1) Hoy vamos a hablar acerca de los días finales de Adolf Hitler y de quién nombró éste como sucesor de Hermann Göring como Comandante absoluto de la Luftwaffe o Aviación de la Alemania nazi... Joseph Goebbels, Jefe de Propaganda del Reich, estaba aún en su casa cuando se enteró,
2) el 22 de abril de 1945, que el Führer reclamaba su presencia inmediatamente en su búnker de Berlín. Hitler, también quería ver a su esposa Magda y a sus hijos. A las 5 de la tarde, los Goebbels prepararon a sus hijos para verse con el Führer. Los niños estaban encantados y
3) preguntaban: “y tío Adi, les daría chocolate y pastel como hacía siempre?”. La madre, temiendo quizás que iban todos al encuentro de la muerte, sonrió y dijo: “Cada uno puede llevarse un juguete, pero no más de uno... estaba en ciernes, una de las masacres infantiles más
4) terribles y desnaturalizadas de la historia. Conforme los rusos avanzaban a Berlín, el buen humor habitual de Eva Braun, la mujer del Führer, había cambiado a un estado de terror. En un momento, tomó las manos de Fraudl Junge, secretaria de Hitler, y confesó aterrada: “ojalá
5) todo hubiese terminado ya”. Escribió una carta de despedida a su mejor amiga, Herta: “Estas son mis últimas líneas, mis últimas señales de vida. Te envío mis joyas para que las repartas de acuerdo a mi testamento. No puedo entender como ha llegado a ocurrir todo esto... es
6) suficiente para hacerle perder a uno la fe en Dios”.Al día siguiente,el 23 de abril,le escribió a su hermana Gretl: “aún hay posibilidades, pero es obvio que no podemos permitir que nos capturen vivos. Guarda las cartas de Adi en un envoltorio impermeable y luego entiérralas”.
7) Mientras tanto, Heinrich Himmler, Jefe Supremo de la SS u Organismo Principal de Seguridad del Reich, estaba haciendo preparativos de último momento. Se reunió con el Conde de Wisborg, Folke Bernadotte (noble sueco, militar y diplomático), y le dijo: “ La guerra debe terminar,
8) reconozco que Alemania ha sido vencida. El Führer ya debe estar muerto y estoy dispuesto a capitular en el Frente Occidental (Inglaterra y USA), pero nunca lo haría en el Oriente ( Rusia). Siempre he sido un enemigo declarado del bolchevismo, y siempre lo seré. Usted me
9) ayudará a hacer esta propuesta a los aliados”. Bernadotte, le respondió: “claro que sí! Pero, y si esta oferta es rechazada?. A lo que respondió: “En ese caso, tomaré el mando en el Frente Oriental contra los rusos y moriré en combate!”. En el búnker de Hitler, el 24 de abril,
10) éste se enteró que el Ejército del General alemán, Hasso von Manteuffel (Comandante de los Panzers o tanques alemanes), había quedado totalmente aislado por una ofensiva soviética. Y Hitler, dijo: “esto sólo puede atribuirse a la incompetencia de los Jefes militares alemanes
11) al mando. Son unos lerdos!”. En otra habitación del búnker, Goebbels, lanza la última proclama esperanzadora a los ciudadanos de Berlin: “nuestros corazones no deben albergar dudas, ni temores. Debemos acabar con la embestida masiva de los malditos rusos y que ya están en
13) Berlín. Esto debemos hacerlo con orgullo y ambición”. Mientras promulgaba esto, Julius Schaub, Edecán militar del Führer, quemaba los últimos restos de la correspondencia privada de Hitler. Luego, se dirigió en avión al sur de Alemania con órdenes de destruir otros documentos
14) personales en el departamento de Hitler en Múnich y en el Berghof ( su casa de campo al sur de Alemania). A media mañana, el 25 de abril, las tenazas del Ejército Rojo, estaban a punto de cerrarse en torno a Berlín. Pero de repente, la Agencia Oficial de Noticias de Alemania
15) (DNB), dijo que acababa de enterarse que había una disputa entre rusos y los norteamericanos en la primera reunión de sus tropas en el río Mulde ( en Sajonia, al noreste de Alemania). Al escuchar esto, Hitler se enderezó de su silla con los ojos brillantes y dijo:”Caballeros,
16) esta es otra prueba evidente de la desunión de nuestros enemigos. Todavía hay una oportunidad que nuestros enemigos se peleen mañana entre ellos. Acaso no es posible que cualquier día se declare la guerra entre los bolcheviques y los anglosajones para disputarse el premio que
17) es Alemania?”. Pero el informe de la DNB era incorrecto. No había discordia entre las tropas de avanzada rusas y norteamericanas. Las tropas del General, Walther Wenck, Comandante del Duodécimo Ejército alemán, defendían el este de Berlín. Hitler contaba con que Wenck pudiese
18) prolongar la batalla, por lo menos hasta el 5 de mayo, para poder así morir el mismo día de Napoleón ( esa era la gran preocupación del Führer). Pero esa era una vana esperanza. Al atardecer, otro General de la Aviación, que era la lealtad y obsecuencia personificada, se
19) jugaba la vida para presentarse ante el Führer y rendirle pleitesía. Era Ritten von Greim ( General de la Luftwaffe), y volaba hacia la asediada Berlín por aviones cazas aliados. El avión de Greim, fue bombardeado y apenas pudo alcanzar la palanca. Logró enderezar el Storch
20) ( avión de la Luftwaffe) y atravesó la avenida que atraviesa la puerta de Bradenburgo ( Estado alemán al este de ese país). Greim se montó en un auto, le curaron el pie derecho y fue llevado en una camilla al búnker del Führer. Cuando Hitler supo la proeza de Greim, se
21) reanimó. Le estrechó la mano y le dijo: “Qué hombre tan valiente!”. Luego, le contó del mensaje traicionero de Göring. Y le dijo; “Imagínese, Greim! Un últimatum a mí! Un insolente ultimatum! Ahora ya no queda nada! No hay traición, ni decepción que no haya sufrido yo!”.
22) Luego, mirando a Greim, dijo: “Aquí y ahora mismo! Lo nombro sucesor de Göring como Oberbefehlshaber (Principal Comandante Operativo) de la Luftwaffe. Luego, Greim (como buen adulador), le pidió si le permitía permanecer en el búnker para cuidarlo a él. Hitler, se enjugó los
23) ojos y accedió. Le dijo: “Su decisión de reportarse ante mí, será recordada siempre en la historia de la Luftwaffe y en Alemania”. Es verdad, sería recordada como uno de los actos de sumisión a una persona más importantes de la historia de la Segunda Guerra Mundial.Y mientras
24) tanto, corrían los minutos y las horas, acercandose el final de ese ser infernal, llamado Adolf Hitler. Es historia, amigos.
