Europa tiene recursos propios suficientes para no depender económica, energética, tecnológica ni militarmente de nadie y poder pactar con terceros en igualdad. El único recurso que no tiene son políticos con voluntad de mejorar la vida de sus ciudadanos. Así de simple (y cruel).
La dependencia, del tipo que sea, es pérdida de soberanía. Dependencia y endeudamiento con fondos y potencias extranjeras es pérdida de soberania y renuncia a consecución de objetivos. En ese punto estamos. Por los políticos de mierda vendidos a terceros durante décadas.
El punto es la estupefacción que produce que una potencia extranjera esté negociando el uranio, el titanio o lo que pollas haya bajo el suelo ucraniano a cambio de asistencia militar delante de nuestra cara. Es para volverse loco e incendiar hasta el último edificio de Bruselas.
He escrito una pequeña guía con obviedades para entrar en X-Trump y no volverte loco.
Trump es el Presidente de los EEUU y sus políticas están encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos de los EEUU. No la tuya o la mía; la de los ciudadanos de EEUU.
Trump está llevando a cabo exactamente las políticas que prometió en campaña y las que han votado mayoritariamente los ciudadanos de EEUU. Es decir, cumple su palabra. Pregúntate si los políticos a los que tú has votado la cumplen regularmente.
Sobre la reciente acogida de más de 1.000 malienses unas notas en varios tuits: las estadísticas de agresiones sexuales y violaciones de Mali las puede consultar todo el mundo. Las recogen y reconocen todas las organizaciones internacionales.
También las estadísticas sobre mutilación genital femenina, que sobrepasan el 80%. También pueden consultarse los índices de matrimonios forzosos y de matrimonios infantiles. Están en multitud de sitios al alcance de un click.
También puede uno informarse sobre instituciones como el levirato, la esclavitud sexual (literal) o la falta de legislación específica sobre abusos a la mujer, principalmente porque su cultura no la reconoce. No es racismo. Son datos de un mundo que no he creado yo.
Dejadme hacer un resumen en varios tuits este sobre esta noticia poco difundida y su evolución posterior, porque es algo digno de ser leído. Una historia que si la ves en Netflix, no te la crees.
A día de hoy hay varios agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional investigados por la difusión no autorizada de fotografías de cadáveres de inmigrantes.
Esas fotografías, junto con otros datos personales de los inmigrantes, suministrados por funcionarios del M° de Justicia y empleados de las salas de autopsias de varios institutos legales de medicina, se utilizaban para generar una industria alrededor de la muerte y la tragedia.
Unos apuntes y generalidades desapasionadas, ahora que han pasado unas horas, que si fuese articulista y cobrara por ello, incluiría en algún análisis de lo sucedido ayer. Cortos, al pie y sin dar mucho la lata.
Economía: No ha sido un buen negocio intentar convencer con sofisticadas gráficas de tendencias a gente que paga entre un 30% más por los alimentos esenciales, más impuestos o la energía y los combustibles más caros. La microeconomía prevalece siempre.
Además, creo que en muchos casos se ha entendido que, cuando uno va rezagado, es más fácil adelantar posiciones, pero se sigue siendo un rezagado. Ahí sí quizá peco de optimista.
Vengo del futuro y os traigo dos noticias. Una buena: las sociedades occidentales han dado un giro radical y ahora son conservadoras. Y otra mala: no en el sentido en el que estáis pensando.
De forma contraintuitiva, a diferencia de lo que habéis leído hasta ahora, la inmigración, especialmente la musulmana, es la muleta sobre la que se apoyarán los partidos hoy llamados de derechas para conformar mayorías de gobierno.
Compartirán y acordarán los ejes vertebradores de cualquier sociedad: concepto de familia, la religiosidad, trascendencia e inclusión en la vida pública y escolar, legislarán sobre el aborto y la anticoncepción, defenderán sus tradiciones e impermeabilizarán las fronteras.