#DragonEyes
Jimin y Namjoon quieres jugar y por eso piden ayuda a sus amigos que saben tanto, sobre tantas cosas.




#DragonEyes ocurre años después de #MILEHIGHCLUB
🔥💜🔥
Estaban todos ahí reunidos, en su propia casa, para celebrar el cumpleaños de la chica que ya tenía la peligrosa edad de diecisiete años.
La chica chasqueó la lengua cuando vio entrar a su amigo.
—¡Hola Mike! —saludaron todos al unísono.
—"Me voy mañana."
—Vale, entonces te prepararé un poco de comida para que te la lleves.
El chico sonrió y afirmó mirando de reojo a su amiga que le estaba asesinando con la mirada.
Como supuso, Michael salió a hablar con ella. Antes de hacerlo fue hasta el sofá para coger una manta.
—“Te vas a congelar.”
—Oh, que te preocupas por mí —la chica negó con la cabeza y se colocó la mantita por encima.
—“Siempre me preocupo por ti, no sé a qué viene eso ahora.”
Eso era peligroso. Cuando la chica hablaba con las manos significaba que estaba o muy enfadada o muy afectada como para verbalizarlo.
—“He estado ocupado.”
—“Follándote a esa rubia con cara de gilipollas.”
Michael abrió los ojos y le dio un golpecito en el hombro.
—“No tienes derecho a decirme nada, no apareces por aquí.”
—“¿Y tú si tienes derecho? La última vez que hablamos me enviaste a la mierda.”
Michael se movió y se colocó justo delante para que sus padres no pudieran ver lo que estaba hablando.
—“Te he echado de menos, pero veo que tú a mí no.”
La chica le miró con los ojos vidriosos.
Michael sonrió y le regaló un toque cariñoso en el mentón para que le mirara. Para que esos ojos le miraran como tanto había necesitado.
“Es tan guapa. Es tan perfecta, aunque me envíe a la mierda cada dos por tres.”
SunHee se sonrojó un poco y apoyó la frente en el pecho del chico.
Se quedaron en silencio durante unos instantes hasta que ella empezó a cantar.
Perfecta.
Única.
Cuando SunHee acabó le miró desde abajo algo ansiosa.
El chico sonrió y le besó en la mejilla. Sus besos siempre quemaban, aunque fueran un roce contra la piel.
Siempre quemaban.
—“Preciosa, como siempre.”
SunHee se sonrojó.
Preciosa la canción, supuso.
—Tengo una noticia, pero no sé si te va a gustar.
El chico dio un pasito hacia atrás y levantó la ceja.
—“¿Qué has hecho?”
—No es eso…Es que estoy convenciendo a mis padres para que el año que viene —La chica sonrió con fuerza—, quiero ir a Julliard, me han ofrecido una beca.
Michael abrió la boca y aplaudió con fuerza.
—“¡Eso es increíble!”
—Lo sé, lo sé…Mis padres quieren que estudie algo antes de-…Esto no lo sabes.
Michael se acercó de nuevo muy intrigado.
—“OH DIOS MÍO SUNNIE —dijo vocalizando dramáticamente—. ¿Por qué no me lo habías dicho?”
—“Me da mucha ansiedad todo esto y como estabas enfadado conmigo..”—respondió con sus manos.
—“Soy tu amigo puedes contarme lo que sea y no, no estaba enfadado contigo, solo algo...molesto.”
—“Estoy ansiosa con esto y-…bueno, estoy nerviosa, por eso soy una borde de mierda, lo siento.”
SunHee era un portento de la música y era más que evidente que en algún momento la agencia que llevaba a su padre querría que la muchacha sacara algo de música al mercado.
—“Vente conmigo a Nueva York.”
—“Si tus padres no quieren que estés en el campus sola, puedes vivir conmigo. Yo me ocupo de ti.”
—A tu novia no le va a hacer ni puta gracia.
—“Ah, bueno, ya no salimos juntos.”
—Bueno saberlo.
—¡Chicos a cenar! ¡Dejaros de tanto parloteo!
Los dos dieron un respingo asustados y sonrieron a Taehyung que les estaba llamando con mucho ímpetu.
“Le acabas de pedir que viva contigo. Si es que eres imbécil Michael Kim.”
SunHee le miró de reojo y se puso a comer.
Le acababa de pedir que vivieran juntos en Nueva York.
Así, como si nada.
—Es en la otra punta del país —Namjoon frunció el ceño y miró a la chica—, ¿estás segura de que quieres ir Sunnie?
—Claro que lo sé cielo, déjame ser un padre dramático por una vez —dijo Jungkook mirándola con intensidad.
Todos rieron y Michael aprovechó para coger la mano de su amiga por debajo de la mesa.
—¿Qué pasa? —preguntó Jimin viendo a los dos mirándose como idiotas.
—Vivir con mi hija, a ocho horas de avión de aquí. Con una menor.
—¡PAPÁ POR FAVOR! —SunHee estaba roja como un tomate.
El chico tragó y miró a su padre Namjoon.
—“Pensé que estaríais más tranquilos si estaba conmigo. Es mi amiga, no dejaría que le pasara nada.”
Jungkook y Taehyung miraron al muchacho con mucha intensidad y después a su hija que estaba nervios moviendo el pie bajo la mesa.
—Luego lo hablamos.
—Vale papá.
Los mayores intentaron volver el ambiente divertido de nuevo y
Jimin observó a su hijo que estaba algo tenso, disimuladamente desvió la mirada debajo de la mesa para ver su mano juguetear con la rodilla de su amiga.
—“Cuidado.”
—“Perdón…”
Michael estaba muy rojo y acabó de cenar más deprisa de lo que pretendía. Namjoon miró a su marido que parecía pasárselo muy bien con el sufrimiento del joven.
