Thread by @FlaviaNNF

Mi experiencia como estudiante con la #ReformaUniversitaria:
Allá por el año 2014 cuando ingresé a San Marcos, mis ilusiones y alegría estaban a tope. De todas las formas en que me había imaginado la universidad, jamás pensé que no tuviese lo mínimo: profesores y carpetas (1/24)

Había escuchado por años el prestigio que daba estudiar en UNMSM y sus ilustres personajes. Pero jamás hubiese creído que las herramientas esenciales de un servicio educativo no estuvieran presentes. Inmediatamente me invadió la incertidumbre y frustración de cachimba (2/24)

Era tan decepcionante revisar en los horarios de matrícula que casi todos los cursos aparecían con docentes en blanco. Las clases no tenían fecha de inicio oficial, las aulas no tenían proyector y ni qué decir de soñar con que hubiera internet. Sin contar con el hecho (3/24)

Que mi escuela profesional no tuviera ni biblioteca ni laboratorio para llevar aunque sea curso de estadística, me preguntaba ¿Cómo rayos entonces voy a estudiar? Cada vez q iba a preguntar al personal administrativo, en vez d encontrar respuestas, sólo me decían q espere (4/24)

Pero definitivamente la respuesta que más se sentía como una patada en el hígado era que te dijeran "todos los años es así". Por mi mente, solo pasaba angustia y desorientación. De pronto me encontré en un dilema: o me trasladaba a una universidad particular o me quedaba (5/24)

Lo cierto es que la primera opción iba a significar poner en riesgo la limitada economía familiar. Vi que algunos estudiantes de hecho desertaron, pero opté por quedarme. Solo q no iba a quedarme de brazos cruzados. Había que hacer algo. (6/24)

Fue así como descubrí aquello que realmente da identidad a San Marcos: el espíritu colectivo de sus estudiantes. Había notado que los representantes estudiantiles eran realmente quienes hacían la gestión que las autoridades no hacían. Ahí aprendí la dinámica (7/24)

Éramos nosotros los estudiantes q en comisiones asumíamos roles: un grupo buscaba perfiles en internet y se contactaba con docentes de otras universidades para convencerlos que vengan a enseñar, foliabamos hasta sus expedientes de postulación y, en ocasiones, tanta era la (8/24)

desesperación que hasta hacíamos chancha para pagar sus tasas por derecho de postulación. Lo cierto es que la mayoría nos contaba que habían querido venir a enseñar antes pero encontraban tantas trabas, malos tratos y ceros incentivos que simplemente dejó de interesarles. (9/24)

Así fue como nos aseguramos profes (por lo menos). Pero solo por un ciclo académico, luego había que repetir una y otra vez el trabajo cada que se empezaba un ciclo nuevo. Habíamos logrado conseguir excelentes referentes académicos que vinieran a enseñar, muchos de ellos (10/24)

lo hacían más por el honor y reconocimiento que por el sueldo. El pago que les daba la universidad no llegaba ni a 3mil soles por AÑO y eran locadores de servicios. Ya se imaginarán que para colmo sus pagos salían meses después. Era la precariedad absoluta. (11/24)

Como estudiantes organizados siempre estábamos exigiendo a las autoridades que calentaban el asiento que dispusieran de más presupuesto y que abran plazas concursables para docentes; en otras palabras, les pedíamos que hicieran G-E-S-T-I-Ó-N. (12/24)

La verdad es que a varios de los docentes nombrados (que eran autoridades a la vez) poco o nada les importaba hacer algo porque en su mentalidad mediocre ellos tenían sus sueldos fijos y horarios asignados a cursos donde ni siquiera eran competentes en la materia. (13/24)

Al tiempo, como estudiantes habíamos creado nuestro primer gremio de Escuela. Armamos nuestra biblioteca con puros libros donados, no paramos hasta conseguir la adquisición de PC para el laboratorio, la apertura de más salones y ya casi teníamos más profesores a tiempo. (14/24)

En medio de este descalabro institucional y continua lucha entre estudiantes versus autoridades, llegó la famosa "nueva" Ley Universitaria. Recuerdo bien haber visto como las mismas autoridades que no movían ni un dedo, salían a marchar en defensa de la "autonomía" (15/24)

Ellos le exigían al Gobierno q se les diera "más presupuesto" porque según ellos el problema de la ineficiencia en la universidad pública era un tema de dinero. Pero bien q no escatimaban en subvencionarse viajes "académicos" en el extranjero y condecorarse entre ellos (16/24)

Éramos conscientes que si bien el presupuesto era importante, éste no servía de nada sin gestión. Ellos habían vivido años en cargos intocables estafando y lucrando con la educación de muchas generaciones. Por lo que su falsa preocupación era una burda excusa (17/24)

Con algunos compañeros analizábamos el contexto y veíamos como la llegada de una SUNEDU con capacidad de fiscalizar y sancionar, era realmente una esperanza de aliado estratégico para nuestras luchas por mínimas y dignas condiciones de estudio (18/24)

Era tanto el temor de las autoridades por ser sometidas a evaluación y plazos q para nosotros resultó la oportunidad perfecta para exigir internamente el cumplimiento de la norma. Había q tener plana docente nombrada y fue propicio para por fin tener profesores. Así fue. (19/24)

Poco a poco la Ley Universitaria 30220 se hizo realidad. En los debates estudiantiles era también común ver cómo algunos grupos de izquierda rechazando la existencia de la SUNEDU. Muchos de ellos marchaban al unísono con las autoridades más inefables en contra de la Ley (20/24)

A veces las ideas más radicales sobre un determinado tema pueden terminar haciéndole el juego a los intereses más particulares y oscuros. Tal como pasa ahora con estos proyectos de Ley firmados entre Perú Libre con Fuerza Popular y Renovación Popular. (21/24)

La #ReformaUniversitaria es perfectible. La SUNEDU debe fortalecerse y el Estado tiene un compromiso pendiente aún con ampliar cobertura de educación superior en regiones. No obstante, proponer cambios nunca debe implicar retomar un esquema anterior nocivo. (22/24)

El modelo ANR no funcionó. No se puede ser juez y parte con la calidad de educación. En un mundo cada vez más competitivo, se requiere invertir en los talentos y salvaguardar el pensamiento libre y dinámico para producir conocimiento. Ese es el valor de la real autonomía. (23/24)

Por eso la comunidad estudiantil es la llamada a opinar e intervenir. Puede que al momento la #ReformaUniversitaria no parezca un tema de agenda pública, pero no esperemos a ver la degradación de un sistema para recién tomar interés. Es mejor prevenir antes que lamentar (24/24)

PD: Esta experiencia sucedió en la Escuela de Ciencia Política q pertenecía a la Facultad de Derecho. Tenía + de 15 años de creación sin infraestructura apropiada. Hoy ya es casi realidad. Logro de estudiantes pero también de profesores excepcionales que se sumaron a la causa💪