Hoy voy a contaros una historia de tratos, traiciones, castigos y algún que otro incesto. Y no, no se trata de Juego de Tronos. ¡Se trata de higos! Con ellos hago mi aportación a #HilosDC7. ¡Dentro hilo!
En realidad, todo esto empezó mucho antes de que George R. R. Martin empezara sus libros. Con el tiempo que llevamos esperando a que los acabe parece que el primero salió hace un millón de años, pero solo hace 25. Esto que yo os digo empezó hace 70-90 millones de años.
¿Pero de qué va esta historia de higos?, os preguntaréis. Básicamente del ancestral trato que mantienen con ciertas especies de avispas. Un acuerdo en el que todos salen beneficiados. Supuestamente.
Ahora bien, para entenderla, es importante tener en cuenta que los higos no son frutas como tal. En un inicio son flores invertidas. Es decir, las flores de la higuera crecen dentro de una vaina en forma de pera que madura hasta convertirse en el higo.
Hay muchas flores, cada una de las cuales acaba dando un pequeño fruto, llamado aquenio. Por lo tanto, los higos ya maduros son infrutescencias, pues están formados por muchos pequeños frutos. Esos son, precisamente, los que les dan su característico toque crujiente.
Pues bien, al estar la flor por dentro, no se pueden polinizar por los métodos habituales en otras plantas. Necesitan ayuda y, para ello, cuentan con las avispas como aliadas.
Y aquí empieza la historia. Las avispas hembra se introducen en el higo masculino, por un pequeño agujero. Este es tan estrecho que suelen perder las alas en el proceso, por lo que ya no podrán salir y acabarán muriendo recluidas ahí.
Pero en el proceso no pierden el tiempo, ya que aprovechan para poner huevos y, de paso, dejar el polen que arrastraban del higo en el que nacieron. De esos huevos nacerán las larvas, que se alimentarán de ciertos tejidos del higo. Y llega el momento de salir.
Cuando llegan a la edad adulta, los machos y las hembras se aparean. Sí, hermanos con hermanas.
Después, los machos cavan unos túneles para poder salir del higo. Pero solo para las hembras, pues ellos no tienen alas. Por lo tanto, las hembras salen del higo, con el polen adherido en su cuerpo, pero los machos, tras ayudarlas a salir, se quedan allí y mueren.
Dije antes que la relación entre higos y avispas era beneficiosa para ambos. Lo que se conoce como mutualismo. El beneficio para las avispas ya lo hemos visto. Cobijo y comida para sus larvas. ¿Pero qué beneficio se lleva la higuera? La clave está en un error.
Y es que, si las hembras de avispa se equivocan y se introducen en un higo femenino, no podrán reproducirse, pues no cuentan con la ‘infraestructura’ necesaria para poner sus huevos. Pero sí que dejan ahí el polen que traían del higo masculino en el que nacieron.
Al final el balance es bueno también para la higuera. Pero hay un problema y es que algunas avispas son unas traidoras.
Se ha visto que algunas especies se introducen en el higo para poner sus huevos, pero no contribuyen a la polinización. Se las conoce como avispas tramposas o parásitos, porque en su caso la relación deja de ser de mutualismo para convertirse en parasitismo.
Y ahora viene una de las partes curiosas de la historia, pues la higuera ‘castiga’ a estas avispas tramposas, dejando caer los higos en los que se introducen antes de que las larvas pasen a la fase adulta. El higo se pudre, no pueden alimentarse y mueren.
Se ha visto que algunas especies de higuera no ejercen estos castigos, pero sí que se ha detectado en una gran cantidad de ellas. Así, se mantienen a raya las poblaciones de aquellas especies que no quieren pagar su deuda con el árbol.
Al conocer esta historia es inevitable que nos surja una pregunta: ¿comemos avispas cuando nos comemos un higo?
