Thread by @MarLesmesArenas

No suelo hablar de asuntos personales. Sin embargo, algo llegó a tal límite últimamente, que necesito escribir sobre ello. No seré breve, pero resumiré una experiencia vivida, hasta que los ASESINOS y DESALMADOS de #ETA abandonaron las armas. Primero, os situaré un poco: (+)

Mi padre cordobés y mi madre mallorquina, se conocieron en Palma de Mallorca, el primer destino de mi padre, 21 años e inspector del Cuerpo Superior de Policía (tras la unificación, Cuerpo Nacional de Policía). Se casan y se trasladan a Valencia, donde nacimos sus 4 hijos, (+)

por las cosas del destino. Nunca mejor dicho. Era un lugar intermedio para establecerse, en principio, entre los lugares de residencia de la familia de mi padre y de la de mi madre (Córdoba y Mallorca). Mi padre formaba parte de la Brigada de Información (antiterrorismo) (+)

Allí, le surgió un destino breve, San Sebastián. Mi madre fue con él y, con ellos, mi hermana mayor, con 1 mes y medio. Residían en el Barrio de Amara y mi madre me ha contado que fue horrible el miedo que pasó. A los pocos meses volvieron a Valencia. En una (+)

intervención policial, incautaron unos documentos al GRAPO. Este grupo de DESALMADOS y ASESINOS operaba en esa zona, ETA, lo hacía menos. En ellos figuraban los datos del jefe de mi padre, de mi padre y de otros dos compañeros. Había que tomar más precauciones y mi (+)

padre decidió opositar a Comisario. Aprobó y su primer destino fue Pamplona. Le acompañamos todos. Yo tenía 7 años y todo lo recuerdo como si fuese ayer:

- Nuestros viajes eran por carretera y nocturnos. Mi padre cambiaba las placas de matrícula del coche a mitad de camino. (+)

Yo veía a mi padre que paraba en medio de la nada y se ponía una especie de gafas con una linterna en cada extremo. Como era muy curiosa (apuntaba maneras de Abogada), en cada viaje le hacía la misma pregunta a mi madre, quizá porque no me convencía su respuesta: "mamá, ¿qué (+)

le hace papá al coche?" Esa primera vez, mi madre respondió que estaba mirando el motor y le contesté: "Ah, parece un gatito. Y ahora, ¿por qué está detrás?" y me respondió que estaba mirando las ruedas. En cada viaje yo hacía la misma pregunta y mi madre respondía cada viaje(+)

una cosa parecida o diferente, pero yo veía que mi padre siempre hacía lo mismo.

- Antes de ir al cole nuevo de Pamplona (a mitad de curso) mis padres nos dijeron a mi hermana mayor y a mi que si cualquier persona nos preguntaba de qué trabajaba nuestro padre debamos decir (+)

que vendía libros. Yo pregunté por qué no podía decir que mi papá era policía, si a mi me gustaba mucho que lo fuera. Estaba muy orgullosa. Me dijeron que allí había muchas personas a las que no les gustaba la policía y nos podían hacer daño, que era muy peligroso decirlo. (+)

Efectivamente, mis compañeras de clase preguntaban. Me daba miedo que descubrieran que mi respuesta era mentira.

- Recuerdo que coincidieron unas elecciones y, claro, las compañeras de clase preguntaron a qué partido iban a votar mis padres. Debíamos decir que no lo (+)

sabíamos. Todavía recuerdo el día que una de ellas (recuerdo perfectamente su nombre y apellidos) me dijo que sus padres iban a votar a Herri Batasuna. Me quedé blanca. Sabía perfectamente quiénes eran. Cuando vi a mi padre en casa se lo conté llorando desconsoladamente y (+)

aterrorizada. Mi padre, al día siguiente fue a buscarnos al cole.

- Muchos días íbamos y volvíamos al cole andando. No eran más de 15 minutos y nos encontrábamos con mi padre. Yo siempre alerta. Una vez, nos cruzamos con él en la Plaza de los Fueros, una plaza que tenía (+)

dos túneles peatonales (uno de entrada y otro de salida). Nos encontramos en medio de la plaza. Mi padre llevaba unas carpetas con el escudo de la Jefatura Superior de Policía de Pamplona totalmente a la vista: "Papá, las carpetas, se ve el escudo - le susurré señalando con (+)

disimulo" Mi padre me hizo repetir. Repetí con el mismo tono de voz y con el mismo disimulo, pero dijo que no me oía, se acercó y por fin me oyó. Me contestó que no me preocupara que papá llevaba una pistola bien grande de Policía por si tenía que defenderse. De algún modo (+)

me calmaba el miedo, pero yo no bajaba la guardia. Los fines de semana no me separaba de él, quería acompañarle siempre que salía de casa, aunque fuera a tirar la basura. A mi padre se le agotaron las excusas o se agotó él de dármelas.

- 7 bombas estallaron cerca de casa (+)

y mi padre sin volver a la hora a la que solía hacerlo. No había móviles y mi madre llamaba a Jefatura al número directo de mi padre que no cogía, repitiendo las llamadas de manera incesante. Cuando escuché el sonido de las llaves de mi padre al abrir la puerta de casa, (+)

jamás había escuchado un sonido tan bonito. Mi madre corrió a recibirle y, detrás de ella, mi hermana mayor y yo. Mis hermanos pequeños de 3 y 1 año y medio ya estaban acostados. Yo rompí a llorar por la emoción de verle. Había sido un susto terrorífico. Otras personas no (+)

tuvieron la misma suerte. En Pamplona vivimos un año y medio.

- Tenía casi 9 años cuando mi padre nos dijo que nos trasladábamos a Granada. Allí tomó posesión de la Jefatura de Andalucía Oriental. Había que tomar más precauciones. Así siempre.

- Los servicios religiosos (+)

de la Policía, organizaban campamentos de verano. Todos éramos hijos de policías y funcionarios del Ministerio del Interior. Los monitores también policías. Creyentes o no, daba igual. Había huérfanos, demasiados, e hijos de mutilados, demasiados. No tuvieron mi suerte. (+)

- Tenía 13 años y nos trasladaron a Madrid. Mi padre ascendía y, por tanto, más precauciones. Tenía derecho a coche con escolta, pero no quería escolta, le dieron un K con semiblindaje. Aun así, toda precaución podía ser poca. Sentía terror cuando llegaba tarde.

- Con 17 años,

me hice monitora para ir a los campamentos que he comentado. Había huérfanos que sufrían pesadillas, tenían una profunda tristeza en sus ojos. Tarea difícil entretenerles pero todos los monitores lográbamos empatizar. En uno de ellos, una de "mis niñas" era Irene Villa. A los 3

meses ella y su madre fueron vilmente mutiladas por los ASESINOS #ETA.

- Desde los 18 años que comencé la universidad, hasta que terminé, todos los días mi padre me llevaba a la Facultad: "Quédate detrás de la puerta y cuando pite, sales". Esos minutos se me hacían eternos, (+)

terroríficos. Bendito sonido del claxon. Hasta que lo escuchaba, me pasaba de todo por la cabeza. ASÍ SIEMPRE y cuando ya no me llevaba en coche, preocupada cuando llegaba más tarde de lo normal. Así, UNOS 30 AÑOS. TODOS LOS DÍAS.

FIN.

Por todas las víctimas #NiOlvidoNiPerdon