Hay quien cree que por tener fe no se sufre y se enfada con Dios cuando le sucede algo que no entra en sus planes.
Pero Él no ha venido a quitarnos el sufrimiento sino a compartirlo con nosotros, para que ya no tengamos que morir sino que la muerte sea un nacer al Cielo.
Dios para salvarnos nos ha dado su vida. Somos ricos si le descubrimos. No nos ha enriquecido con su riqueza sino con su pobreza, no nos ha librado de la muerte con magia desde la distancia sino muriendo Él mismo, ha vencido al pecado haciéndose pecado. Es algo realmente hermoso.
Jesús ha nacido en una cueva. En medio de la oscuridad la Luz ha venido al mundo para llenarlo todo de claridad.
Lo primero que hizo Dios en la Creación el día primero fue poner luz en la tiniebla. Lo mismo ha hecho con el Nacimiento de Jesús.
Dios quiere encontrarse contigo en tus tinieblas. En la muerte, en lo que nos hace sufrir, en el pecado, en esa cueva en la que nos gustaría no estar. Quiere darte luz.
Entrar en la Navidad requiere la humildad de mirar al pesebre, abajo. Bajarnos de nuestra soberbia que quiere aparentar ser lo que no somos.
Y es difícil. Lo sé. Cuesta más abajarse que elevarse.
¿Cuál es el rincón más oscuro de tu vida? ¿Qué es eso que tanto te hace sufrir? ¿Qué es eso que te tiene enganchado? ¿Qué es eso que te mata en vida y que te hace creer que si todos se enteran no volverán a amarte? ¿De qué realidad huyes cada día?
Ahí quiere encontrarte el Señor, que te ama en la debilidad. ¿Cuesta verdad? Ya te dije que es más difícil abajarse que elevarse, la humildad que la soberbia.
Entrar en la Navidad requiere bajar ahí para encontrarnos con Él. Jesús está ahí donde tú no te quieres, abajo, y desde ahí, sin juzgarte, sin mirarte desde arriba, te ama profundamente y te invita a bajar con Él.
La Navidad no depende de las circunstancias concretas que nos esté tocando vivir en nuestra historia. Depende más bien de este abajarse y mirarle a Él hecho niño.
Dios te ama en tu negrura, para Él es maravilloso que tú existas. Ojalá puedas descubrirlo. ¡Feliz Navidad!
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Algo tremendo y que a muchos cabrea escuchar es que el socialismo y el liberalismo comparten algo en la raíz ideológica: la idolatría del hombre y la ausencia de Dios.
Sus doctrinas económicas, comunismo y capitalismo, van por ese camino, unos prohibiendo y otros aburguesando.
Por eso: al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Y por eso quien cree que la Iglesia es una sociedad más con una lucha de poder entre izquierda y derecha, no se ha enterado de nada. Aunque sean miembros de la propia Iglesia.
¿Tenemos los curas y monjas que bailar en Tik Tok? Parte 3.
Quiero abrir otra reflexión. Lo que digo otra veces, no juzgo intenciones de corazón de ningún hermano o hermana que baile, sólo quiero reflexionar acerca de si este es el camino adecuado. Yo no lo veo.
Os cuento 🧵👇
Ser cristiano, al contrario de lo que mucha gente cree, también de dentro de la Iglesia, no consiste en “hacer un mundo mejor”. Eso lo puede hacer cualquiera.
Ser cristiano es más bien mostrar al mundo que hay un modo distinto de vivir. Siendo sal y siendo luz.
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La sal se disuelve donde la hechas y da sabor, de la misma manera el cristiano está llamado a disolverse, a morir, para mostrar esta vida distinta a los demás.
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Lo prometido es deuda. Aquí os dejo este hilo 🧵 para dar luz y respuesta a lo que se esconde detrás del negocio de la pornografía y que no nos dicen. 👇
Hoy muchas personas están sufriendo las consecuencias que produce el negocio de la pornografía, bien por sufrir una adicción o tener a alguien cercano enganchado, o bien porque ven la amenaza que para los más jóvenes supone la hipersexualización de la sociedad.
Tristemente también hay muchos que no dan importancia a esto, no se lo creen, lo defienden o frivolidad con ello. Eso me duele y preocupa. Por eso quiero escribir este hilo.
Las personas necesitan de nosotros, los consagrados, que prediquemos la Verdad, no que seamos más o menos guays.
Lo que cura, lo que salva, es ponernos en la Verdad: la verdad de nuestra miseria y la Verdad de quien es Dios y lo que hace con ella.
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No hay que edulcorar la realidad para hacerla más soportable. No hay que engañar con una vida rosa y un dios de piruleta.
Hay que anunciar el kerygma. Decir lo que Dios ha hecho por Amor a ti: morir cual cordero, dar la vida. Y vencer a la muerte resucitando.
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Nos da miedo la muerte, y cuando no sabemos dar respuesta a ella (aunque nos pensemos que tenemos mucha fe) emprendemos una huida hacia adelante de lo que no nos gusta de nuestra vida.
Es un engaño, la salvación pasa porque tarde o temprano tenemos que afrontar la realidad.
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Este libro del Cardenal Robert Sarah es una joya. Recoge un retiro que dio a sacerdotes hace unos meses. Por ello de manera especial recomiendo su lectura a mis hermanos sacerdotes, o que se lo podáis regalar para que no pierdan el ánimo.
A este Cardenal se le ha querido enfrentar en numerosas ocasiones con el Papa Francisco, recuerdo como en una conferencia suya lo explicó y habló de su cariño al Papa.
Recientemente un artículo suyo ha aparecido junto al de otros autores que no tienen ningún aprecio al Papa, y él ha pedido perdón porque desconocía que fueran a usar su artículo para publicarlo junto a estos autores.