Hola, me llamo Fernando, soy un chico de 25 años de Madrid y me he hecho este perfil para compartir mi experiencia personal con la circuncisión infantil, el trauma que me ha supuesto y como me ha afectado a lo largo de mi vida. Es una historia dura pero siento necesario contarla.
Mi hermano mayor tiene el Síndrome de Down y nos llevamos 2 años, en 1998 cuando él tenía 5 y yo 3 tuvo una infección de orina y mi padre, que nos cuidaba por las tardes, nos llevó al pediatra. Como nos recogía seguidos del colegio tuve la mala suerte de ir a la consulta
El pediatra, al explorar a mi hermano intentó retraerle el prepucio, no lo consiguió sin que mi hermano se pusiera a llorar (a esa edad a muchos niños no se les baja del todo, algunos tardan hasta los 9) y dijo "Bueno, tiene un principio de fimosis pero con antibióticos bastará"
A mi padre, no se le ocurrió otra cosa que decir "Ah si? Pues este otro lo tiene igual" a lo que el médico me desnudó e intentó también retraerme a mí el prepucio. Como tampoco me bajaba, lo intentó hasta que me puse a llorar de forma descontrolada (todo esto relato de mi padre)
Y me diagnosticó con fimosis (aunque no siquiera fuera yo el acudía a la consulta). Mi padre volvió mosqueado a casa y se lo comentó a mi madre, la cual me llevo dias después al pediatra.
El pediatra intentó de nuevo retraerme el prepucio y me diagnosticó con fimosis y adherencias. Estás adherencias eran resultados de lo que hizo el primer pediatra, son un síntoma común al intentar retraer el prepucio de un niño a la fuerza cuando todavía no está desarrollado.
La pediatra me recetó una crema con esteroides para que mi madre me la aplicara pero dijo que si no se "curaba" de esa manera que siempre podían operar, que era un operación muy sencilla. Mi madre estuvo poniéndome la crema e intentado retraerme el prepucio durante varios meses
Yo recuerdo esto con horror, cada vez que lo intentaba me hacía mucho daño y me sentía muy expuesto, siempre me resistía. Como al cabo de los meses mi madre vio que no se facilitaba la cosa volvió a la pediatra la cual dispuso que me operaran.
El día de la operación lo tengo grabado a fuego en la memoria, fue en Septiembre del 2000, 2 años después del primer diagnóstico en el La Paz. Recuerdo no entender por qué estábamos yendo al hospital, ya que no me habían dicho nada de la operación, pero a esa edad no eres del...
todo consciente de lo que está pasando. Recuerdo perfectamente entrar por la puerta del Hospital Infantil, que era un día nublado, que me dieron un tebeo de Mortadelo y Filemón y un vaso pequeño con una bebida que estaba muy amarga pero que bebí de un trago.
Recuerdo despertarme desorientado, sin saber cuánto tiempo había pasado, recuerdo sentir el peor dolor que he sentido en mi vida y recuerdo no querer mirar hacia abajo de terror, de hacerlo y verme el pene ensangrentado.
Son recuerdos súper vívidos aún a día de hoy en mi cabeza pero en el momento no fui consciente de lo que me había pasado, era un niño muy pequeño.
A partir de entonces, me recupere de la operación y recuerdo que durante los primeros meses me dolía mucho que me rozara el pene con la ropa interior, sobre todo que rozara la cicatriz, pero con el tiempo acabó por ser un dolor de fondo al que mi cerebro se acostumbró.
Sobre los 12 años empecé a masturbarme como la mayoría de los niños. Siempre al tener una erección he tenido la piel muy tirante, se tensa como la cuerda de una guitarra y es muy doloroso, sobre todo la parte de piel que va de la cicatriz al glande.
El problema era que para poder sentir algo, necesitaba sentir mucha fricción en esa zona, ya que la cicatriz y lo que me queda del frenillo son las partes más sensibles, pero esto inevitablemente me generaba dolor.
Masturbarme siempre ha sido un difícil equilibrio entre el placer y el dolor, al acabar era normal acabar con rozaduras en la piel y sentir mucho dolor posteriormente, pero para mí era lo normal, había crecido siempre así y pensaba que todo el mundo sentía lo mismo.
Hasta los 17 no empecé a tener relaciones, pero cuando las tuve me di cuenta de que era algo de lo que no conseguía disfrutar. El que alguien que no fuera yo me tocará el pene teniendo una erección me provocaba muchísimo dolor, la fricción se me hacía inaguantable...
