Con la gestión del coronavirus yo he asumido desde hace semanas que estamos en manos de incompetentes tanto a nivel nacional como, en algunos casos, a nivel autonómico y lo único que nos queda es tomar precauciones personales. No hay mucho más.
No hay autocrítica, no hay ganas de coger el toro por los cuernos y actuar en el problema de contagios que son los lugares cerrados. En lugar de ello cerramos parques y prohibimos reuniones amplias en la calle, dejando como única alternativa los lugares cerrados. Incompetencia.
El absurdo de prohibir las reuniones de más de X personas sin importar el contexto en el que estén: como si fuera igual de peligroso estar dentro de un restaurante que de picnic en el Retiro.
También os digo que no sólo las políticas son el problema: el otro día en mi Instagram una persona, dos días después de montar una fiesta de 9 o 10 personas en casa y subir stories, hizo otra hablando sobre su preocupación sobre la situación del virus en España. Quicir…
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