Último aliento de una gorila, en brazos de su cuidador de toda la vida. Ndakasi y Andre Bauma.
RDC.
Foto Brent Stirton
La relación entre Ndakasi y André comenzó hace 14 años, cuando la gorila de montaña contaba con apenas dos meses de vida.
Unos guardas la encontraron aferrada al cuerpo de su madre, asesinada a balazos.
Gorila y cuidador se hicieron desde ese momento inseparables y eran centro de atención en el Parque Nacional Virunga, dado el carácter alegre y amistoso del animal.
(Fotos James Gifford).
Ndakasi se hizo muy famosa en 2019, al posar con desparpajo en un selfie de un guarda del Parque, Mathieu Shamavu, que tituló 'un día en la oficina'.
En el fondo, los de los discursos del odio no han inventado nada.
Simplemente aplican disciplinadamente los principios de la propaganda, sí, como en los años 30.
Primero, la coyuntura, el caldo de cultivo preciso, la frustación más profunda tras, por ejemplo, una guerra.
Segundo, busca un cabeza de turco, un culpable de todos los males del mundo mundial.
Y repite, repite mucho: Problema, culpable; problema, culpable; problema, culpable... Sí esta es la tercera clave, la repetición, siempre, hasta la extenuación.
Tercero, conquista con la imagen. El formato, la misma narrativa, se convierte en el mensaje. A lo Leni Riefenstahl.
1. Monrovia, 2003. La capital de Liberia está bajo asedio por los rebeldes.
Un combatiente acaba de perder a su compañero en una refriega.
Allí está el objetivo de Carolyn Cole. Un viaje inacabado al horror de las guerras.
2. La cámara de Cole se centra en el horror que sufren los civiles en los conflictos.
Como estos estos niños iraquíes que lloran tras el acribillaniento de sus familiares en un control militar de las tropas norteamericanas. Cole, testigo incómodo.
3. Cole salta de conflictos armados a catástrofes naturales durante 30 años. Katrina, el terremoto dd Haití, las guerras de Liberia, Afganistán, Irak...
Sigo pensando que Leonardo da Vinci no era de este planeta.
La maravilla de escalera de 'caracol', con doble hélice, está situada en el castillo de Rochefoucauld, en Francia, y presenta una serie de apasionantes particularidades.
Al tratarse de dos 'hélices' superpuestas, una persona puede bajar por la misma, ver a otra que sube y, sin embargo, no encontrarse.
Temperaturas extremas han sumido a los países en peligrosas olas de calor e incendios forestales en toda Europa. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) insta a las ciudades y comunidades a prepararse para evitar un nuevo desastre.
"Con la crisis climática, este calor forma parte de nuestra 'nueva normalidad'", afirma Maarten Aalst van, Director del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. "Estos eventos mortales son ahora más frecuentes y más intensos".