Le he dedicado un rato a leer el libro de @aPaulineR y al final es un panfletillo de 30 páginas, digno de ser publicado por cualquier quinceañera en su Tumblr.
Echémosle un ojo por encima, si os apetece.
La autora abre el primer capítulo diciendo abiertamente que la misandria (es decir, el odio a los hombres) existe, que puede ser beneficiosa y necesaria, y que ella misma es misándrica.
Sigue diciendo que los hombres (todos ellos) son violentos, egoístas, perezosos y cobardes. Que golpean, violan y matan a las mujeres y que lloriquean por creerse perseguidos.
Después dice que la misandria le aporta mucha felicidad y propone que todas las mujeres se den cuenta de que no necesitan a los hombres y se vuelvan misándricas.
También dice que, cuando un hombre se encuentra con una mujer misándrica, su papel es callar, escuchar y mostrarse de acuerdo con ella.
Pero tampoco debe llegar al punto de arrepentirse y gemir con desespero, ya que esto le puede producir desagrado a la mujer.
También dice que su odio contra los hombres es producto de su formación feminista, y que ha observado el mismo proceso en muchas de sus amigas: cuando profundizan en el feminismo se dan cuenta de que los hombres son mediocres y problemáticos, y empiezan a despreciarlos.
El capítulo 2 está dedicado a su vida de pareja. La autora reconoce que su hombre no le pega, no la viola, friega y la trata con respeto. Y aparentemente, esas virtudes bastan para que la sociedad considere que un hombre ya es perfecto.
Sin embargo ella lo mete en el mismo saco que al resto de los hombres; le echa en cara que le discuta cosas, que no la apoye más cuando llora y, en general, que muestre la mediocridad propia de los hombres.
En el tercer capítulo vuelve a realizar otra defensa de la misandria. Empieza diciendo que es inofensiva porque no hace daño a nadie, y que no implica odio real porque no impide apreciar a hombres concretos como padres y hermanos.
Pero luego reivindica el derecho a decir que todos los hombres están podridos y que a las mujeres les iría mucho mejor si ellos no estuvieran presentes en su vida.
Y añade que solo son aliados los hombres que están de acuerdo con esto; y el resto ejercen violencia.
En el siguiente capítulo insiste en que la misandria no es equivalente a la misoginia, porque los misóginos agreden a las mujeres y las misándricas no agreden a los hombres.
También aclara que las misándricas no pretenden matar a los hombres, sino que solo quieren apartarlos de su vida en la medida de lo posible; sin mucho éxito porque, por desgracia, hay hombres por todas partes.
El capítulo 5 es una defensa de "la ira de las mujeres" y, específicamente, de las mujeres que le gritan a su pareja.
La autora (no sé si por experiencia propia) dice que a los testigos les suele quedar la impresión injusta y sexista de que es la mujer quien genera conflictos.
También se muestra a favor de los "conflictos" en la pareja, y los describe así: una mujer llorando y gritando (la cual según la autora hace bien) y un hombre que en vez de darle la razón le dice que no grite (el cual según la autora hace mal).
El capítulo 6 está dedicado a la mediocridad masculina. Su mensaje principal es que los hombres no son indispensables, solo lo parecen porque se les da realmente bien disimular su mediocridad.
Curiosamente la propuesta de la autora es que las mujeres se vuelvan como ella percibe a los hombres: feas, vulgares, crueles e irascibles. Aunque claro está, sin llegar a los niveles de bajeza que ellos tienen a sus ojos.
El capítulo 7 presenta las relaciones heterosexuales como una trampa en la que caen las mujeres, engañadas al oír constantemente que valdrán menos como personas si no "pertenecen a un hombre".
(Por cierto, su afirmación sobre la felicidad de las mujeres solteras es mentira. Aquí tenéis los datos).
El capítulo 8 canta las bondades de la sororidad; la autora se compromete a creer cualquier acusación de una mujer contra un hombre, y presenta a su sexo como unos seres que irradian luz, talento, pasión y vida.
Sin embargo con los hombres ha tenido peores experiencias, la pobre.
Cree que les cuesta escuchar, prestar atención y empatía; y que incluso cuando intentan ayudarla posiblemente lo hacen con mala intención.
En el capítulo 9 (y último) la autora se dedica a criticar los espacios masculinos (porque hacen que los hombres desarrollen sus peores rasgos y consoliden sus redes de poder) al tiempo que alaba los femeninos. Especialmente si se prohíbe que los hombres participen en ellos.
La autora concluye el capítulo (y el libro) haciendo una llamada a vivir la misandria, y presentándola como forma de amarse plenamente a una misma y a las otras mujeres.
El texto de las capturas viene a ser el 25% del texto del libro. El resto son traumas infantiles de la autora y morrallas similares. El mensaje es el que veis.