Aún así en aquel momento pensé que era por mí falta de experiencia y porque no estaba lo suficientemente en forma, así que me apunté al gimnasio y empecé a ir de forma religiosa, esperando que mejorará mi situación.
A los 20 conocí a mi novio. El no está circuncidado y con los años, me fui dando cuenta de que las sensaciones que teníamos en el sexo eran completamente diferentes, el nunca se quejaba de sentir dolor, mientras que para mí era algo inevitable.
Al principio me costó darme cuenta del origen del dolor, pero las diferencias era claras. Su glande estaba siempre cubierto y su piel no se estiraba al tener una erección, mientras que el mío estaba constantemente seco y expuesto y la piel se me estiraba a más no poder.
Fue muy difícil emocionalmente investigar por internet en qué consistía una circuncisión y entender el origen de algo que me había perseguido siempre. Me sentí violado, tanto por mis padres como por los médicos y me invadió una mezcla entre ira y tristeza muy fuerte.
Mucha gente se piensa que la circuncisión es una operación superficial, que solo corta una pequeña parte de "piel" del pene, pero la realidad es que es una operación muy invasiva y sangrienta que tiene muchas secuelas, sobre todo si es realizada en niños tan pequeños.
Numerosos estudios han estudiado cómo afecta a la sensibilidad y se ha encontrado que los hombres circuncidados tienen mucha menos, así como una mayor incidencia de disfunción erectil e insatisfacción sexual : sciencenordic.com/denmark-gender… 
El problema está en que es un tema completamente taboo, que la mayoría de los hombres prefieren morir a reconocer que su pene no funciona como deberia, que tampoco conocen otra cosa y que como son heterosexuales no tienen conocimiento de las funciones del prepucio.
Además es muy difícil el aceptar que algo que te hicieron tus padres en el momento más vulnerable de tu vida te afecta de una manera tan negativa, es mucho más fácil negarlo todo y no pensar en ello. Por no hablar de que para mucha gente tiene un significado cultural.
El año pasado fui al Urólogo, allí simplemente me dijeron que a mí pene no le pasaba absolutamente nada, que lo que me pasaba era completamente mental y que si algo me doliera que usará más lubricante. Me dijeron que lo que me pasaba no era un problema clínico y que por eso...
no me iban a tratar.Los médicos tienen la circuncisión tan normalizada que no se dan cuenta de que es una forma de mutilación genital, no parecen conocer las funciones del prepucio y no parece que contemplen ni siquiera que el te hayan cortado parte de tu pene te pueda ocasionar
problemas. Yo me sentí súper violento cuando me dijeron todo esto y simplemente me puse a llorar en la consulta porque me sentía completamente impotente. Esto me sumió en una fuerte depresión, ya que me sentía completamente abandonado.
Básicamente me estaban diciendo de que la culpa de mis problemas no era que me hubieran mutilado parte de mi órgano sexual de niño, sino que no estuviera contento con que me hubieran mutilado.
Como veía que nadie iba a hacer nada por mejorar mi situación, me dediqué a buscar por internet y encontré que en EEUU hay muchos grupos de activismo contra la practica intactamerica.org
También encontré que existen una serie de prácticas que consisten en estirar la piel del tronco del pene para conseguir una especie de prepucio falso, el proceso se llama en inglés "foreskin restoration" y aunque no está verificado por ningún estudio científico ni los médicos...
lo conocen, existen foros enteros dedicados a ellos, donde los usuarios se dan consejos de cómo construir artilugios para estirar la piel y demás cosas. reddit.com/r/foreskin_res…
Ahora llevo un año ya realizando los métodos y la verdad veo que funcionan, pero es un proceso lento y muy doloroso que he hecho yo por mi propia cuenta y riesgo, así que la sensación de abandono y soledad ahí sigue.
Por eso me he decidido a que hay que traer el activismo contra esta práctica a España, porque es un tema del que NUNCA se habla pero que afecta a mucha gente. Quiero en un futuro (cuando nos deje el COVID) meterme en el mundillo del activismo
Y conseguir que la gente se informe sobre la realidad de esta práctica, así como que se restrinja mucho más. En España los genitales de todos los niños están protegidos por la ley excepto si nacen con pene y que se haga está práctica de forma rutinaria me parece una vergüenza.
Buff, si has llegado hasta aquí quiero darte las gracias por leer mi historia, ha sido dura de escribir pero creo que alguien tiene que acabar con el silencio que siempre ha habido. Muchas gracias! :)
Bueno, como comentario para acabar, me parece que el restringir la circuncisión es una cuestión de derechos humanos, todas las personas tenemos derecho a la integridad genital. Uno de mis videos favoritos sobre el tema es de una activista feminista:
