Thread by @ClaudiaMuschit1

EMPODERAMIENTO
Para @zagardua2314
Tuve ganas de escribir esto hace tiempo. ¿El detonante? Los preparativos para el #17ANosVeranVolver.
Cuando se preparó la marcha del 20 de junio, no dudé en unirme a pesar de las reglas impuestas.
(Hilo)

Cometo errores, pero me gusta cumplir las normativas. Claro que a veces para lograr cambios, se necesita insurreccionarse, no con violencia, sí con asertividad.
Ese 20-06 volviendo con mi hermana de Barrancas, me acordé de la palabra empoderamiento.
(Sigue)

Le dije: “Sin planearlo, Macri nos empoderó”. Me acordé de su derrotero de las 30 marchas que seguí no sólo por él sino principalmente por mí. Asistí a todas las de la ciudad de Buenos Aires e incluso a las del 7 de diciembre.
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Y lloré mucho porque esta señora grande y lectora doliente de historia argentina sabía lo que se avecinaba.
Me gustaría que @mauriciomacri volviera a la política. Si no lo hace, no me voy a quedar preguntándome desconsoladamente porqué.
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Seguiré mi camino porque el poder lo tenemos los votantes para dárselo a quien se merezca realmente administrar nuestro poder.
El que está empoderado no cree en la magia y en que alguien pueda cambiar sin tener la más mínima intención de hacerlo...
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al contrario, cree en el esfuerzo, el pensamiento lateral, el trabajo, el mérito, en la búsqueda del talento a través de la educación y el conocimiento, quiere ser libre para realizar su vida privada y social sabiendo que vivir no siempre es fácil.
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Tener el poder no es diversión, es responsabilidad, no es tener la razón sino buscar aquello que sea lo más cercano a la verdad, es sacrificio en su mejor definición: “hacer lo sagrado”.
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Tener el poder es ser libre sabiendo que siempre se deben afrontar las consecuencias de nuestros actos. No es sólo hacer lo que se quiere sino también hacer lo que se puede a veces, lo que se debe otras veces y lo que duele muchas veces.
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Es ver más allá de uno mismo, entender que vivir en sociedad nos obliga a comprender que siempre hay un bien superior. Macri cometió errores, pero otros cometieron actos inmorales y delictivos...
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en nombre de palabras ostentosas reducidas a un vacío inquietante, a ellos no se les pide un mea culpa. ¿Por qué lo harían si la magia puede hacer desaparecer todo? Esa magia se llama corrupción de las instituciones, y por eso la grieta es moral.
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Macri era la posibilidad no la solución definitiva. Los empoderados no necesitamos semidioses disfrazados de líderes paternalistas y todopoderosos; los empoderados necesitamos líderes políticos que no jueguen al cocoliche llamado política argentina
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sino que sepan que el ego es el enemigo y que es mejor dejarlo afuera. ¿Cómo lograrlo? A veces creo que no se puede, pero como dicen los que saben: Si sólo vemos clavos, sólo pensaremos en martillos.
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El Macri imperfecto nos dio algo perfecto: la conciencia del poder, que es coraje, resiliencia, empatía. ¿Alcanzaremos el éxito? Simplemente no lo sé. Pero si no luchamos, si no tratamos de cambiar, ya conocemos el resultado de la continuidad.
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Si me preguntan si tengo fe como en religión o en el adolescente pensamiento político argentino, no, no tengo fe. Y aunque lo que tengo es mucha incertidumbre, también tengo mucho coraje y un ansia febril de vivir en un país serio.
(Fin)