Como actividad final (y aprovechando que hoy suelen venir pocos alumnos) hemos hecho en #2y3deESO un amigo invisible muy especial. Os cuento.
Ellos no sabían nada, solo que tenían que traer cartulinas, material de papelería y sus libros favoritos.
Con eso tenían que hacer un regalo a la persona que, por sorteo, les tocara.
Hemos reciclado cuerdas, cartulinas, folios de colores...
Pero, sobre todo, hemos desarrollado la #creatividad.
Podían hacer marcapáginas, recomendar libros, hacer tarjetas con sus frases favoritas, dibujos, microrrelatos, cartas... siempre pensando en la persona a la que les había tocado regalar.
Ha sido muy bonito y lo hemos pasado pipa. (En una clase, incluso, lo hemos hecho dos veces porque les ha encantado, con la variante de fabricar los regalos sin saber a quién se los daríamos y luego los hemos sorteado ☺️)
Me niego a ir llorando por las esquinas. Todos los protocolos y medidas COVID para el aula son tristísimos. Pero ayer decidí y me convencí de que voy a seguir adelante y que esta barrera la saltaré igual que he saltado otras antes.
Uno de los motivos que me llevó a esta
conclusión fue pensar que, como madre, mi deseo era que los profesores de mis hijos los acompañaran en este curso tan complejo, los animaran, los comprendieran, empatizaran con ellos...
Las familias de mis alumnos querrán lo mismo para sus hijos. ¡Pues allá voy! 💪🏻💪🏻
Así es que me he marcado tres objetivos para este curso.
Estos objetivos los conocerán mis alumnos desde los primeros días, evaluarán su cumplimiento por trimestres y a final de curso y yo también realizaré mis propias autoevaluaciones.