El avance extractivista sobre la naturaleza (en especial el desmonte) no trajo progreso en Salta, ni en Formosa, ni en Chaco, ni en Santiago. Todo lo contrario, trajo concentración de tierra, de ingresos y más pobreza. Y desastres ambientales que sufrimos todos.
La historia santafesina lo sabe, nuestro norte lo sabe bien, rifamos nuestros extensos bosques con La Forestal y en parte por el agronegocio. Lejos del desarrollo, es la parte más pobre de nuestra provincia.
Hoy en nombre del desarrollo y el combate con la pobreza, quemamos el humedal y apostamos a que los bajos submeridionales ya no sean bajos, sino una planicie cultivable donde podamos sembrar pasturas y criar todavía más vacas. Error. La historia se va a repetir.
Los santafesinos también recordamos como terminó el ultimo intento por canalizar los bajos, en el 2003, con Santa Fe inundada y un Río Salado que no pudo aguantar la descarga que recibía de los bajos. El agua que nos sacamos de encima, alguien la recibe.
La gente de los bajos también recuerdan las épocas donde se repartieron las tierras expulsando gente a punta de pistola, los que curran con las emergencias agropecuarias y algunas estancias grandes de personajes muy poderosos y cuestionados. Para quien vamos a hacer obras?
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