Tras 20 años resistiendo, hoy los Talibanes volvieron a tomarse el control del país, ¿qué está pasando en Afganistán? Ponte cómodo que hoy te voy a explicar la situación actual en la ‘tierra de los pastunes’. 
Afganistán es un país sin salida al mar, ubicado en Oriente Medio. Su nombre oficial es Emirato Islámico de Afganistán. Limita al sur y este con Pakistán, al norte con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán. Al oeste con Irán y al noroeste con China a través del corredor de Waján.
Su nombre viene del pastún que es una lengua iraní oriental descendiente de antiguo idioma muy preservado llamado avéstico, que se habla tanto en Afganistán como en Pakistán. El sufijo “stán” quiere decir “tierra de”, por lo tanto Afganistán vendría siendo “tierra de afganos”.
Cada vez que vean que un país lleva el sufijo “stán”, quiere decir que es “tierra de” o “lugar de”, ejemplo: Uzbekistán es lugar de Uzbekos; Pakistán es lugar de Pakistaníes; Kazajistán es lugar de Kazajos, etc, etc.
Para entender lo que hoy está pasando en Afganistán con la reconquista de los Talibanes, hay que retroceder en el tiempo, porque detrás de todo siempre hay una historia y ya sabrán que es esencial para entender el contexto actual.
A lo largo de la historia, Afganistán ha sufrido la invasión de diversos imperios, como los persas de Ciro “el Grande”, hasta los británicos en el siglo XIX, pasando por los griegos, árabes, mongoles, etc. La mayoría de estas guerras las ganaron.
¿La razón? La abrupta composición geográfica afgana. Pelear en su territorio siempre fue clave para hostigar a las fuerzas enemigas. Su composición geográfica es montañosa y desértica, cosa que dificulta mucho el terreno en combates.
Todo comenzó en 1973, cuando la monarquía había sido derrocada. El rey Mohammed Zahir Shah viajó a Italia para hacerse una cirugía en los ojos y en la espalda, dejando encargado a su primo, el general, príncipe y primer ex-ministro Mohammed Daud Khan.
Cuando Zahir regresó, se encontró con un golpe de estado por parte de su primo. Al rey no le tocó más remedio que abdicar y fue condenado al exilio y pensión que le otorgó Mohammed Daud. En estos momentos se convierte en República de Afganistán, cambiando bandera y su logo.
Antes se llamaba Reino de Afganistán, que fue un periodo entre 1826 hasta 1973, por la dinastía del emir Khan.
Para ganarse a los militares y que su golpe no fuese fallido, Daud le prometió a las Fuerzas Armadas una reforma agraria (darles tierras), mejorarles el nivel de vida y otras reformas progresistas.
Daud tuvo acercamientos con el Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA, comunista) pero éstos intentaron hacerle un golpe de estado, por lo que se alejó de ellos y los persiguió. Esto ocasionó que fundara su propio partido llamado Revolucionario Nacional.
Durante años intentó mejorar la economía y otras cosas, pero falló. La Loya Jirga (Asamblea Afgana) aprobó en 1977 una nueva constitución, que su principal foco era establecer un estado presidencial de un solo partido. Su política se llamó ‘bi-tarafi’ que significa ‘sin bandos’.
Y ¿qué consecuencias trajo esto? En 1978, influenciados por la Unión Soviética, el PDPA inició un golpe de estado. Los militares se tomaron Kabul (la capital) en menos de 24 horas, iniciando desde el aeropuerto internacional hasta el palacio presidencial (Revolución de Saur).
Derrocado Daud y el comunismo montado en el poder, los soviéticos designan a Hafizullah Amin como presidente de Afganistán. La política de Amin fue instaurar un estado laico, es decir que en tierras afganas no podía existir ni un Dios ni ningún rey, ni nada religioso o parecido.
Todo movimiento que Amin hacía, era supervisado por Moscú. Pero había algo que no les cuadraba del todo a los soviéticos. Según informes de inteligencia de la KGB, Amin se encontraba negociando con Estados Unidos y Arabia Saudita para que inyectaran dinero en tierras afganas.
