Aquí va un breve #HILO sobre por qué el WORDLE, ese juego tan de moda, no es tan inocente como pensáis.
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Cuando el Wordle empezó a hacerse viral, los resultados que compartían los distintos jugadores eran bastante dispares.
A algunos se les daba bien. A otros no tanto.
Con el paso de los días, sin embargo, los resultados se han ido unificando.
Cada vez es más común que los internautas presuman de acertar al tercer intento.
Ayer, por primera vez, se detectó que más de un 40% de los usuarios reproducen EXACTAMENTE el mismo patrón.
¿Podríamos achacarlo a que todos estamos cada vez más familiarizados con las reglas del juego?
TAL VEZ.
PERO también puede tratarse de un fenómeno relacionado con los CAMPOS MÓRFICOS de Rupert Sheldrake.
¿En qué consisten los campos mórficos de Rupert Sheldrake?
Este biólogo británico descubrió que animales pertenecientes a la misma especie adquirían las mismas habilidades de forma simultánea, a pesar de la distancia geográfica.
Si un ratón resolvía un puzle en un laberinto en Inglaterra, ratones en laboratorios de otros países pasaban esa misma prueba con más facilidad.
Como si el aprendizaje de un solo individuo enriqueciera la memoria colectiva de LA ESPECIE ENTERA.
Según ciertos estudios, WORDLE es un laberinto y nosotros ratones.
Aprendemos pautas de forma casi subliminal.
Y con ello formateamos el funcionamiento de la mente colectiva de toda la especie humana.
Nos entrenan para que toda la población humana, a nivel planetario, sea capaz de coordinarse como una mente única.
¿POR QUÉ?
Quizá hallemos la respuesta en LOS COLORES que usa Wordle en su cuadrícula.
Son los mismos del logo de una empresa llamada LOOMMI INC.
¿A qué se dedica Loommi?
Desde su creación en 2017, Loommi Inc. ha contratado a algunos de los mejores astrofísicos del mundo.
Ha construido antenas y radiotelescopios en más de ocho países.
Según una filtración del 11 de enero de 2022, esos dispositivos de Loommi están ahora mismo orientados hacia un punto concreto de nuestra órbita baja terrestre:
92.26 379 x 391 x 51.6
¿Existe algo en esas coordenadas?
En efecto, se trata de la ubicación del BLACK KNIGHT, un satélite detectado por primera vez por NICOLA TESLA en 1889.
Es decir, en una época en la que aún no se habían inventado los satélites.
Por razones obvias, muchos creen que este artefacto fue puesto en órbita hace siglos (o milenios) por una civilización anterior, quién sabe si extraterrestre.
Y desde el 1 de enero de este año, el BLACK KNIGHT ha comenzado a emitir información.
El código emitido por ese satélite (presuntamente alienígena) es demasiado complejo incluso para nuestros ordenadores más potentes.
Y sólo se nos ocurre una cosa más potente que cualquier ordenador:
Todas nuestras mentes sincronizadas, interiorizando los parámetros del código.
El 9 de enero sólo el 1% de la Humanidad acierta un Wordle a la primera.
Hoy, cinco días después, esa cantidad llega casi al 5%
Los matemáticos calculan que antes de marzo ese porcentaje podría llegar al 90%
Cuando eso ocurra, usarán nuestras mentes para intentar resolver ese otro acertijo bastante más complicado:
La transmisión del BLACK KNIGHT.
Por otra parte, sería interesante tener en cuenta que todo lo que os acabo de contar es mentira. Me lo he inventado.
Bueno, la teoría de Sheldrake es real, y es preciosa, pero no está validada por la ciencia ortodoxa.
La historia del Black Knight también es real, pero no hay ninguna evidencia (que yo sepa) de que esté respaldada por ningún objeto real de procedencia alienígena.
A modo de curiosidad: Philip K. Dick estaba convencido de que ese satélite le transmitía gran parte de la información que él plasmaba en sus novelas y relatos.
Profundizó sobre ello en su novela VALIS.
Ya para terminar, decir que me ha dado mucha pena poner el el buscador de Google Imágenes la palabra «Tesla» y que no saliese ninguna foto de Nicola. Los primeros resultados estaban copados por coches de la empresa de Elon Musk.