—Felicidades cariño —Taehyung la abrazó el primero dándole un beso muy sonoro en la cara—. Por muchos años más.
Jungkook se acercó y le dio otro abrazo, uno con mucha más intensidad de lo que pretendía.
—Te quiero mucho cielo.
—Y yo papá…
—Feliz cumpleaños —le dio un beso y se apartó un poco emocionado.
—Lo siento Jeon —soltó Hoseok con una risita—. El punto nos lo llevamos nosotros.
El hombre sonrió sentándose en una silla de la cocina.
—¡OH DIOS MÍO! ¡OH DIOS MÍO! —Se abalanzó sobre sus tíos y jadeó muy emocionada—. ¡CÓMO!
—Lo sé, lo sé, Dios mío, gracias.
Todos aplaudieron y automáticamente miraron a Michael que estaba rojo como un tomate.
SunHee desvió la mirada e hizo ver que no le importaba que su amigo se hubiera olvidado de su regalo.
—Muchas gracias a todos, os quiero mucho.
SunHee se emocionó con ese abrazo, Yoongi era su único tío de sangre, lo único que le quedaba de su madre. Le abrazó con fuerza antes de apartarse al borde del llanto.
—Gracias —repitió sonriendo—. Yo ahm-…
—Vale.
Michael dio un pasito hacia delante y todos le miraron.
—“¿Puedo llevarte yo?”
SunHee frunció el ceño y afirmó en silencio girándose hacia sus padres.
—Mike me lleva.
—Sí, así no tenéis que dar tanta vuelta —susurró la chica apremiando a sus padres para que recogieran sus pertenencias.
Iba a quedarse a dormir en casa de una amiga así que en realidad no necesitaba que sus padres le acompañaran.
—“Mañana por la noche” —contestó sabiendo que su amiga le traduciría.
—Mañana por la noche —repitió SunHee con una sonrisa triste.
—Oh, qué pronto.
—“Sí…”
—¡Nos vemos pronto Michael!
—¡Sunnie, pórtate bien!
—¡Papá! —chilló la chica avergonzada.
Taehyung le dio un golpecito en el hombro a su marido cuando el coche de los jóvenes desapareció calle abajo.
—Kookie.
—Algún día —Tae cerró la puerta y le miró con una sonrisa—. Va a pasar. Michael es un buen chico, ¿por qué te pones así?
—Porque es una niña.
—Tiene diecisiete años cariño, ha tenido novio…
—Es amor, ¿o es que tú nunca has estado enamorado?
El hombre sonrió y le dio un toque en el mentón.
—Estoy enamorado.
—Entonces déjales tranquilos, ¿mmm?
En el otro coche SunHee tenía la cabeza apoyada en el cristal con los ojos fijos en las luces de la calle. Michael acababa de llegar después de tanto tiempo y volvía a irse, era casi como un fantasma. ¿Dónde quedaba ese tiempo en el que se pasaban el día juntos?
Ella le miró apretando su agarre, le había echado de menos.
—No sabía que te ibas mañana.
Él afirmó lentamente mirando hacia la carretera.
—Mmm…N-..No tardes una eternidad en volver, idiota.
—“Estas navidades estaré aquí de nuevo. Me quedaré unas semanas, ¿qué te parece?”
—Genial…
La chica sonrió incómoda y abrió la puerta, pero por supuesto él la frenó.
—Mike…
—“Te llamaré, ¿vale?”
—Eso dijiste la última vez —SunHee se tocó el pelo tan oscuro con pena—. Oye, que si no quieres ser mi amigo porqu-…
—Shhh —siseó el chico dejando ir el aire.
La soltó y siguió hablando.
—“Cómo puedes decir algo así.”
El chico desvió la mirada sintiéndose incómodo consigo mismo.
—“Eso no va a pasar más.”
—Claro…
—“Te lo juro. Venga dame un abrazo, no nos despidamos así.”
Se apartó nervioso y le dio un beso en la mejilla, un último roce antes de dejarla ir.
—“Te llamaré, te lo prometo.”
—Vale…
—“Mañana me voy después de cenar, podemos vernos si quieres.”
Ella afirmó emocionada.
Él rio con ese sonido tan ronco y especial.
Levantó el pulgar y los dos sonrieron.
—Me voy, hasta mañana Mike.
—“Adiós Sunnie.”
La chica se despidió con la mano y dejó al chico suspirando como un idiota dentro de su coche.
---
—A Jungkook le va a dar algo un día de estos —dijo Yoongi bebiendo de su cerveza.
—Es que maldito Michael —replicó Jimin dándole un trago a su bebida—. Este chico se cree que nadie se da cuenta.
—Quiero ver la cara de Jeon cuando eso pase —susurró Hoseok también contra su bebida.
—Es normal —susurró Yoongi haciendo que la casa quedara en un silencio nostálgico.
Todos suspiraron al recordar esa maldita noche y Hoseok intentó darle un poco de calor al momento.
Jimin y Namjoon rieron con fuerza.
—Más o menos igual, no os creáis.
—No somos tan interesantes como vosotros —susurró Jimin contra su botellín de cerveza.
Los cuatro rieron y Hoseok recibió un golpecito en el brazo de su marido. Yoongi estaba un poco rojo porque sabía que Jimin era muy vergonzoso para esas cosas.
—Mmm, claro.
—Joonie... —susurró Jimin muy rojo y avergonzado.
—Es curiosidad —dijo tragando con fuerza—. ¿En serio folláis los cuatro juntos?
Hoseok afirmó lentamente.
—Sí. Algunas veces.
—Vale.
—Ah, pues os los doy si queréis-...
—No, no, a ver...Ya está, no hace falt-...
—Vamos, pregunta, pregunta.
Namjoon miró a su marido que estaba rojo como un tomate y balbuceó un poco.