Pues bien, podría decirse que no. Básicamente, las avispas que quedan atrapadas tras perder sus alas mueren dentro del higo, pero se descomponen en él. El higo contiene una enzima, llamada ficina, que ayuda a descomponer al insecto.
Por lo tanto, decir que comemos avispas al comer un higo es como decir que al comernos una cebolla nos comemos un lobo huargo que murió y se descompuso en el suelo del que la recolectamos. Forma parte del ciclo de vida de estas especies.
De todos modos, no nos pongamos tan exquisitos. Cosas más raras os habréis comido.
Hoy os voy a hablar del motivo por el que Beethoven debió dejar el vino y pasarse a la cerveza. Pero sin apología del alcohol. Todo por la ciencia. Os lo cuento en #DesgranaHilos.
Esta historia empieza el 27 de marzo de 1827, un día después de la muerte del compositor. Un chavalito de 15 años, Ferdinand Hiller, se acercó a la capilla ardiente y le arrancó un mechón de pelo.
El niño terminó convirtiéndose también en un gran compositor, pero se le recuerda sobre todo por eso. Cosas de la vida.
¿Os habéis puesto de propósito de año nuevo darle caña al skincare? Yo me lo propuse al cumplir 30. Desde entonces le he ido cogiendo el gusto, porque la verdad es que hay mucha ciencia detrás. Por eso, hoy vengo con un hilo un poco diferente. Una rutina de skincare científica.
Antes de empezar, quiero dejar clara una cosa y es que no soy dermatóloga. Yo no voy a decirle a nadie cómo se tiene que cuidar la piel, mucho menos para casos concretos. Solo voy a hablar un poquito de la ciencia que hay detrás de una rutina general.
Y otra cosa antes de empezar a enumerar pasos es contaros lo primero que he aprendido al leer sobre este tema: menos es más.
Voy a hacer un hilo sobre un tema que me ha llamado mucho la atención. Pero antes, sin saber nada sobre él, me gustaría que contestéis unas preguntas de encuesta, ¿vale? Ahí van.
Hace poco vi un tuit que decía que te haces mayor cuando te masturbas para coger el sueño. La verdad es que me sentí identificadísima. Literalmente, he llegado a cambiar la melatonina por el satisfyer, ahí es ná. Por eso, pienso que puede ser guay un hilo contando los motivos.
Como os decía, hoy os voy a hablar del mejor truco para dormir si no tienes un insomnio grave: el orgasmo. Veremos qué ocurre en nuestro cerebro y qué hormonas se liberan en nuestro organismo cuando llegamos al clímax del gustito.
Para empezar, veamos qué ocurre en el cerebro cuando llegamos al orgasmo. Se ha visto que se activan muchas regiones, como la corteza sensorial genital (para sorpresa de nadie), las áreas motoras, el hipotálamo y el tálamo.
Ya llega Halloween. La única época en la que nadie llamará a la policía si ve una tumba en tu jardín. Época de chuches monstruosas, de calabazas y de intentar reconciliarte con la aracnofobia. Y también época de historias de fantasmas como la que cuento en este hilo. Mira, mira.
Es la historia del fantasma de Heilbronn y para conocerla tenemos que viajar 28 años atrás. Pero, curiosamente, no a la ciudad de Heilbronn. Al menos no todavía. De momento nos vamos a otra ciudad de Alemania: Idar-Oberstein.
Allí, en 1993, apareció el cadáver de una mujer de 63 años, estrangulada en su casa con el alambre de un ramo de flores, que también se encontraba en la estancia. Además, junto a ella había una taza de té a medio beber.
He decidido regalarme la Luna, pero como nos hace falta mantenerla ahí arriba, le he comprado esta a @noleesheep, que está hecha con sus manitas y es preciosísima.
Pero es que, señoras y señores, venía con dos prints y tres pegatinas de regalo que son una maravilla.
Yo no sé a qué esperáis para comprarle cositas a esta mujer. Que os manda la Luna a casa. ¿Se puede pedir más? No se puede. Gracias, Noelia 😊