando era niña. Ahora un trasplante de microbios que se auto-ajusta e informa sobre mis niveles.
¿Muy loco, no? Parecen textos de una novela de Asimov. O tal vez un capítulo de Black Mirror ¿Verdad?
Estas narraciones están basadas en tecnologías que YA existen y que están empezando a emerger.
¿Estamos preparados? ¿Están los gobiernos preparados?
1/ Se acaba de publicar un estudio de más de 7 años alimentando macacos con maíz transgénico.
¿El resultado? El mismo de siempre: ningún efecto adverso en salud, metabolismo ni sistema inmune.
Entonces… ¿Por qué se siguen haciendo estos estudios?
Voy con #HiloBio🧵
2/ No es por necesidad científica.
Tras 30 años de consumo seguro de OGM, repetir estudios con animales, y en especial primates, no aporta evidencia nueva ni cambia el consenso científico.
3/ Pero hay algo que sí cambia: la presión política y social.
Activismo antitransgénico, desinformación, campañas emocionales, influencers nutricionales que recomiendan todo bio... crean una percepción de riesgo que no se sostiene con datos, con evidencia.
La harina PAN para hacer arepas 🤤 tiene una etiqueta «No GMO», indica que no se utilizó maíz transgénico.
Estas etiquetas son una pésima idea porque:
+Fomentan creencia de que OGM son malos
+Legitiman la mala ciencia
+Perjudica la biotecnología
+Daña la agricultura