—¿Jimin? —Yoongi le dio un toque cariñoso en el brazo.
—E-..Es que ahm —El chico volvió a mirar a su marido—. C-..Como vosotros sabéis t-..tanto pues queríamos p-..preguntaros unas cosas.
—Sin problema Jimin, puedes preguntar lo que quieras.
—Ya, ahm-...
Namjoon también estaba un poco rojo y se rascaba el cuello con intensidad.
—Era p-..pues si sabías de a-..algo divertido que pudiéramos hacer.
—N-..No, ahm-.. Joonie di a-..algo tú también —le apremió al borde del llanto.
El hombre estaba muy rojo y le costaba un poco entrar en la conversación.
—Creo que se refieren a otro juego —dijo Yoongi acomodándose en el sofá—. ¿Algo para mirar?
Namjoon notó la sangre subirle a la cara de golpe, se sentía especialmente estúpido y avergonzado.
Namjoon se pasó la mano por la cara, le temblaba la pierna de pura vergüenza.
—A-..Algo así.
—Y-..Yo qué.
—¿Qué querías preguntar?
Jimin y Namjoon se miraron con tanta intensidad que la otra pareja pudo notarlo en el aire.
—¿Cómo conseguimos a una tercera persona?
Namjoon lo dijo del tirón agarrando la cerveza con tanta fuerza que la podría haber aplastado entre sus dedos.
Hoseok parpadeó varias veces antes de hablar.
Namjoon afirmó tan rojo que se quería morir, que su amigo hablara con tanta facilidad de todo aquello le estaba poniendo aun más histérico.
La pareja los miró tan atentos como sus cuerpos le dejaban.
—Ya..
—No es por romperos la fantasía, a veces cuando se intentan hacer realidad no son tan geniales como uno imaginaba.
—Pero vosotros lo hacéis —susurró Jimin.
—Sí, pero Yoons y yo vivimos nuestra sexualidad un poco diferente que las personas de a pie, al igual que Jungkook y Tae.
—Ya..
—No os digo que no lo hagáis, pero tenéis que estar muy seguros y pensarlo bien.
—Joon.
Namjoon miró a Hoseok que estaba serio a su lado.
—Dime.
La pregunta surcó el aire.
—¿Ellos dos solos?
Hoseok sonrió.
—No, contigo mirando.
El hombre se sonrojó muchísimo y balbuceó un poco.
—N-..No digas eso...—Jimin intentó consolar a su marido.
Los cuatro rieron con fuerza.
—Si a los dos os parece bien no hay nada de malo en ello.
Namjoon y Jimin se miraron con demasiadas cosas por decir.
—Nosotros nos iremos.
–Ah, claro...vale, vale...
—Si queréis preguntar algo más no lo dudéis, ¿vale?
—Joonie...
El hombre le miró con unos ojos que no había visto nunca.
—No, no, es solo que tal vez no lo hemos pensado bien.
Jimin afirmó girándose hacia la cocina.
—Vale cariño, sin problema.
—No quiero que creas que ahm-...Yo te quiero Minnie.
—Ya lo sé cariño.
—Vamos a dormir, ¿mmm?
—Joonie...
Pasaron un par de meses y no volvieron a sacar el tema. Jimin estaba un poco triste, quería hablar con él y hacerle entender que también quería hacer una locura como aquella.
Namjoon estaba taciturno y por mucho que siguieran follando como siempre no quiso jugar con Jimin durante esos dos meses.
Una tarde después de estar tantas horas trabajando se encontró a Jimin esperándole medio desnudo en el salón.
Se acercó a él lentamente, ¿estaba bien pedirle aquello?
—Hola —susurró Jimin desabrochándose la camisa lentamente—. Llegas pronto.
—Minnie...
—Ven...
Jimin intentó agarrarle de la mano, pero Namjoon le apartó suavemente.
—Estoy cansado cariño.
¿Estaba bien pedirle aquello?
Empezó a abotonarse la camisa a toda velocidad, era la primera vez que su marido le ponía una excusa barata para no tocarle.
—Jimin...
Su marido se giró y despareció pasillo abajo lleno de vergüenza y terror. Namjoon suspiró con fuerza y dejó sus cosas en el suelo.
¿Le estaría obligando a aquello? ¿A quién más le gustaría tener un marido que prefiere mirar a follar?
Al tumbarse en la cama su marido era una bolita diminuta y él se sintió estúpidamente grande e idiota. Le abrazó por detrás sabiendo que estaba despierto.
—Te quiero Minnie...
El chico no contestó.
—A nadie joder...
Cuando estuvo agotado y hambriento paró a comer y alguien llamó a su puerta, Hoseok.
—¿Has acabado de torturarlos? —le preguntando viéndolo un poco sudado.
Desde que Hoseok y Yoongi habían decidido vivir en Los Ángeles, su amigo había acabado trabajando para la misma agencia que Namjoon y Jungkook.
—Sí, iba a comer. ¿Te apuntas?
—Oh, ahm...tengo aquí algo de comida.
Hoseok frunció el ceño con fuerza.
—Qué mala cara Joon.
—No he dormido muy bien...
Namjoon se frotó el rostro con más violencia de la necesaria. Se sentía estúpido.
—Jimin está enfadado conmigo...
—¿Qué has hecho?
El hombre rio lleno de nerviosismo y se acomodó en su silla.
—¿Pero por qué?
—Porque quería que jugáramos un poco y no sé, es que tengo la sensación de que le estoy obligando a todo esto.
—S-..Sí..—respondió avergonzado.
—Le has herido el orgullo y la confianza amigo.
Namjoon jadeó harto de sí mismo.
—S-..Sí, casi, más o menos.
—Eres idiota. Con lo vergonzoso que es Jimin...—Hoseok suspiró con fuerza—. Eres muy idiota, debe haberse sentido estúpido porque sabe perfectamente que era una excusa barata.