GRACIAS por leer esto. Si te apetecen más #hilos de #ficción, puedes encontrar algunos AQUÍ:
Y escribir este hilo me ha servido para que decenas de personas me revelen la existencia de una trilogía de videojuegos llamada #ZeroEscape y ME MUERO DE GANAS DE JUGARLO.
Según la escala de Kardashev, podrían existir en el Universo miles de Civilizaciones Tipo IV.
Una civilización tipo IV es aquella cuyo control de las leyes físicas permitiría a sus integrantes usar "agujeros de gusano" estables directamente conectados a sus anos.
Un agujero de gusano es una estructura o portal que conecta dos puntos del universo violando las leyes del espacio-tiempo.
De ese modo, cuando los habitantes de una Tipo IV hacen caca, dicha caca es absorbida por agujeros de gusano y es conducida a un agujero negro.
La Física moderna postula que los llamados agujeros negros son, en realidad, las letrinas de las civilizaciones más avanzadas del Universo: concentraciones de caca masivas, tan densas que atraen incluso a la luz.
Según las crónicas, en el año 1011 d.C una expedición de viajeros japoneses visitó la corte del rey Sancho III el Grande.
Pero análisis más recientes de algunos frescos y códices de la época nos hacen sospechar que aquellos visitantes NO procedían en realidad de Japón.
La descripción que hacían los cronistas de aquellos exóticos viajeros no se riñe con los rasgos nipones. Los definían como gente bajita, de piel pálida, ojos almendrados, sin vello corporal.
También relataron cómo los habitantes de aquella isla remota (que más adelante llamarían Cipango) ayudaron al rey Sancho a lograr la victoria en la Batalla de Mendesforta, instruyéndole en nuevas técnicas y en la fabricación de «ingenios de guerra nunca antes vistos».
Esta es una de las máquinas más enigmáticas que existen:
- Porque tardó más de 2500 años en construirse.
- Porque nadie sabe para qué sirve exactamente.
- Porque varias potencias mundiales intentan impedir su uso.
En este #HILO os hablo del misterio de ARCHEPONTHIA.
Esta historia comienza con un científico y termina con otro.
El primero es Melindres de Hiponea (538 – 442 a.C) matemático de la escuela pitagórica. Sus contribuciones pertenecen más al ámbito filosófico que al científico. O eso creíamos hasta hace poco.
El otro científico es Oskar Wimblek, profesor de ingeniería de la Universidad de Pleanville.
Nació en 1969 y, a día de hoy, no sabemos si está vivo o muerto. Paradero desconocido.
Esta es una de las zonas más vírgenes de la selva amazónica.
Hace años, Brasil la malvendió a una multinacional alemana.
Esta es la historia de cómo otra empresa logró que no talasen ese océano de árboles y de las cosas terribles que están sucediendo a causa de ello.
Ese sector de la selva no contiene únicamente miles de toneladas de madera e innumerables recursos naturales. También es el hábitat de los sanawayas: una de las poquísimas tribus "no contactadas" que quedan en nuestro planeta.
En otras circunstancias, la empresa maderera habría arrasado esas hectáreas sin preocuparse por el bienestar de los indígenas, pero una tecnología disrruptiva se cruzó en su camino:
Los nuevos "drones insecto" de Neuralink, la empresa de nanotecnología de Elon Musk.
Los WONDJINAS: criaturas de aspecto alienígena. Aparecen en pinturas rupestres de aborígenes australianos. Pinturas que, según algunos, podrían tener más de 170.000 años de antigüedad.
La antropología moderna ha descubierto que no son seres sobrenaturales. SON ALGO PEOR.
#HILO
Ahora sabemos que para los chamanes aborígenes australianos, la sublimación consiste en transformarse en wondjina.
Para lograrlo, comienzan disfrazándose de dichas criaturas, encerrados en una carcasa durante las 24 horas del día. Una "crisálida".
El interior de esos disfraces está fabricado con corteza de árbol, y en dicha corteza crece el "ophiocordyceps australis", un hongo que, poco a poco, coloniza el organismo de los chamanes.