Hola. Twitter me ha tenido castigado un par de días. La verdad es que no sé muy bien qué ha pasado. Ahora mismo, por fin, me han llamado con el código que me pedían para acceder.
Muchas gracias por los que se han preocupado e indignado por el comportamiento totalitario de las Big Tech. A los que se han alegrado de que nos echaran a @patergongora y a mí, no os entristezcáis, como no vamos a doblar la cerviz, me volverán a echar pronto.
Gracias en especial a los que nos ayudaron a mover el HT que llegó a ser tendencia nº1 en España y a los que no tuve tiempo de agradecer, porque me bloquearon la cuenta enseguida. ¡Qué casualidad!
Desde que ha pasado esto me he planteado mucho mi presencia en esto, que siempre he llamado un estercolero digital, pero en el que he encontrado muy buenas personas (y una buena panda de sinvergüenzas, que ahora pueblan mi lista de bloqueados).
Muy posiblemente voy a dedicar más tiempo al blog y a alguna otra forma de seguir compartiendo ideas y utilizaré esta cuenta, mientras dure, para difundir las cosas que haga. Espero que, con el tiempo, podamos irnos a un sitio donde seamos libres. De momento estoy en Gab.
Voy a explicar lo que ha pasado con mi cuenta para que no haya malos entendidos. El domingo pasado Twitter suspendía de forma absurda la cuenta de mi gran amigo @patergongora, algo de lo que se alegraban inmediatamente el Pájaro Rojo y el Facuo. Excusatio non petita...
Hablando con @Ivaningrado propusimos el HT #PaterCensurado para protestar y denunciar la censura. Como todos sabéis fue un éxito. A la mañana siguiente, al entrar en la cuenta me encontré con este mensaje.
Al pulsar la única opción que había debía, en teoría, recibir una llamada con un código. Bueno, pues hasta hoy no he recibido la dichosa llamada. Por ese motivo no podía acceder a absolutamente nada de mi cuenta. Por tanto, es posible que todo sea un error informático.
Así que por lo único que nos seguimos indignando es por la censura a @patergongora, y la seguiremos denunciando. De ello y otras cosas relacionadas hablaremos el viernes, D.m. en La Sacristía de la Vendée (youtube.com/channel/UC0rhm…)
Aunque estoy escribiendo esto a las 20:00, voy a enviarlo pasadas las 12, para respetar el #Miercoles13sinTuiter.
Al Páter Góngora, además de en sus cuentas en otras redes sociales, lo podéis seguir en su canal de Telegram: t.me/patergongora y, por supuesto, en La Sacristía de la Vendée.
También doy las gracias a @javiernegre10 y a @EstadoDAlarmaTV, que sufrieron la censura de YouTube en el mismo momento en que se hacían eco de esto (es verdad que por otro asunto, pero igualmente injustificable).
Y por último, una mención especial a @smdani que después de insultarnos repetidas veces a los sacerdotes que vestimos como tales, parece que se alegra de que ahora nos echen de las redes sociales. Hermano, una vez más: nosotros te queremos a pesar de todo.
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Por si a alguien le interesa:
- Un obispo no puede ni autorizar ni prohibir el uso de la lengua latina en la liturgia, que es de validez universal para toda la Iglesia de rito latino.
Incluso, aunque no lo dicen, tampoco puede vetarse la celebración "coram Deum", según normas del Culto Divino.
Esto que dice Sayés, que Dios lo tenga en su gloria, es muy cierto. Sobre todo me llama la atención el final: "antes del Concilio en el seminario no leíamos la Biblia".
Hay que decir que siendo eso una exageración, pero cierto en la base, se puede aplicar también a la situación actual en muchos casos.
Pero sobre todo marca la diferencia entre lo que supuso la neoescolástica y su diferencia con la escolástica.
En la escolástica universitaria, además de las cátedras de Prima y Vísperas en las que se comentaban los libros de las Sentencias, había una cátedra de Biblia en la que se leía y comentaba con los Padres íntegramente.
Estos días se ha realizado el II Congreso Iglesia y Sociedad Democrática, organizado por la @fpablovi. Mentiría si dijera que lo he seguido. Sin embargo, animo a ver una de las mesas redondas, porque es ilustrativa del momento que vivimos en la Iglesia:
Hay que empezar diciendo que la @fpablovi es de lo más oficialista que existe. El comité asesor está formado por cargos de entes eclesiales (M. Unidas, Cáritas), de la @Confepiscopal y de la revista @Revista_VN, que es tan progre como irrelevante en el panorama mediático católico
El congreso se ha realizado con todos los medios posibles, invitados de toda relevancia, atención de medios, etc. No tengo muy claros los datos de asistencia, pero en el inicio del vídeo se ve algo del auditorio y, bueno, juzguen ustedes mismos:
Si un sólo céntimo de la Iglesia va a pagar indemnizaciones sobre casos que sucedieron hace 40 años y cuyos supuestos autores están muertos o no se pueden defender, los católicos no deberían dar ningún donativo más.
No hay una culpa colectiva en esto. Hay culpas concretas, y muy pocas, porque los casos reales son muy pocos. Que paguen los culpables y los que los hayan encubierto, si los hay. No se deben hacer operaciones de propaganda para algunos con los bienes de la Iglesia.
Por otro lado, los católicos no vamos a aceptar imposiciones ideológicas de organismos ajenos a la Iglesia. Si esta comisión es, como han dicho los obispos, como la alemana que ha servido únicamente para atacar a Benedicto XVI, que se la queden ellos.
Vamos a mover el ht #PaterCensurado, a ver si le devuelven la cuenta a @patergongora.
Por lo menos hasta que Gab monte los nuevos servidores y nos vayamos a un sitio donde no mande el Facuo.
¿Por qué siempre vamos a perder la batalla?
Es fácil: no se puede ganar contra un enemigo mentiroso y sin escrúpulos si se combate en el mismo campo de batalla que él ha creado.
La batalla es importante y en muchos casos imprescindible. Pero la guerra no se gana así.
La guerra se gana siempre en nuestro campo de batalla, que es el de las virtudes. El sacrificio, la constancia, la abnegación, la caridad. El enemigo carece de esas virtudes, no las entiende y las desprecia, y esa es su mayor debilidad.