—¿Por qué no? Si es lo que los dos queréis está bien, Joon.
—¿Y si le estoy presionando? ¿Y si lo hace porque sabe que a mí me pone? Sabes como de complaciente es Jimin.
—C-..Claro que le deseo, mucho...
Hoseok suspiró con tanta fuerza que rebotó en las paredes de la sala.
—¿Q-..Qué?
—Tú llámame y cenamos los cuatro, tranquilo que no os vamos a comer.
—Vale...
Namjoon intentó que su jornada laboral pasara de la mejor forma posible.
Esa tarde acabó pronto, tampoco podía concentrarse en nada más que el recuerdo de la cara avergonzada de su marido.
Cuando llegó a casa también parecía que su marido acabara de entrar por la puerta porque sus cosas del trabajo estaban sobre la silla del salón. Entró en casa nervioso y le buscó.
—Hola cariño, ya estoy aquí.
—Hola.
Seguía molesto.
—¿Podemos hablar un poco?
Jimin hizo una mueca llena de incomodidad y afirmó con la cabeza.
—Solo será un momento, pero llevo todo el día pensando en ello.
El chico desvió la mirada.
—N-..No quiero que te sientas en la obligación de hacer estas cosas.
Jimin frunció el ceño y le miró con los ojos llenos de frustración.
—Jimin…
—¡Joder! ¡Por una vez q-..que hago algo con lo que estoy a gusto tienes que soltar esas estupideces!
—Vale, vale, perdona cariño.
—¿S-..Sabes cuánto me cuesta p-..ponerme delante de ti de esa forma?
—Lo sé mi vida, lo siento…
Namjoon afirmó lentamente y sentó a su marido de nuevo a su lado.
—Yo también he pensado en eso…
—Me aterra que pienses que acepto esto porque no estoy satisfecho contigo Joonie, porque eso no es verdad.
—Ya lo sé cariño, claro que lo sé.
—Cada vez que te miro el mundo se para Minnie —le susurró con calma—, sé que te sonará extraño, pero es verdad. Cuando me dejas ahí sentado y
Jimin jadeó con ese calor que lo estaba abrasando todo.
—Solo te miro a ti, a nadie más, siempre.
---
—Gracias por la invitación.
El matrimonio entró sonriendo se les veía bastante contentos y conectados. Jimin se coló en la cocina y se quedó con Yoongi hablando y ayudándole un poco a acabar de preparar las cosas.
—Veo que estáis bien. ¿Habéis hablado?
—Sí, sí, todo solucionado.
Hoseok levantó una ceja intrigado.
—¿Entonces ya tenéis a alguien?
—Mmm, ya…
La puerta del balcón se abrió y Yoongi sacó la cabeza.
—A cenar guapos.
Los dos entraron y se sentaron en la mesa dónde ya estaba todo dispuesto oliendo de una forma deliciosa y
Namjoon jadeó muerto de la risa secándose las lágrimas.
—¡A quién se le ocurre hacerle una mamada a alguien en mitad de una cocina!
—¡P-..Pues casi me da un infarto!
Aplaudieron y rieron sirviéndose otra copa, pobre Jimin, no era la primera ni la última vez que había pillado a su amigo en una situación indiscreta.
—Qué va —Jimin les ayudó entre risas—, Jungkook casi se muere, al único que le hizo gracia fue a Tae, pero él es idiota así que no nos sirve como vara de medir.
—Muy probablemente.
Yoongi volvió con unos vasitos y brindaron encantados con ese ambiente tan especial que había en la casa.
—¿Y vosotros qué tal? —preguntó Yoongi sentándose al lado de Jimin.
—No hemos hecho nada —susurró Namjoon contra su vasito antes de darle un trago—. E-..Estamos pensando en ello todavía.
—Pensando —repitió Hoseok sonriendo con un brillo en los ojos que le erizó la piel—. Pero estáis decididos.
—Tal vez es lo que dijiste Hobs —replicó Namjoon pasándose la mano por el cuello—, tal vez llega el momento y nos echamos atrás.
—Ahm-…
Hoseok desvió la mirada lentamente hacia Jimin que tenía los ojos fijos en su vasito, estaba nervioso.
—¿Crees que vas a ponerte celoso?
—Puede.
Los dos se miraron y Jimin se dio cuenta de que algo extraño estaba pasando allí. Miró a su amigo que estaba sonriendo de esa forma tan especial y tuvo que tragar con fuerza.
—Jimin-ah…
—¿Sí?
—¿Me darías un beso? Puedes decir que no, tranquilo.
Jimin parpadeó rojo como un tomate y miró a su marido que estaba apretando los dientes sentado en esa silla. ¿Qué acababa de preguntarle su amigo?
—¿No? Vale…
—Oh, ¿con Yoons? Mmm, ven aquí.
Yoongi se movió automáticamente y caminó hasta quedarse enfrente de su marido.
—Siéntate aquí.
—¿Color? —susurró Hoseok contra su boca.
—Azul…
—¿Ves? Mi chico se porta más que bien.
Jimin estaba tan rojo que quería morirse, ¿qué estaba pasando?
—¿J-..Joonie?
—Oh, ¿le pides permiso? Vaya, yo pensaba que quién ponía orden eras tú.
Jimin se pasó las manos por la cara alterado.
—Es solo un beso —susurró Hoseok contra la boca de su marido.
—Es verdad —El mayor pasó los dedos por las piernas de Yoongi sin mirar a ninguno de sus dos amigos—, son aburridos.
—Ah…—Yoongi jadeó cuando la mano se coló por debajo de su camiseta.
Solo un beso.
Su marido intentó besarle, pero Jimin le apartó con un golpecito muy débil.