Además, Hafizullah Amin había eliminado físicamente a sus oponentes políticos, como al presidente Nur Muhammad Taraki (que fue primero que Amin) para asentarse en la presidencia. Este antecedente no fue bien visto para los soviéticos.
Hafizullah se había metido con lo más preciado para los islámicos: la religión. Es cuando comienzan a surgir grupos de izquierda al gobierno denominados Muyahidines, que fueron apoyados económicamente por Estados Unidos. recordemos que estábamos en plena Guerra Fría.
El plan de los Muyahidines era recuperar Afganistán e instaurar un estado islámico basado en sus leyes islámicas. Por lo que es cuando comienzan las represiones. En su lengua, su nombre significa ‘los que luchan en la guerra santa’.
El 26 de diciembre de 1979, los soviéticos creen que Afganistán se está saliendo de control. Los afganos comunistas piden ayuda a la URSS y es cuando la Unión Soviética decide invadir a Afganistán en apoyo a los militares y al partido marxista PDPA.
Este hecho se conoció como la Guerra Afgano-Soviética. El grupo de las fuerzas especiales rusas ‘Spetnaz’, atacaron el palacio de Tajbeg donde se encontraba el presidente Amin. El conflicto duró 10 años, que supuso una de las razones de la caída de la Unión Soviética.
Los soviéticos no pensaron encontrar una represión tan fuerte en Afganistán. Además, los Muyahidines eran apoyados no solo por Estados Unidos, sino también por Israel, Pakistán, China, Arabia Saudí y Reino Unido.
Para 1988, se firman los Acuerdos de Ginebra, donde procede un acuerdo bilateral entre la República Islámica de Pakistán y la Rep de Afganistán, el regreso de los refugiados afganos y la no injerencia y la no intervención mutua. Como garante internacional, la URSS y 🇺🇸 firmaron.
Otra cosa que incluyeron fue la retirada de tropas soviéticas. La URSS había perdido la guerra. Esto supuso una crisis económica en el país, ya que gran parte quedó destruida (fueron 10 años de guerra). Afganistán era mantenido por los soviéticos.
¿El problema? La resistencia Muyahidines no habían sido tomados en cuenta en estos Acuerdos 🤦🏻♂️. Esto ocasionó que la guerra continuara hasta 1992 (ya disuelta la URSS).
El régimen comunista de Mohammad Najibullah (que había quedado en Afganistán), no fue capaz de frenar a los rebeldes, porque no contaba con apoyo económico de nadie, al no tener reconocimiento internacional.
Es por eso que en 1992, Kabul cae y fue invadida por los Muyahidines. Entre estos rebeldes, se encontraba un tal Osama Bin Laden.
Pero no todo acababa aquí. Una vez en el poder, comenzaron a pelear entre ellos mismos. Es cuando a principios de la década de los 90, nacen los Talibanes (o Talibán), que en su lengua pastún significa “los estudiantes religiosos”. Eran financiados por Arabia Saudí.
Sus primeras apariciones fueron en colegios y seminarios religiosos (de ahí su nombre), al norte de Pakistán, donde predicaban una línea dura del islam sunita. Recordemos que el islam tiene dos grandes ramas, los Chiitas y Sunitas (este tema es para otro hilo).
Con el apoyo de Arabia Saudí y Pakistán, su poder fue creciendo exponencialmente entre 1994 y 1996. Su primer gran éxito se dio en 1994, cuando tomaron la ciudad de Kandahar (sur del país) ya que tiene un importante valor histórico para los talibanes.
Tras años de intensa luchas, el 26 de septiembre de 1994, los talibanes entraron a Kabul y expulsaron a las tropas de Ahmed Shah Massoud, que era un Señor de la Guerra (como un cacique) y su principal enemigo. Afganistán quedó bajo las órdenes del mulá Mohammed Omar.
