La remotísima e hipotética posibilidad de vida microbiana en la atmósfera de Venus es una de las cosas más bonitas, e inimaginadas, en las que he pensado últimamente.
Déjenme soñar tranquilo, dejénme tranquilo en las nubes... con fosfano venusiano.
Es precisamente así como también avanza la ciencia: con sueños e imaginación.
En esta entrada cuento, por eso, cómo sería un hipotético ciclo de vida microbiano en Venus:
Microbios extremófilos capaces de vivir en los nubarrones ultra tóxicos. Esporas que van y vienen y que actuarían como núcleos de condensación. Así sería la hipotética vida en la nubes de Venus. 😎
1/ Se acaba de publicar un estudio de más de 7 años alimentando macacos con maíz transgénico.
¿El resultado? El mismo de siempre: ningún efecto adverso en salud, metabolismo ni sistema inmune.
Entonces… ¿Por qué se siguen haciendo estos estudios?
Voy con #HiloBio🧵
2/ No es por necesidad científica.
Tras 30 años de consumo seguro de OGM, repetir estudios con animales, y en especial primates, no aporta evidencia nueva ni cambia el consenso científico.
3/ Pero hay algo que sí cambia: la presión política y social.
Activismo antitransgénico, desinformación, campañas emocionales, influencers nutricionales que recomiendan todo bio... crean una percepción de riesgo que no se sostiene con datos, con evidencia.
La harina PAN para hacer arepas 🤤 tiene una etiqueta «No GMO», indica que no se utilizó maíz transgénico.
Estas etiquetas son una pésima idea porque:
+Fomentan creencia de que OGM son malos
+Legitiman la mala ciencia
+Perjudica la biotecnología
+Daña la agricultura