Jimin jadeó mareado por la situación y volvió a mirar a Namjoon que seguía allí de pie temblando desesperado.
—Dile por qué —le susurró Hoseok al oído.
—P-..Porque no me puede tocar.
—M-..Minnie..
—Siéntate.
La voz de su marido ya no era tan dulce y de alguna forma eso le dejó la piel quemando y los huesos chillándole dentro del cuerpo.
Hoseok sonrió y dejó su mano enterrada en el cabello de su joven amigo.
—Y hasta aquí la demostración —dijo con picardía.
—¿Q-..Qué? —preguntó Jimin desubicado y muy cachondo.
Jimin se tapó la cara tan avergonzado que la sangre le quemaba en el rostro. Se habían vuelto completamente locos, eso había pasado.
—Joder…—Namjoon se pasó las manos por las piernas y miró sus amigos con intensidad—. ¿Y ahora qué?
—Habladlo, solo es sexo, ¿vale? Si no queréis nadie se va a enfadar, os busco algún amigo y listo.
—Hobs…
—Qué.
—Somo amigos.
—¿Y?
—Si queréis hacerlo, llamadme, yo me ocupo de todo.
---
—Si vas a estar incómodo no lo hagamos.
—Es mi amigo Joonie…No pienso en él de esa forma, hace décadas de eso.
—L-..Lo sé, solo quiero que estés seguro.
Y fue el mismo Jimin quién llamó a Hoseok, iban a hacerlo. Su amigo le pidió que fuera a hablar con él y que no le dijera nada a Namjoon, parecía iban a prepararle una sorpresa muy especial.
Antes de hacer nada más Jimin decidió ir a hablar con Yoongi,
Su amigo le recibió una tarde en su casa con toda la naturalidad del mundo.
—Si no lo ves claro no lo hagamos Jimin, pero te aseguro que no hay nada con Joon. Hace muchos años que no lo hay.
—Y tú el mío, sabes cuánto os quiero a los dos, pero no de esa forma, así que por mí no te preocupes.
Jimin afirmó lentamente.
—Solo quería hablar contigo porque no me gustaría que hubiera mal entendidos ni nada así.
—Jimin —se acercó un poco a él sabiendo como de inseguro era su amigo—. Joon te quiere de una forma que no se parece ni un poquito a lo que una vez tuvimos. Te lo prometo, nunca me miró así, nunca nos miramos así, te lo juro.
—Perdona, debo parecerte un imbécil.
--
Namjoon estaba tan nervioso que le temblaban las piernas. Jimin le había pedido que fuera a casa de sus amigos a una hora en concreto y que se visitera con algún traje bonito. El hombre no entendía para qué debía vestirse así,
Así que allí estaba, delante del portal del edificio donde vivían sus amigos, listo para llamar al telefonillo.
Cogió aire y sonrió cuando la voz de Yoongi apareció de la nada.
—¿Sí?
—Soy yo, Joon.
—Vamos allá...
Salió respirando con fuerza y sonrió al ver la puerta de Yoongi medio abierta.
—¿H-..Hola?
Caminó por el pasillo hasta que vio a Yoongi esperándole con una sonrisa. ¿Y su marido y Hoseok?
—Hola Joon, ven, están esperándote.
Namjoon siguió al hombre pasillo abajo con miles de mariposas revoloteando en su estómago.
Yoongi paró delante de la puerta de su habitación y se giró hacia él antes de abrirla.
—Aquí dentro hay unas normas, a ti no te afectarán mucho porque solo vas a estar mirando.
Namjoon tragó con fuerza.
—¿A Hobi?
—Sí.
—V-…Vale, vale.
—Si quieres jugar simplemente sigue las normas, será más divertido.
Afirmó con violencia, estaba sudando de los nervios.
—¿Listo?
—¿No?
Yoongi rio y abrió la puerta.
—Hola Joon —Hoseok se colocó detrás de Jimin y apoyó su mentón en el hombro de su amigo—. ¿Nervioso?
—U-..Un poco...
—Siéntate.
El hombre se sentó en un butacón que estaba ahí mismo de forma automática, se había asustado un poco con la voz Hoseok.
—Bueno ya estamos todos —Hoseok sonrió y se movió entre ellos con calma.
Se acercó al butacón y miró a su amigo desde las alturas.
—Voy a contarte qué va a pasar.
El chico tenía los ojos fijos en sus zapatos, "no le mires a los ojos".
—Te estoy hablando, mírame.
Namjoon levantó la cabeza asustado.
—P-..Perdona, perdona.
Hoseok sonrió.
—Joder...
Hoseok se colocó justo detrás de él dejando las manos sobre las solapas de la chaqueta de su amigo.
—Sabes, tú te follaste al mío, es un poco injusto que yo no pueda hacerlo con el tuyo.
—¿Ha quedado claro?
—Sí, sí...
Los ojos del hombre le miraron con ese brillo tan especial, la piel le cosquilleaba con violencia.
—Quítale los calzoncillos a Jimin.
—Sí Amo.
"—Contra más crea Namjoon que no tiene el control más divertido será. Tu controlas todo lo que pasa, por mucho que yo dé las órdenes. ¿Lo entiendes Jimin-ah?"
"—Confianza y seguridad, si consigues eso, vamos a pasarlo genial."
Jimin dejó que Yoongi le desnudara y se quedó allí de pie vestido simplemente con ese batín tan bonito.
—Sí, Amo.
—Dios mío...—Namjoon se tapó la boca, rojo como un tomate.
Su ex pareja y su marido estaban en esa situación tan inverosímil que le estaba poniendo tan caliente.
Namjoon intentaba hablar, contestar, pero no podía, era incapaz, solo podía clavar los ojos en los de su marido.
Era todo.
Eran todos esos ojos, era la voz de Hoseok, era ese poder que sentía al ver a Namjoon anhelando de esa forma sentado a medio metro de él.
