Thread by @fmlidermdq

El trigal brillaba como el oro ante el sol de la tarde, y era la ultima oportunidad que teníamos de continuar el vuelo.
Generalmente el calor queda atrapado entre las espigas, hasta soltarse, formando una columna ascendente de aire caliente.

Es el secreto que el vuelo a vela aprendió de las aves, si uno se mantiene dentro girando lentamente dentro de esta corriente, puede subir con ella hasta las nubes.

Así que llegamos sobre el trigal con solo 150 metros de altura y bajando, esperando la corriente salvadora que nos elevaría con nuestros parapentes.
Pero el trigal estaba en completa calma, salvo por un hombre que caminaba hacia el galpón situado en la esquina.

Ya girabamos para aterrizar cuando el hombre abrió el portón de acero corrugado..
En ese momento se rompió el equilibrio, las espigas se agitaron y todo el calor se desprendío. Primero fue un sacudón, luego una corriente que se aceleraba.

Subimos a medida que la columna invisible aspiraba aire y desprendía otras corrientes térmicas.
A los 1800 metros de altura el aire se enfrio tanto que condensó su humedad y formó una nube.

A medida que la nube crecía y creaba una inmensa sombra, me dí cuenta de la relatividad de los pronósticos.
Abrimos una ventana, cruzamos por una calle soleada y solitaria con nuestro auto, o simplemente paseamos el perro, y modificamos el equilibrio de la atmósfera.

Por eso si los meteorólogos calculan que mañana va a llover, llevo paraguas, pero ya a las 48 horas las variables son tantas que la precisión decae. Todo pronóstico de más de 72 horas es un acto de fé.

El centro europeo de clima tiene una inmensa computadora de 50 toneladas que afirman puede calcular el clima hasta las próximas 72 horas., luego es ciencia ficción.

Salvo la astronomía, cuyos tiempos son largos, toda predicción científica es simplemente un juego de azar, pues hay trillones de variables en juego. Si volviera en el tiempo 20 años y matara un mosquito, el mundo al que regresaría sería totalmente diferente.

Pero a los políticos opresores les encantan las predicciones "científicas." El Imperial Colledge de Londres inventó en marzo del 2020 una predicción viral, que a los pocos días se demostró como totalmente disparatada.

Gracias a ella, solo en Argentina, 300.000 empresas o negocios quebraron, se perdió año y medio de clases, se suicidaron 24.000 adolescentes y se destruyó la Constitución Nacional. Obviamente no fue un error, sino un plan.

Los mismos que duplicaron su fortuna, y los mismos paises que duplicaron su influencia, financiaban a los científicos y médicos del Colledge.

En 1958 China no lograba salir de la hambruna, así que el dictador Mao Tsé Tun pidió una solución a los científicos. En realidad hasta un chico de 5 años sabe por que comunismo y hambre son inseparables como la salchicha y la mostaza, o los ravioles y el queso rayado.

Simplemente se pierde todo incentivo en lograr una buena cosecha si el Estado te la quita.

Pero a los científicos les gusta vivir bien en los paises capitalistas, y les gusta seguir vivos en los paises comunistas, asi q dijeron q cada gorrión se come 4,5 kilogramos de granos al año, si podían matar a un 10 millones de gorriones, podían alimentar a 600.000 personas más

Por sus experimentos sabían que el gorrión es de vuelo corto, tras el cual necesita descansar. Sin esa pausa, su corazón no aguanta el esfuerzo.

Así que ordenaron a toda la población, a la misma hora, que salga con palos y cacerolas a correr a los gorriones, sin dejarlos descansar. A la hora, millones de gorriones muertos poblaban las calles y los campos.

Al año siguiente la hambruna mató a 40 millones de chinos y a 2 millones de coreanos del norte. Pues el gorrión no solo comía grano, sino cantidad de insectos. China tuvo que importar gorriones, y le llevó 10 años recuperar su número. Hoy los veneran.

Se le atribuye a Göring la frase: Cuando escucho la palabra cultura, le quito el seguro a mi pistola. En realidad la poco feliz expresión la pronunció en 1923 Albert Schlageter, un soldado aleman que murió saboteando a las tropas de ocupación francesas. O eso dicen que dijo.

En cambio, este consejo es bien valioso: Si escuchan a un científico hacer predicciones, corran por sus vidas. Si ven a los científicos junto a los políticos y filántropos, tratando de "mejorar" al mundo, prepárense para la guerra.

Horacio Rivara. AUTOR. Escritor. Abogado.

@UnrollHelper