Los talibanes se comprometieron a restaurar la paz, la seguridad en el país y hacer cumplir su versión estricta y austera de los principios de la Sharia o Ley Islámica (ahorita casi al final les explicó brevemente la Ley Islámica).
Para 1998 dominaban el 90% del país a excepción de la zona norte bajo el control de la Alianza del Norte o mejor conocidos como Frente Islámico Unido por la Salvación de Afganistán, apoyados por Rusia, la OTÁN e Irán.
La popularidad de los Talibanes creció debido a que en un principio erradicaron con éxito a la corrupción, frenando la anarquía y trabajando para que las carreteras y las áreas bajo su control fueran seguras, impulsando así el comercio.
Ejecutaron públicamente a asesinos y adúlteros (ley islámica) que ya habían sido condenados. Y amputaron manos a los que habían sido declarados culpables de robo. La población afgana en general recibió con buenos ojos a los talibanes (para ese entonces).
Pero su poder empezó a caer tras el 11 de septiembre de 2001, con los ataques del World Trade Center en Nueva York. Se convirtieron en el principal enemigo de Estados Unidos por proteger al hombre más buscado y responsable de la caída de las Torres Gemelas, Osama Bin Laden.
Osama, en tierras talibanes, estableció un cuartel general, campos de entrenamiento y todo lo que el Al-Qaeda necesitaba para operar, según fuentes de inteligencia de la CIA.
Según las teorías conspirativas, la CIA entrenó a Bin Laden para mover dinero en paraísos fiscales, crear sociedades fantasmas, preparar explosivos, utilizar códigos cifrados para comunicarse y hasta le enseñó a ser ‘invisible’.
La Casa Blanca había lanzado un ultimátum a los talibanes para que entregaran a los terroristas del Al-Qaeda, algo que no pasó. Esto derivó al lanzamiento de la operación ‘Libertad Duradera’.
El 7 de octubre de 2001, una coalición militar liderada por Estados Unidos, lanzó ataques en Afganistán, y para la primera semana de diciembre de ese año, el régimen talibán había caído. El propósito fue eliminar a los responsables del 11S e instaurar la democracia en Afganistán.
La caída del gobierno talibán no supuso la destrucción. Al principio estuvo profundamente dividido entre distintas facciones. Su poder fue progresivamente aumentando desde afuera de las fronteras y después en regiones periféricas del estado.
El 5 de dic de 2001 se firmó el Acuerdo de Bonn, que tenía la intención de recrear el Estado de Afganistán luego de la invasión estadounidense. Debido a la falta de orden y ley, fue necesario establecer un periodo de transición antes de que se estableciera un gobierno permanente.
Para hacer valer este Acuerdo, el 20 de diciembre de 2001, mediante resolución 1386 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se creó la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés).
El objetivo de la ISAF era proporcionar una seguridad efectiva en todo el país afgano y desarrollar fuerzas de seguridad propias. La idea era que cada país miembro de la ONU contribuyera con tropas o armamento para garantizar el apoyo electoral y la reestructuración de Afganistán
Estas fueron las contribuciones por país:
En 2004, Afganistán celebró por primera vez unas elecciones democráticas desde la caída de los talibanes. Se presentaron 18 candidatos presidenciales, de los cuales 16 llegaron a las urnas. Estas candidaturas debían contar con un total de 10.000 firmas que las avalaran.
10.500.00 afganos se registraron para votar, el 41,5 % eran mujeres. El presidente electo fue Hamid Karzai, un hombre de refinadas, occidentales maneras y ligado a los intereses de las compañías petrolíferas americanas. Karzai fue la cara amable de un país en guerra continua.
Ese mismo año, Hamid aprobó la nueva Constitución, que establece un sistema de gobierno presidencial con un aparato legislativo de dos cámaras y un sistema judicial acorde con el islam. Además de otorgar los mismos derechos para hombres y mujeres.
La ONU ayudó a restablecer el sistema hospitalario y los colegios. El ejército afgano carecía de todo, prácticamente controlaban solo la capital, mientras que en el resto de territorio habitaban los Señores de la Guerra que se dedicaban al cultivo y comercio del opio (narcótico).