—No te corras.
—N-..No...
—No, qué…
—A-..Amo...
—Bien —El hombre sonrió contra su boca y la mordió con fuerza hasta que su amigo se quejó—. ¿Te gusta la mamada?
—Claro que sí —Hoseok bajó la mirada hasta Yoongi que estaba arrodillado con la polla de su amigo entre sus labios—. Su boca es increíble, ¿qué dices Joon?
—¿No contestas?
—Ahm-..ah…
Jimin afirmó notando la boca de su amigo muy cerca de la suya. Estaba intentando concentrarse, pero con Yoongi a sus pies y su marido mirándole estaba llegando al límite.
—Abre la boca.
—Sí, Amo…—El hombre le miró desde el suelo—. Los dos, en la cama.
Se levantó con los labios enrojecidos e hinchados, empezó a desnudarse con calma mientras Jimin se sentaba en mitad de la cama nervioso y agonizante.
Hoseok volvió a moverse hasta el butacón quedándose otra vez detrás de su amigo, disfrutando de ese sufrimiento que podía ver en sus ojos.
Namjoon se quedó con los ojos fijos en Jimin, no podía pensar en nada, solo quería quedarse allí sentado y mirarle,
—Creo que a Joon le cuesta un poco responder. Yoongi —El Amo volvió a aparecer—, con los dedos fóllatelo.
—Sí, Amo.
Jimin cogió aire y miró a Yoongi que le sonreía con esa expresión que le erizó la piel con virulencia.
—Vamos a ver cómo de bien se lo pasan.
—Ah…
—Tranquilo, queda mucho todavía Joon.
Jimin jadeó y todos le prestaron atención.
—Puedes besarle, nada más.
—Sí, Amo.
Volvió la vista hasta Jimin que jadeaba debajo de él, acercó su boca y se besaron con mucha intensidad, mordiéndose y temblando con desesperación.
—Voy a follármelo, aquí, bien cerquita de ti —dijo Hoseok moviéndose lentamente hasta la cama—. No te muevas, ni se te ocurra tocarte.
—Vamos a descubrir qué le gusta a tu querido Jimin.
Hoseok se sentó en el borde de la cama con esos dos tocándose desesperadamente detrás de él.
—Yoongi —dijo sin desviar la mirada—. Ven aquí.
Hoseok pudo notar el peso de Yoongi hundir el colchón y lo vio aparecer por su lado quedándose de pie justo delante de él. Palmeó sus piernas y su marido se sentó a horcajadas sobre ellas, piel contra ropa, perfecto.
Yoongi jadeó con los ojos fijos en la corbata de su amo.
—Sabes lo que va a pasar ahora.
—S-..Sí..
—S-..Sí, Amo, Amo…
—Ah, no te había escuchado.
Yoongi jadeó temblando sobre sus piernas.
—Voy a follármelo —dijo mordiéndole la boca—, ¿vas a ser bueno?
—Sí, Amo, sí, sí…
—Voy a atarte aquí en la cama.
—No quiero oírte —Hoseok le agarró con fuerza de la cara para que le mirara—. Sé bueno y te follaré como te gusta.
—S-..Sí, Amo…
—Tienes cinco minutos para hacer lo que quieras, aprovéchalos.
“Nunca me miró así, nunca nos miramos así.”
No, estaba claro que esa forma de mirarse solo existía entre Yoongi y Hoseok, al igual que había una mirada única entre él y Namjoon.
“Tienes que actuar con seguridad.”
—M-..Minnie…
—Qué.
—Joder, cariño —Namjoon alargó la mano para tocarle, pero el joven le dio un manotazo para que se apartara.
—Por el amor de -..—Su marido jadeó de pura frustración—, voy a explotar.
Jimin sonrió dando otro pasito hacia delante, se sentía embriagado de poder.
—Sí, sí, sí, cómo tú quieras cariño —El hombre bajó la vista hasta su entrepierna y siseó—. Déjame tocarte.
—No puedes…
—Por favor…
—Haré que te ate a la silla.
—¿Le atamos?
La voz de Hoseok le asustó un poco y más cuando se pegó a él tanto que su traje le rozó la piel. Las manos de ese hombre se clavaron en su cintura y su boca en su oído.
—¿Quieres que lo ate? Si no se porta bien dímelo.
—Oh, eso está muy mal Joon.
—Joder.
Hoseok rio encantado con la situación y se movió la habitación hasta un rincón de dónde sacó un poco de cuerda.
—Sube los brazos —pidió con esa voz tan impresionante—, junta las muñecas.
Namjoon obedeció sin apartar la vista de su marido, le daba igual si le ataban,
—Jimin.
El joven le miró tragando con fuerza.
Se movió cogiéndose al respaldo del butacón con la cabeza de Namjoon a menos de un palmo de la suya. Podía sentir los dedos de Hoseok bajando por su columna lentamente
—Yoongi ha jugado mucho contigo, mírate…
Jimin jadeó contra la cara de su marido.
—Queríais esto, así que para qué esperar más.
Hoseok se apartó dejándole mareado y ansioso, clavó los ojos en Namjoon que
El sonido del cinturón de su amigo le erizó la piel, supo que se estaba poniendo un preservativo,
—Ah…
—Eh, caliente, perfecto.
Jimin jadeó apoyando su frente contra la de Namjoon, estaba follando con Hoseok pegado a él, era una locura y le encantaba.
—M-..Minnie, Minnie…—Namjoon gemía contra su boca—, Dios cariño.
—Ah…
—¿Todo bien Y-..Yoongi?
—Amo..
Bajó la mano por el estómago del joven hasta su polla y
—Por f-..favor..
—Ah…—Jimin negó con la frente pegada a la suya—. N-..No puedes.
