En abril de 1946 se inauguró, en plena Alameda, un monumento en honor a Isabel Le Brun y Antonia Tarragó. Ambas educadoras habían trabajado y presionado para aprobar un decreto que permitiera a las mujeres ir a la universidad, el "decreto Amunátegui".
Hoy en día es el único monumento, me parece, dedicado a mujeres en la Alameda, donde en general vemos a militares o políticos hombres. Pero saben qué pasó? Hubo mucha polémica para instalar este monumento.
El alcalde de Santiago, Galvarino Gallardo, envió cartas al Ministerio de Educación argumentando que este monumento no debía estar en la Alameda porque allí solo iban los "los más esclarecidos próceres" y que mejor lo pusieran en otra parte del centro de Santiago.
Con eso también decía que el rol en la educación de ambas mujeres no era suficiente para tener un espacio ahí. ¿Qué son los próceres entonces? se preguntó Amanda Labarca a raíz de esta polémica que, además, causó mucha indignación en el movimiento feminista de la época.
Por suerte no le hicieron caso a Gallardo. Aun así es bien decidor que hasta tener estatuas ha sido difícil para las mujeres. Algo sobre esta polémica y las opiniones de Amanda Labarca están en su libro "Feminismo Contemporáneo" de 1947.
Y en mi opinión, las estatuas están muy pasadas de moda igual.
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Tengo algunas reflexiones sobre el triunfo Rechazo. Quizás prematuras, pero es lo que he pensado estas horas.
El texto Constitucional no puede separarse de su proceso. Un proceso marcado por escándalos como el de Vade, estupideces, espectáculos, y la invisibilización de personas serias y moderadas. Acá los medios hicieron un festín transformando la Constitución en un reality show.
De parte de la izquierda hubo discursos maximalistas y soberbios. Desde el “las reglas las vamos a poner nosotros” hasta “el retraso” dieron cuenta de convencionales poco serios, que transformaron el proceso en una disputa entre buenos y malos.
𝐄𝐥 𝐡𝐢𝐥𝐨 𝐧𝐞𝐠𝐫𝐨 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐉𝐨𝐬𝐞́ 𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐊𝐚𝐬𝐭
Desde su aparición en la franja del Sí, sus 2 etapas como concejal y sus 4 como diputado, nos ha dejado declaraciones que lo pintan de cuerpo entero.
¿Extremo en qué? Veamos.
Kast siempre ha hablado de gobierno militar, nunca de dictadura y siempre ha valorado este régimen, a pesar de las miles de violaciones a los DDHH, y que dejó 40% de pobreza.
Defendió a dirigentes de la dictadura (Stange, de la junta militar), también fue cercano a Guzmán, apoyado por pinochetistas como Javier Letura (encabezó acto en Chacarillas) y Angelica Cristi (defensora de militares condenados).
¿Sabían que Elena Caffarena, fundadora del Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer, participó en una Asamblea Constituyente? [HILO]
Así es! Esto después del golpe de Estado de 1925. Ese año, el partido comunista y la Federación Obrera de Chile pidieron que se realizara una Asamblea Constituyente conocida como "la constituyente chica".
Según S.Grez participaron más de mil asambleistas: hombres y mujeres. A pesar de que llegaron a acuerdos como la igualdad política entre ambos géneros, el federalismo y la separación Iglesia-Estado, los sectores estaban tan divididos que no llegaron a escribir una Constitución.
Les quiero contar una historia sobre la divulgación y la Historia. Aunque muchos historiadores no lo crean, la gran mayoría de la población conecta con la historia cuando los relatos le hacen sentido, ¿qué raro? OH.
Yo también venía de la academia, de los proyectos Fondecyt, de las ayudantías de investigación, pero entré a un espacio divulgativo, donde tu opinión no es tan importante, sino lo que transmites. Desde ahí empecé a visitar colegios a lo largo de Chile.
Y a las niñas y niños y adolescentes les interesaba la historia cuando les hacían sentido, es decir, cuando esas historias se parecían a las que habían escuchado o visto. En ese sentido, la historia de las mujeres le hacía sentido a las mujeres
[Hilo] ¿Sabían que el trámite legislativo para el voto municipal de las mujeres duró 2 años? Sí, 2 años! Y eso no es todo, la élite quiso poner miles de trabas.
Cuando se comenzó a discutir el voto la primera propuesta de la élite fue que votaran mujeres mayores de 25 (los hombres votaban cuando eran mayores de 21). Las feministas y los partidos más de izquierda dijeron que era discriminatorio.
Luego, propusieron que votaran mujeres que tenían propiedades en las comunas. Lo que causó indignación entre las feministas porque este mecanismo dejaba fuera a las mujeres obreras. La presión del movimiento hizo que ambos proyectos se rechazaran.
Fuera de lo vulgar del gesto UDI. La frase literal sobre el derecho de vivir en paz es banal porque es obvia: todos queremos vivir en paz. El contexto que no vieron es sobre las propuestas del cómo se vive en paz. Y esa es la gracia de la canción, muestra un camino más justo.
La canción de Víctor Jara tiene un contexto. Un camino de paz antioligarquico y anticolonial. La dictadura que asesinó a Jara probó el sentido de la canción. Usarlo sin contexto fue una falta de respeto.
Entiendo que los rechazo quieran una sociedad que viva en paz, pero díganme qué quieren reformar para lograr ese objetivo. Más allá del slogan: Qué!