Mientras esto sucedía, los talibanes se encontraban reagrupandose por todo el territorio. Ellos querían volver a tomar el país pero sabían que poco podían hacer. Solo necesitaban tiempo, dinero, sangre y paciencia. En ese entonces sus ataques eran reprimidos por la OTÁN.
La principal financiación de este grupo provenía del tráfico de drogas como el opio y de órganos, especialmente de niños sin recursos.
Para 2011, el número de los talibanes había crecido más de lo esperado y su influencia comenzaba a notarse. El presidente Barack Obama duplicó el número de soldados estadounidenses en la zona, pero no sirvió mucho.
Años después, quedó claro que la acción militar en Afganistán no resolvería las cosas, por lo que comenzaron a creer en una solución pactada. La poca presencia de tropas internacionales y el poder talibán aumentando poco a poco llevó a 🇺🇸 a un acuerdo para retirar las tropas.
En 2013 la OTÁN había dejado la seguridad del país a manos de la policía y militares, solo se iban a dedicar a dar apoyo aéreo.
En 2014, Obama dio por concluido el programa ISAF y abrió el programa “Centinela de la Libertad” donde se comprometía (con menos recursos) a entrenar a la policía y militares afganos.
Luego de varias semanas de violencia, para 2018, los talibanes propusieron al gobierno un cese al fuego con motivo del Ramadán y que finalizaría con el Eid-al-Fitr que es la fiesta musulmana del fin del ayuno. Este cese se vino haciendo cada año hasta este último Ramadán (2021).
En febrero de 2020, 🇺🇸 y los Talibanes entraron en un proceso de reconciliación. Estados Unidos se comprometió a retirar las tropas en un plazo de 14 meses si los Talibanes dejarían la violencia contra la población afgana y de no esconder y proteger a miembros del Al-Qaeda.
El acuerdo es llevado en Qatar, tras año y medio negociando. No es un acuerdo de paz sino para traer la paz. De los 14.000 soldados actuales, 8.600 deberían abandonar 🇦🇫 en un plazo máximo de 135 días a partir de la firma, liberar prisioneros afganos y milicianos talibanes.
Y es así como Estados Unidos y la OTÁN han ido retirando sus tropas. Para septiembre de 2021 se prevé la totalidad del retiro. Joe Biden dijo que no iba a cancelar el retiro de tropas.
El número de tropas estadounidenses en Afganistán creció a medida que Washington invertía miles de millones de dólares para luchar contra los talibanes y financiar la reconstrucción del país.
De acuerdo con las cifras del gobierno estadounidense, entre 2010 y 2012 el costo de la guerra creció a 100 millones de dólares por año. entre 2016 y 2018 el gasto anual fue de 40 millones, gracias al plan de entrenar a las fuerzas afganas.
El gasto en 2019 a 2021 fue de 18 millones. Según el Departamento de Defensa, el gasto militar total desde que invadieron Afganistán en 2001 es de US$790.000 millones de dólares.
Los Talibanes desplegaron su poder sobre todo Afganistán, de forma relámpago. Su avance hizo que decenas de miles de personas huyeran de sus hogares.
El caos inundó Kabul este domingo 15 de agosto de 2021, cuando el presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país, mientras otros ciudadanos trataban de hacer lo mismo. Em embajador de EE.UU. fue evacuado de su complejo fuertemente armado en helicóptero ese mismo día.
Las fuerzas afganas, tras 20 años de apoyo internacional, colapsaron monumentalmente. En algunas regiones, las tropas afganas quedaron sin municiones y otros sin suministros, por lo que no les quedó de otra más que huir.
Las tropas armadas y entrenadas por Estados Unidos para salvaguardar a los afganos los abandonaron a su suerte.
En algunos lugares, las autoridades permitieron que los talibanes tomaran el control para evitar mayor derramamiento de sangre.