—Un beso, aunque sea joder…
El joven sonrió temblando, nunca había visto a Namjoon suplicándole de esa forma y le gustaba,
—No te corras.
—N-..No..
—¿Quieres correrte sobre él? ¿O quieres que te deje solo y jugáis los dos?
—Ah…
—Solo tienes que decirle qué quieres que haga, seguro que te obedece sin rechistar —susurró Hoseok mordiéndole el hombro—. ¿Verdad Joon?
—Sí, sí, Minnie, p-..por favor.
Jimin afirmó sin moverse de allí provocando que Hoseok sonriera, parecía que le estaba cogiendo gusto a mandar. Se movió hasta Yoongi y tiró de él con fuerza arrastrándolo por la cama hasta el borde.
—A-..Amo..
—He sido malo contigo hoy, ¿mmm?
Su marido cerró los ojos con fuerza, tenía las manos atadas a la espalda y había pasado tanto rato que se le estaban durmiendo, dolía de una forma deliciosa.
El hombre se movió con desesperación sobre la cama y con un poco de ayuda de su amo pudo levantarse y sentarse a horcajadas sobre sus piernas. Todavía tenía la ropa puesta, aunque se hubiera bajado el pantalón un poco y
Con esfuerzo se movió sobre esas piernas y siseó cuando su amo entró en él, lento, caliente y perfecto. Se quedó sentado con los pies tocando débilmente el suelo y con la boca de Hoseok pegada a la suya.
—Muévete.
—Ahora solo estoy por ti…Muévete.
En el butacón Jimin estaba desatando a su marido con el cuerpo chillándole para que le tocara.
—Ven cariño, ven…
Namjoon estaba tan desesperado que cuando tuvo las manos libres clavó sus dedos en esa cintura tan perfecta de su marido.
Jimin se sentó sobre sus piernas, piel contra ropa, con ese poder que surcaba cada poro de su cuerpo.
—¿Quieres follarme?
—Sí.
—Cuánto.
—Mucho, mucho, vamos.
Jimin rio contra su boca, pero no le besó, en vez de eso dejó sus labios pegados en la comisura,
—Quiero que me folles fuerte.
—Sí, sí, sí, deja que me levante, joder Minnie…
—No…Así.
Jimin bajó la mano hasta la bragueta de su marido y la desabrochó orgulloso por lo bien que estaba llevando la situación.
—D-..Dios ah…—Su marido jadeó apoyando al cabeza en el respaldo del butacón.
—No te corras….
Jimin rio y empezó a moverse lentamente, provocándole, haciendo que todo se volviera más y más denso a su alrededor. Subía el culo para bajarlo a un ritmo que estaba dejando a Namjoon temblando.
—¿Pasa algo?
—Dios, muévete más rápido.
Namjoon tuvo que cerrar los ojos y afirmó frotando su frente contra la de su marido.
—¿Te ha gustado?
—Sí..T-..Tu cara era increíble…
Jimin sonrió satisfecho y empezó a moverse un poco más deprisa,
—Ojos de dragón —jadeó Jimin contra su boca—, cuando me miras.
Namjoon sonrió levantando un poco la cadera.
—Solo para ti.
Jimin afirmó contra su boca temblando, sí, podía correrse porque él también iba a hacerlo. Se agarró al respaldo del butacón y mordió su boca cuando notó a Namjoon corriéndose dentro de él, caliente, espeso y perfecto.
Le ensució la bonita camisa que llevaba, pero supuesto, a ninguno de los dos le importó.
En la cama Yoongi tenía la cabeza hundida en el colchón mientras Hoseok se clavaba en él una y
—Te duelen las manos y los brazos ah-…—Hoseok jadeó mirando hacia el techo—, una lástima no haber jugado más.
—A-..Amo..
—Cállate.
—Has sido tan bueno hoy, ¿mmm?
Yoongi levantó un poco la cabeza del colchón para coger aire.
—Córrete para mí, vamos…
Había caído por el abismo y no se cansaba nunca de aquello.
Cuando el juego acabó Jimin y Namjoon estaban más que avergonzados. Hoseok solo pudo sonreír y atender a su marido que estaba un poco mareado en la cama.
—¿Estáis bien? —dijo atándose el pantalón y sentándose en el borde de la cama.
—Ha estado muy bien, no te avergüences —Hoseok miró a Namjoon—. ¿A ti que te ha parecido?
—Sigo en shock.
—¿Quieres que te deje algo de ropa? Vas hecho un desastre.
—Oh, joder, vale.
—Venga, tranquilos, que los hemos pasado muy bien.
Hoseok intentó que el ambiente se relajara un poco,
—Cariño.
—Mmmm
—¿Todo bien?
—Sí —Su marido le sonrió y le tocó con su bonita mano—, como siempre.
Hoseok sonrió y le besó la punta de la nariz.
—Te quiero.
—Yo más.
—¿Queréis quedaros y tomar algo? Aunque Yoongi va a quedarse dormido en nada.
—N-..no, no, nos vamos —contestó Namjoon todavía nervioso.
La pareja afirmó y se miraron con algo que Hoseok conocía muy bien, esa conexión única que no se podía comparar con ninguna otra.
—Gracias Hyung, p-..por todo —susurró Jimin rojo.
—Ha sido un placer.
La broma les hizo sonreír y los acompaño hasta la puerta.
—Claro —Namjoon sonrió con algo muy liviano en su pecho—. Gracias Hobs.
—Dejad de dar las gracias, ah y Jimin-ah.
El joven se giró extrañado.
—¿Trucos? —El hombre se acercó con curiosidad.
Hoseok se acercó a su oído y le susurró algo que dejó a Namjoon intrigado. Jimin se alejó muy rojo y afirmó caminando a toda velocidad pasillo abajo.
—¿Qué te ha dicho?