El libro se acaba de publicar en nuestro país y se anuncia en marquesinas sin que a nadie le suponga problema alguno.
Os voy a ser sincero, me estoy planteando denunciar a la editorial (o a la propia autora, no sé) por discurso de odio.
Según el Código Penal corresponde prisión a quienes públicamente fomenten el odio contra un grupo por razón de su sexo, y eso es exactamente lo que ocurre aquí.
Por otro lado existe una circular de la FGE aclarando que un discurso solo es de odio si va dirigido contra las mujeres, pero si va contra los hombres no.
Así que tengo la duda de qué ocurrirá al denunciar un mensaje de odio tan explícito y tan público contra ellos.
Sin embargo no estoy de acuerdo con el segundo argumento.
El propio Tribunal Supremo, en su STS 646/2018, dice que según el TEDH no es necesario incitar a la violencia para que haya discurso de odio; sino que basta con incitar al odio, como hace este libro.
El tercero es que mandar a alguien un año a prisión por incitar al odio contra una parte de la población va en contra del sentido común.
Ante lo cual solo puedo decir que no fui yo quien escribió esa parte del Código Penal.
En todo caso, la STS 646/2018 da una descripción más o menos clara de las condiciones que deben cumplirse para que haya delito de odio.
La primera es que el autor ataque a un colectivo protegido. Lo cual ya hemos visto que excluye a los hombres.
La segunda es que el mensaje debe crear sentimientos de indignidad, de inseguridad y de amenaza en todo el colectivo masculino.
Lo cual tampoco se cumple, porque sabemos que algunos hombres están plenamente de acuerdo con este mensaje de odio.
La tercera es que el mensaje contradiga los mensajes estatales de tolerancia, y que esa preocupación genere una preocupación en la sociedad.
Lo cual tampoco se cumple, porque los grandes medios están entrevistando a la autora y publicitando el libro sin que haya reacción social.
La cuarta es que sean mensajes graves y aptos para generar un sentimiento de odio hacia el grupo atacado.
Lo cual no tengo ni idea de cómo se mide, y por tanto no sé si se cumple.
Y la quinta es que el autor no lo diga en broma, sino en serio y con ánimo de agredir.
Lo cual tampoco sé si se cumple, ya que la propia autora dice que el mensaje va en serio; pero que su propósito es que las mujeres se amen unas a otras de verdad, mediante el odio al hombre.
Todos estos requisitos, por supuesto, en la práctica no se cumplen. Por ejemplo este imbécil fue condenado a dos años por delito de odio: elperiodico.com/es/politica/20…
Y esa condena tuvo lugar sin comprobar:
- Si su mensaje atemorizaba a todas las mujeres.
- Ni si preocupaba a toda la población.
- Ni si era apto para generar un clima de odio.
- Ni si era broma (de hecho la sentencia dice que si lo era, era "de sumo mal gusto").
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Ayer creé un hilo sobre la nueva Herramienta de valoración de puestos de trabajo. Luego la leí más a fondo y creo que puedo explicar el tema un poco mejor.
Así que veamos quién se esfuerza más en su empleo: un peón asfaltador, o una azafata de eventos.
Se llama alienación parental, y consiste en poner a un hijo contra su propio padre o madre; inventando historias y repitiéndoselas al niño una y otra vez, hasta que se logra distorsionar sus recuerdos.
"Se produce cuando un padre transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor". levante-emv.com/sociedad/2008/…
@violetaperaita@FHBustamante Hasta hace poco, la justicia protegía a todos los niños que sufrían esa forma de maltrato.
Ahora, debido a la ministra Montero, los protege si lo sufren a manos del padre pero los desampara si es a manos de la madre.
No suelo escribir en Twitter, pero estoy viendo tantos bulos sobre los 20.000.000.000€ del plan de igualdad que voy a hacer una excepción.
Están diciendo que ese dinero es para guarderías, permisos de maternidad/paternidad, ayudas a familias, etc. Lo cierto es que es algo así:
Lo voy a explicar con un ejemplo sencillo.
El plan se dividide en líneas, y cada línea tiene un presupuesto. La línea con el presupuesto más grande es la línea EV1, con unos 14.000 millones de euros.
@_anapastor_ Según tu propia captura, la condena de 2009 no es por el artículo 153.1 del Código Penal (que sería VG) sino por el 153.2, que en aquellos años se aplicaba cuando la agresión era claramente distinta a la VG. Por ejemplo, en casos de agresión mutua.
@_anapastor_ En tu captura también se ve que el juez aplica el artículo 153.3, porque los hechos se produjeron en el hogar; pero también el 153.4, porque había circunstancias atenuantes.