El 14 de agosto, Mazar-i-Sharif, la cuarta ciudad más grande de Afganistán, cayó ante los talibanes con poca resistencia de las tropas afganas. Algunos huyeron a Haraitan, la frontera con Uzbekistán.
Ghazni, una ciudad del sureste del país localizada estratégicamente en la autopista que comunica Kabul con Kandahar, reportes indican que el jefe de la policía y al gobernador se les perdonó la vida a cambio de abandonar la ciudad y cederles el poder a los talibanes.
A fecha de hoy, 17.600 personas llegaron a Kabul, huyendo de los talibanes, según la información de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. Muchas personas durmiendo a la intemperie en parques y áreas públicas.
El líder de los talibanes es Mawlawi Hibatullah Akhundzada, se cree que tiene 60 años y que ha vivido toda su vida en Afganistán. Según datos, mantiene lazos estrechos con la llamada Quetta Shura, los líderes talibanes afganos tienen su base en la ciudad pakistaní Shura.
Por esta razón, Estados Unidos acusa a Pakistán de crearlos, incentivarlos y apoyarlos en esta guerra. Cosa que el gobierno pakistaní ha negado rotundamente.
Nadie quiere ser gobernado por la ley radical islámica, acá te contaré algunos puntos:
La estricta interpretación de la Ley Islámica por los Talibanes contempla ejecuciones públicas, la prohibición de la música o el cine, del uso de cosméticos, la prohibición de que las mujeres estudien y que las niñas menores de 10 años vayan a la escuela.
Con esta ley coránica, las mujeres se transformaron literalmente en ciudadanas de tercera o cuarta categoría. No pueden tener atención sanitaria.
Otro ejemplo es que las mujeres tienen que ser obligadas a usar el “burka” que es un velo islámico completo. Es la prenda menos común en el mundo islámico y cubre desde la cabeza hasta los pies.
Si una mujer es sorprendida con las uñas pintadas, se le amputarán los dedos. Tampoco podrán llevar indumentarias de colores vistoso, ya que para ellos se asocian a colores sexualmente atractivos.
Así mismo, no podrán moverse de manera libre, ni podrán montarse en un taxi sin el acompañamiento de un varón. Sus movimientos estarán controlados por la figura de un hombre llamada “mahran” que significa guardián varón con parentesco cercano o su marido.
Las mujeres afganas no podrán contraer matrimonio con un varón no musulmán, a pesar de que el hombre sí puede casarse con una mujer que no sea mahometana.
Restricciones a bailes, fotografías, a la literatura, música y cualquier expresión de tipo artístico. El adulterio es castigado públicamente.
No podrán practicar deportes, teniendo así mismo la prohibición de entrar a cualquier club o centro deportivo. Además la mujer tendrá prohibido montar moto o bicicleta, deberá tapar las ventanas de sus casas y no podrán asomarse a los balcones de su residencia.
Otro motivo es que la mujer tampoco podrá reír en voz alta, esto porque ningún extraño debe oír la voz de una mujer. No podrán usar tacones, están obligadas a no hacer ruido mientras caminan puesto que ningún varón debe notar los pasos de una mujer.
En caso de asistir a juicios, su testimonio valdrá la mitad que el de cualquier hombre. Los derechos sobre sus hijos se verán limitados puesto que la custodia y manutención corresponde única y exclusivamente al padre.
Un ejemplo es Clarissa Ward, corresponsal de CNN en Afganistán, cambió su vestimenta en menos de 24 horas tras la toma de los talibanes en Kabul. En la segunda foto se puede ver casi sin maquillaje y tapada.
Hay informes de Human Rights Watch de que a talibanes se les han ofrecido mujeres jóvenes para que contraigan matrimonio forzoso.
Hay un futuro incierto, no se sabe cómo van a gobernar los talibanes. Se dice que ofrecen una idea mixta. Esto puede ocasionar otra división entre ellos, lo que se volvería un círculo vicioso y generaría más guerras.
Acá el final, a espera de qué puede pasar. Gracias por leerme.
Acá el final, a espera de qué puede pasar. Gracias por leerme.
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