Jimin entró en el ascensor y sonrió.
—Que me enseñará a-..algunas cosas sobre dominación.
Namjoon abrió mucho los ojos y las puertas del ascensor se cerraron.
—Oh.
Jimin sonrió.
—Oh, sí.
---
Suspiró y se miró las piernas que iban enfundadas en unas medias negras y esos zapatos de tacón tan increíbles que su padre Taehyung le había regalado.
—Tranquilo tío Hobi, vamos bien de tiempo—La chica se levantó del sofá arreglándose la falda de ese vestido negro.
¿Por qué acababa siempre vistiendo de oscuro? Le gustaba demasiado.
Miró hacia delante y clavó los ojos en el reflejo de esos espejos que ocupaban gran parte de la habitación. Se acercó a ellos y se contempló orgullosa de su look,
Abrió la puerta un poco más y vio unas cajas muy bonitas dispuestas una encima de la otra. En la superior la tapa estaba abierta y de ahí salía ese brillo tan interesante.
—Ah…
Alargó la mano de forma automática y las tocó, estaban frías y
Como una polilla a la luz agarró uno de los látigos y lo sacó de allí, tenía un mango duro de cuero y unas colas largas que llegaban hasta el suelo hechas del mismo material.
—Eres muy joven para jugar con eso.
Sunnie se giró de golpe chillando y soltó el látigo que rebotó en el suelo con un ruido muy característico.
—Tranquila, no pasa nada.
Hoseok suspiró sabiendo que de alguna forma iba a tener que contarle lo que había visto,
—T-…Tú, ahm-..usas eso con tío Yoongi.
—Sunnie, no creo que-..
—¿Le haces daño?
Hoseok frunció el ceño y le hizo un ademán con la cabeza para que se sentara en la cama.
—Sunnie..
—Joder…
—Técnicamente sí, le hago daño a Yoongi, porque él quiere, los dos queremos.
—Nunca le haría daño de una forma que no fuera jugando, lo sabes, ¿verdad?
Ella afirmó pasándose las manos por el cuello con violencia.
—¿E-..Está bien hacerle daño a alguien?
—Ahm-…Depende —dijo el hombre sonriendo—. Sé que has tenido novio, así que no me voy a andar con muchos rodeos.
—Hay muchas maneras de disfrutar del sexo, eso lo sabes.
—L-..Lo sé..
—Vale, pues tu tío y yo hacemos algunas cosas diferentes, nada más. Es un juego cariño, no es violencia, ni es hacer daño por el puro hecho de maltratar al otro.
—¿Entonces qué te pasa?
La chica jadeó con ese nudo que la estaba asfixiando.
—¿E-..Está bien que-..que te guste hacer daño a los demás?
Hoseok frunció el ceño débilmente, ¿estaba hablando de ella?
—N-..no se lo digas a papá.
—El qué cariño. Me estás asustando…¿Algún chico te ha hecho daño? ¿Es eso?
Ella negó temblando.
—F-..Fui yo…Yo le hice daño.
—¿Por qué no me lo cuentas? Te prometo que no me voy a reír, ¿mmm?
—M-..me da mucha vergüenza y mis amigas me dijeron que s-..soy rara y que-..
—Eh, eh, respira. Tranquila, nadie es raro aquí, ¿vale?
—¿El chico se enfadó contigo?
—Sí…Ahm-..Me dijo algunas cosas qu-..—Sunnie cogía aire a toda velocidad—. Le a-..ahogue..
—Vale…
—Eh, eh…
Hoseok sonrió y le dio un abrazo con algo muy cálido en su pecho, ¿cómo podía ser que se pareciera tanto a su padre?
—Primero de todo, no eres rara ni nada parecido.
Ella afirmó moqueando.
—Eso q-..qué significa.
—N-..no..
La chica bajó la mirada tan avergonzada que se quería morir.
—Te cuento una cosa, pero por el amor de Dios no le digas a tu padre que hemos hablado de esto o me corta los huevos.
—Has visto lo que guardamos ahí —dijo señalando el armario.
—Sí…
—¿Sabes el daño que puedes hacerle a alguien con eso que tenías en la mano?
La chica abrió mucho los ojos asustada.
SunHee podía notar como la sangre la bajaba a los pies.
—Oh dios mío..
—Por eso mismo cuando estás con otra persona debes tener cuidado cariño, sea un bofetón o sea algo más. No te digo que no lo hagas,
La chica le escuchaba sumida en una especie de trance.
—Ven, levanta.
—N-..no, no, prometido.
—Vale…—Hoseok sonrió y apartó un poco la ropa para que la chica pudiera ver otras cosas que estaban bien resguardadas ahí dentro.
—S-…Sí, sí, sí varias veces.
—Vale, pues yo también te doy otro consejo, ¿vale cariño?
SunHee miró a su tío con devoción.
Ella afirmó lentamente.
—Todo lo demás ya lo irás descubriendo tú solita.
—Vale…
—Si tienes alguna duda puedes preguntarme, sin problema.
—Vale tío Hobi y perdona por tocar tus cosas, de verdad que-…
—E-..En la caja del fondo…¿Qué hay ahí?
—No lo quieres saber.
Ella afirmó a toda velocidad y siguió a su tío pasillo abajo.
—¿Qué? Claro…
—¿Por qué vas siempre vestida de negro?
La chica frunció el ceño y se miró los pies enfundados en esos taconazos.
—Porque me hace sentir segura y poderosa.
Hoseok sonrió y le dio un toque cariñoso en la barbilla.
—E-…El qué…—Los dos se movieron hasta la puerta.
—¿Tienes algo de cuero?
La chica negó emocionada.
—Pues ya tendrás algo. Venga, vámonos que llegaremos tarde.
“Porque me hace sentir poderosa.”
Y no había nada malo en ello.
----